Odebrecht es nada menos que la empresa puramente privada más grande de Brasil. Es un conglomerado que abarca construcción, ingeniería, energía, química, consultoría y petroquímica, y tiene operaciones y negocios en las tres Américas y el Caribe, Asia, África, Europa y Oriente próximo.
Cumplió en los últimos días 25 años en la Argentina, donde llegó para construir la presa de Pichi Picún Leufú y donde hoy está construyendo para la también brasileña Vale la planta de potasio en Río Colorado, Mendoza. También tiene en marcha la Planta Reformadora Catalítica Continua para YPF en La Plata, lo que permitirá ampliar la producción de combustible premium en la destilería de esa ciudad y en la de Ensenada, entre otros emprendimientos.
El aniversario de la llegada al país fue celebrado con una gran fiesta en el Zanjón de Granados, con espectáculo de Fuerza Bruta y la presencia del CEO de la compañía, Marcelo Odebrecht, tercera generación desde que Norberto Odebrecht fundó en 1944 la compañía familiar en Salvador de Bahía. Marcelo Odebrecht dialogó en exclusiva con LA NACION y expresó la decisión de la compañía de invertir más en la Argentina y su confianza en que solucionados los problemas de financiamiento que genera la puja por la deuda externa, volverán al país los grandes proyectos de infraestructura por iniciativa privada.
«La Argentina siempre será uno de nuestros principales mercados -señaló-. Pienso que podemos crecer aún más que sólo en la construcción. Estamos viendo otras oportunidades, inversiones en infraestructura. Hoy, gran parte de la inversión en la infraestructura aún son obras públicas. Pero nuestra perspectiva es que a corto plazo o medio plazo tendremos concesiones viales aquí y sería una prioridad para nosotros.»
– Pero hoy no es eso lo que ocurre, el Gobierno realiza las inversiones.
– Yo no creo que el Gobierno no quiera hoy la iniciativa privada. Creo que es consciente de la dificultad que significa hoy conseguir financiamiento privado. La negociación de la deuda soberana afecta a los mercados Una vez que eso se resuelva y haya financiamiento para los privados, las cosas cambiarán.
La realidad es que los gobiernos no deberían hacer gran parte de la infraestructura. Toda la que sea viable económicamente debería ser hecha por los privados. Es una cuestión de más o menos tiempo. Vamos a tener más inversiones privadas en infraestructura. Mirando dos o tres año al frente quizá tengamos una época dorada de inversión privada en la Argentina. Todas las demandas que el Gobierno tiene, las demandas sociales… no hay forma de que el Gobierno pueda continuar haciendo las inversiones públicas solo. Principalmente en aquellos proyectos que tengan viabilidad económica. Es sólo una cuestión de tiempo y vamos a volver a tener proyectos privados de inversión. Y creo que si son correctos el propio Gobierno los va a apoyar.
– Y Odebrecht sería constructora y operadora.
– Hacemos esto en gran parte de América latina, de no sólo actuar como constructores, sino como inversionistas. Brasil siempre va a tener una visión de la Argentina, así como la Argentina de Brasil mejor que la del resto del mundo tiene de nosotros. Yo siempre digo que no hay país de Asia donde me sienta más cómodo que en la Argentina. Los argentinos se sienten más cómodos en Brasil y los brasileños en la Argentina. En términos de perspectivas económicas me siento muy cómodo aquí. Prefiero estar aquí más que en cualquier país de Europa.
– Pero el Mercosur no pasa por un buen momento.
– Al Mercosur necesitamos profundizarlo. No está pasando. Lo peor que pasa hoy es que nos quedamos en la mitad. Empezamos en una zona aduanera, pero no migramos para el próximo paso. La solución para el Mercosur es profundizar el Mercosur. Enfatizo que la solución es más Mercosur. Tenemos que pedir más, no menos.
– El gobierno argentino tiene dificultades fiscales ¿Afectó el negocio de Odebrecht?
– La negociación de la deuda impacta. Nuestra relación trasciende las dificultades financieras del momento. Nuestro principal foco hoy es América latina. En segundo plano, África, que es muy importante para nosotros. Creo que África es la América latina de dentro de diez años. Estamos haciendo allí una apuesta muy grande Pero América latina ya es una realidad..
Cumplió en los últimos días 25 años en la Argentina, donde llegó para construir la presa de Pichi Picún Leufú y donde hoy está construyendo para la también brasileña Vale la planta de potasio en Río Colorado, Mendoza. También tiene en marcha la Planta Reformadora Catalítica Continua para YPF en La Plata, lo que permitirá ampliar la producción de combustible premium en la destilería de esa ciudad y en la de Ensenada, entre otros emprendimientos.
El aniversario de la llegada al país fue celebrado con una gran fiesta en el Zanjón de Granados, con espectáculo de Fuerza Bruta y la presencia del CEO de la compañía, Marcelo Odebrecht, tercera generación desde que Norberto Odebrecht fundó en 1944 la compañía familiar en Salvador de Bahía. Marcelo Odebrecht dialogó en exclusiva con LA NACION y expresó la decisión de la compañía de invertir más en la Argentina y su confianza en que solucionados los problemas de financiamiento que genera la puja por la deuda externa, volverán al país los grandes proyectos de infraestructura por iniciativa privada.
«La Argentina siempre será uno de nuestros principales mercados -señaló-. Pienso que podemos crecer aún más que sólo en la construcción. Estamos viendo otras oportunidades, inversiones en infraestructura. Hoy, gran parte de la inversión en la infraestructura aún son obras públicas. Pero nuestra perspectiva es que a corto plazo o medio plazo tendremos concesiones viales aquí y sería una prioridad para nosotros.»
– Pero hoy no es eso lo que ocurre, el Gobierno realiza las inversiones.
– Yo no creo que el Gobierno no quiera hoy la iniciativa privada. Creo que es consciente de la dificultad que significa hoy conseguir financiamiento privado. La negociación de la deuda soberana afecta a los mercados Una vez que eso se resuelva y haya financiamiento para los privados, las cosas cambiarán.
La realidad es que los gobiernos no deberían hacer gran parte de la infraestructura. Toda la que sea viable económicamente debería ser hecha por los privados. Es una cuestión de más o menos tiempo. Vamos a tener más inversiones privadas en infraestructura. Mirando dos o tres año al frente quizá tengamos una época dorada de inversión privada en la Argentina. Todas las demandas que el Gobierno tiene, las demandas sociales… no hay forma de que el Gobierno pueda continuar haciendo las inversiones públicas solo. Principalmente en aquellos proyectos que tengan viabilidad económica. Es sólo una cuestión de tiempo y vamos a volver a tener proyectos privados de inversión. Y creo que si son correctos el propio Gobierno los va a apoyar.
– Y Odebrecht sería constructora y operadora.
– Hacemos esto en gran parte de América latina, de no sólo actuar como constructores, sino como inversionistas. Brasil siempre va a tener una visión de la Argentina, así como la Argentina de Brasil mejor que la del resto del mundo tiene de nosotros. Yo siempre digo que no hay país de Asia donde me sienta más cómodo que en la Argentina. Los argentinos se sienten más cómodos en Brasil y los brasileños en la Argentina. En términos de perspectivas económicas me siento muy cómodo aquí. Prefiero estar aquí más que en cualquier país de Europa.
– Pero el Mercosur no pasa por un buen momento.
– Al Mercosur necesitamos profundizarlo. No está pasando. Lo peor que pasa hoy es que nos quedamos en la mitad. Empezamos en una zona aduanera, pero no migramos para el próximo paso. La solución para el Mercosur es profundizar el Mercosur. Enfatizo que la solución es más Mercosur. Tenemos que pedir más, no menos.
– El gobierno argentino tiene dificultades fiscales ¿Afectó el negocio de Odebrecht?
– La negociación de la deuda impacta. Nuestra relación trasciende las dificultades financieras del momento. Nuestro principal foco hoy es América latina. En segundo plano, África, que es muy importante para nosotros. Creo que África es la América latina de dentro de diez años. Estamos haciendo allí una apuesta muy grande Pero América latina ya es una realidad..