Con la economía creciendo sin el vigor de antaño y el grueso de los anuncios económicos de esos que impactan en el bolsillo acumulados en la primera mitad del año, el Gobierno deberá enfrentar los dos meses y medio que quedan hasta las elecciones generales sin grandes cartas económicas por jugar, según previeron economistas y fuentes cercanas al oficialismo. Sin las espaldas para atacar los dos problemas que figuran al tope de la agenda -la inflación y el cepo cambiario- el Ejecutivo apelaría así a anuncios simbólicos y al mantenimiento de la obra pública en los municipios.
Entre enero y el 31 de julio pasado, la presidenta Cristina Fernández anunció la suba del 20% al mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias que pagan los trabajadores, el incremento de la Asignación por Hijo y de las jubilaciones (14,4% semestral). Además, eximió de Ganancias al medio aguinaldo semestral. Eso, más la rúbrica de las paritarias, hicieron que las medidas tendientes a mejorar el consumo ya jugaron en las Primarias, en las que el Ejecutivo captó un magro 26,31% a nivel nacional y perdió en los distritos más importantes.
Mucho margen para impulsar la macroeconomía no hay, afirmó Marina Dal Poggetto, directora del estudio Bein. Desde el lado fiscal puede haber algunas transferencias más a municipios y provincias y algo más de obra pública, pero desde el lado de los ingresos dieron todo lo que tenían para dar, prosiguió. Juan Pablo Rondero, gerente de Desarrollo de Negocios de Abeceb.com, coincidió: No vemos que el Gobierno tome este resultado como algo para cambiar. Lo único que veremos hasta octubre es cierta aceleración del gasto social y de obra pública para ayudar a los intendentes de la provincia de Buenos Aires a mostrarse un poco más y asegurar que jueguen con el Gobierno, dijo.
Las diversas estimaciones privadas proyectan un crecimiento de entre 2,5% y 4% para 2013, con la buena cosecha y el repunte de la actividad automotriz como dominantes. Sin embargo, el mejor momento económico parece haber sido el segundo trimestre del año.
En despachos oficiales todavía duraba la desazón por el resultado electoral del domingo, pero comenzaban a descartar hipótesis, como una reforma en el impuesto a las Ganancias o el gravamen a la renta financiera, algo que descartaron la Presidenta y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Así, queda en pie la obra pública que tutela el ministro de Planificación, Julio De Vido, concentrada en el plan Más cerca. El Gobierno previó distribuir $ 12.000 millones en obras en las intendencias de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, de los cuales consumió casi la mitad hasta las Primarias.
En otra dependencia pública contemplaron acudir a medidas de corte simbólico, como la aplicación de la Ley de Mercado de Capitales, temida por los empresarios por la posibilidad de que el Gobierno intervenga en las empresas. Sería una estrategia similar a la de 2009, cuando el kirchnerismo aceleró la Ley de Medios y la reforma del sistema jubilatorio después de perder las elecciones.
¿El blanqueo de capitales? Hasta ayer, el Banco Central había emitido Cedin por u$s 20 millones, una cifra harto lejana de los $ 4.000 millones que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, se envalentonó con alcanzar. Tras las PASO, y de cara a octubre, la caída de las reservas internacionales permanecerá en el centro de la escena, aseveró el Banco Ciudad.
Lo que descartan economistas del sector privado y funcionarios es que haya cambios en dos de los temas que se encuentran al tope de la agenda económica: inflación y restricciones al dólar. Quitar el cepo a la compraventa de divisas parece imposible en tan poco tiempo sin desatar una corrida.
Entre enero y el 31 de julio pasado, la presidenta Cristina Fernández anunció la suba del 20% al mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias que pagan los trabajadores, el incremento de la Asignación por Hijo y de las jubilaciones (14,4% semestral). Además, eximió de Ganancias al medio aguinaldo semestral. Eso, más la rúbrica de las paritarias, hicieron que las medidas tendientes a mejorar el consumo ya jugaron en las Primarias, en las que el Ejecutivo captó un magro 26,31% a nivel nacional y perdió en los distritos más importantes.
Mucho margen para impulsar la macroeconomía no hay, afirmó Marina Dal Poggetto, directora del estudio Bein. Desde el lado fiscal puede haber algunas transferencias más a municipios y provincias y algo más de obra pública, pero desde el lado de los ingresos dieron todo lo que tenían para dar, prosiguió. Juan Pablo Rondero, gerente de Desarrollo de Negocios de Abeceb.com, coincidió: No vemos que el Gobierno tome este resultado como algo para cambiar. Lo único que veremos hasta octubre es cierta aceleración del gasto social y de obra pública para ayudar a los intendentes de la provincia de Buenos Aires a mostrarse un poco más y asegurar que jueguen con el Gobierno, dijo.
Las diversas estimaciones privadas proyectan un crecimiento de entre 2,5% y 4% para 2013, con la buena cosecha y el repunte de la actividad automotriz como dominantes. Sin embargo, el mejor momento económico parece haber sido el segundo trimestre del año.
En despachos oficiales todavía duraba la desazón por el resultado electoral del domingo, pero comenzaban a descartar hipótesis, como una reforma en el impuesto a las Ganancias o el gravamen a la renta financiera, algo que descartaron la Presidenta y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Así, queda en pie la obra pública que tutela el ministro de Planificación, Julio De Vido, concentrada en el plan Más cerca. El Gobierno previó distribuir $ 12.000 millones en obras en las intendencias de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, de los cuales consumió casi la mitad hasta las Primarias.
En otra dependencia pública contemplaron acudir a medidas de corte simbólico, como la aplicación de la Ley de Mercado de Capitales, temida por los empresarios por la posibilidad de que el Gobierno intervenga en las empresas. Sería una estrategia similar a la de 2009, cuando el kirchnerismo aceleró la Ley de Medios y la reforma del sistema jubilatorio después de perder las elecciones.
¿El blanqueo de capitales? Hasta ayer, el Banco Central había emitido Cedin por u$s 20 millones, una cifra harto lejana de los $ 4.000 millones que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, se envalentonó con alcanzar. Tras las PASO, y de cara a octubre, la caída de las reservas internacionales permanecerá en el centro de la escena, aseveró el Banco Ciudad.
Lo que descartan economistas del sector privado y funcionarios es que haya cambios en dos de los temas que se encuentran al tope de la agenda económica: inflación y restricciones al dólar. Quitar el cepo a la compraventa de divisas parece imposible en tan poco tiempo sin desatar una corrida.