Ante las medidas del Gobierno, Plaini sostiene que es “imprescindible” ir hacia la unidad de la CGT y asegura que se está avanzando en ese sentido. También advierte que Macri “favorece a los sectores concentrados” y que no ha anunciado nada para los trabajadores.
Por Miguel Jorquera
“Hay que estar preparado para la lucha, para lo que viene”, afirma Omar Plaini, dirigente sindical de los canillitas y diputado nacional por el partido que creó el líder de la CGT Hugo Moyano. Plaini es uno de los integrantes de la comisión que busca concretar en esta segunda quincena de enero en Mar del Plata un paso importante hacia la unificación de la CGT, donde confluirían las centrales sindicales que encabezan Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo para enfrentar –como definió Plaini en esta entrevista con Página/12– “un modelo que sólo cierra con despidos, represión, devaluación e inflación”. Definió como “provocación” y “extorsión” las declaraciones del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, quien advirtió a los sindicatos que tendrán que optar entre mejorar salarios o mantener el empleo. “Todas las políticas implementadas en este mes –definió Plaini– han sido para favorecer a los sectores concentrados de la economía, para las exportadoras, el sector agrícola… Pero para los trabajadores nada importante ha sucedido todavía.”
–¿Cómo evalúa los miles de despidos que el nuevo gobierno realiza en el Estado y los otros miles que se concretaron en el sector privado?
–Preocupante, porque empezaron con despidos de empleados públicos y ahora se están dando en varios sectores, como el nuestro, en los gráficos, donde el diario La Nación despidió a 37 trabajadores, y así se está produciendo en varios lugares. Esto muestra que siempre el empresariado está agazapado, más con estas políticas del comienzo de este Gobierno, que van en dirección del achicamiento del empleo público. Una situación preocupante, a la que se suman las declamaciones que hacen funcionarios del Gobierno.
–El ministro Prat-Gay comparó a trabajadores y militantes con la grasa que sobra en el Estado, ¿cuál es su opinión?
–Claramente es una provocación, de la que estoy totalmente en contra. Pero lo que me preocupa mucho más que las declaraciones del ministro de Hacienda es lo que él hace. Primero juzgando a las personas por lo que piensan, y todos tenemos el derecho constitucional de la libre elección de la religión y el pensamiento político. Lo otro es la excusa del “ñoqui” y “militante”, para achicar el Estado. Todos los sectores del Gobierno vienen aplicando el mismo mecanismo, con lo cual eso es muy preocupante. No sólo es un acto provocativo, descalificativo y discriminatorio, sino que ponen en marcha un plan para despedir personal público.
–Prat-Gay también les advirtió a los gremios que miren “dónde aprieta el zapato” para optar entre mejores salarios o conservar el empleo.
–Eso es una clara extorsión. Es lo que empieza a despuntar en este proyecto o modelo. No me sorprende, ellos creen en el libre mercado, con todos los CEO que tiene el gobierno como funcionarios, desde Shell hasta Pegasus, desde una infinidad de empresas transnacionales más una u otra nacional, claramente expresan ese pensamiento. Los economistas que lo corren por derecha al Gobierno pronostican que esto cierra con un millón de despidos en el empleo público, más un dólar a 17 o 18 pesos, lo cual implicaría una tasa de desocupación del 17, 18 por ciento y una pobreza del veintipico. Pero esto es lo que empezamos a ver, por lo cual hay que estar muy atentos y, sobre todo en el sector sindical, ya preparados para la lucha que viene.
–¿Qué probabilidades hay de una unificación de la CGT ante este panorama?
–Esa es una responsabilidad que tenemos desde la dirigencia sindical, tenemos que buscar esa unidad, que la unidad es el camino para luchar todos juntos los trabajadores y tratar de evitar esto que empieza a manifestarse en este primer mes de gobierno de Macri. Si bien venimos hablando desde hace ya un tiempo, tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Formo parte de una comisión de quince miembros para coadyuvar a esta unidad, hoy es imprescindible que nosotros logremos ese camino de la unidad.
–¿Se logró avanzar o todavía es prematuro?
–Se están trabajando documentos y un encuentro para la segunda quincena de este mes en Mar del Plata. Tenemos que sortear todas las dificultades, los personalismos, las distintas posturas, para lograrlo. Cuanto antes lo hagamos me parece que será mucho mejor. Algunos compañeros están concertando la fecha del encuentro. Se están precipitando los hechos.
–¿Establecer un triunvirato que represente a los tres sectores cegetistas sería una posibilidad para superar esos escollos o eso está descartado?
–Es un mecanismo, es una probabilidad, no hay que cerrarse a ningún esquema rígido. Lo importante es lograr esa unidad, sea con una etapa de triunvirato o cuatro dirigentes, porque es lo que nos va a fortalecer frente a lo que hoy estamos observando. Y creo que todos los sectores nos vamos expresando en esa dirección, y en esa comisión hay representantes de los sectores de Moyano, Caló y Barrionuevo. Estamos en un verano en lucha. Los otros días estuvimos en La Plata para protestar por 4500 compañeros despedidos y nos encontramos con compañeros de la CTA, diputados de los distintos bloques. Logramos conformar una comisión de siete compañeros despedidos que están negociando y han empezado a reincorporar compañeros. Esta realidad nos obliga a recuperar la unidad del movimiento sindical.
–Por lo sucedido en La Plata, no son pocos los dirigentes sindicales que pronostican que el plan económico del Gobierno sólo cierra con represión.
–No solamente despidieron a los compañeros de la municipalidad sino que cuando fueron a protestar los reprimieron. No nos olvidemos que todo esto comenzó con la represión en Cresta Roja… Este modelo solo cierra con despidos, represión, devaluación e inflación. Todas las políticas implementadas en este mes han sido para favorecer a los sectores concentrados de la economía, para las exportadoras, el sector agrícola, pero para los trabajadores nada importante ha sucedido todavía.
–En la última etapa del gobierno kirchnerista, la CGT de Moyano y la CTA opositora compartieron protestas, marchas y medidas de fuerza. ¿Eso se puede repetir ahora?
–Entiendo que en la medida en que avancen sobre los trabajadores, nosotros vamos a reaccionar, como cualquiera de las corrientes sindicales. En más de una oportunidad hemos llevado adelante la unidad de acción en varios conflictos, por lo cual esa posibilidad siempre está latente.
Por Miguel Jorquera
“Hay que estar preparado para la lucha, para lo que viene”, afirma Omar Plaini, dirigente sindical de los canillitas y diputado nacional por el partido que creó el líder de la CGT Hugo Moyano. Plaini es uno de los integrantes de la comisión que busca concretar en esta segunda quincena de enero en Mar del Plata un paso importante hacia la unificación de la CGT, donde confluirían las centrales sindicales que encabezan Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo para enfrentar –como definió Plaini en esta entrevista con Página/12– “un modelo que sólo cierra con despidos, represión, devaluación e inflación”. Definió como “provocación” y “extorsión” las declaraciones del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, quien advirtió a los sindicatos que tendrán que optar entre mejorar salarios o mantener el empleo. “Todas las políticas implementadas en este mes –definió Plaini– han sido para favorecer a los sectores concentrados de la economía, para las exportadoras, el sector agrícola… Pero para los trabajadores nada importante ha sucedido todavía.”
–¿Cómo evalúa los miles de despidos que el nuevo gobierno realiza en el Estado y los otros miles que se concretaron en el sector privado?
–Preocupante, porque empezaron con despidos de empleados públicos y ahora se están dando en varios sectores, como el nuestro, en los gráficos, donde el diario La Nación despidió a 37 trabajadores, y así se está produciendo en varios lugares. Esto muestra que siempre el empresariado está agazapado, más con estas políticas del comienzo de este Gobierno, que van en dirección del achicamiento del empleo público. Una situación preocupante, a la que se suman las declamaciones que hacen funcionarios del Gobierno.
–El ministro Prat-Gay comparó a trabajadores y militantes con la grasa que sobra en el Estado, ¿cuál es su opinión?
–Claramente es una provocación, de la que estoy totalmente en contra. Pero lo que me preocupa mucho más que las declaraciones del ministro de Hacienda es lo que él hace. Primero juzgando a las personas por lo que piensan, y todos tenemos el derecho constitucional de la libre elección de la religión y el pensamiento político. Lo otro es la excusa del “ñoqui” y “militante”, para achicar el Estado. Todos los sectores del Gobierno vienen aplicando el mismo mecanismo, con lo cual eso es muy preocupante. No sólo es un acto provocativo, descalificativo y discriminatorio, sino que ponen en marcha un plan para despedir personal público.
–Prat-Gay también les advirtió a los gremios que miren “dónde aprieta el zapato” para optar entre mejores salarios o conservar el empleo.
–Eso es una clara extorsión. Es lo que empieza a despuntar en este proyecto o modelo. No me sorprende, ellos creen en el libre mercado, con todos los CEO que tiene el gobierno como funcionarios, desde Shell hasta Pegasus, desde una infinidad de empresas transnacionales más una u otra nacional, claramente expresan ese pensamiento. Los economistas que lo corren por derecha al Gobierno pronostican que esto cierra con un millón de despidos en el empleo público, más un dólar a 17 o 18 pesos, lo cual implicaría una tasa de desocupación del 17, 18 por ciento y una pobreza del veintipico. Pero esto es lo que empezamos a ver, por lo cual hay que estar muy atentos y, sobre todo en el sector sindical, ya preparados para la lucha que viene.
–¿Qué probabilidades hay de una unificación de la CGT ante este panorama?
–Esa es una responsabilidad que tenemos desde la dirigencia sindical, tenemos que buscar esa unidad, que la unidad es el camino para luchar todos juntos los trabajadores y tratar de evitar esto que empieza a manifestarse en este primer mes de gobierno de Macri. Si bien venimos hablando desde hace ya un tiempo, tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Formo parte de una comisión de quince miembros para coadyuvar a esta unidad, hoy es imprescindible que nosotros logremos ese camino de la unidad.
–¿Se logró avanzar o todavía es prematuro?
–Se están trabajando documentos y un encuentro para la segunda quincena de este mes en Mar del Plata. Tenemos que sortear todas las dificultades, los personalismos, las distintas posturas, para lograrlo. Cuanto antes lo hagamos me parece que será mucho mejor. Algunos compañeros están concertando la fecha del encuentro. Se están precipitando los hechos.
–¿Establecer un triunvirato que represente a los tres sectores cegetistas sería una posibilidad para superar esos escollos o eso está descartado?
–Es un mecanismo, es una probabilidad, no hay que cerrarse a ningún esquema rígido. Lo importante es lograr esa unidad, sea con una etapa de triunvirato o cuatro dirigentes, porque es lo que nos va a fortalecer frente a lo que hoy estamos observando. Y creo que todos los sectores nos vamos expresando en esa dirección, y en esa comisión hay representantes de los sectores de Moyano, Caló y Barrionuevo. Estamos en un verano en lucha. Los otros días estuvimos en La Plata para protestar por 4500 compañeros despedidos y nos encontramos con compañeros de la CTA, diputados de los distintos bloques. Logramos conformar una comisión de siete compañeros despedidos que están negociando y han empezado a reincorporar compañeros. Esta realidad nos obliga a recuperar la unidad del movimiento sindical.
–Por lo sucedido en La Plata, no son pocos los dirigentes sindicales que pronostican que el plan económico del Gobierno sólo cierra con represión.
–No solamente despidieron a los compañeros de la municipalidad sino que cuando fueron a protestar los reprimieron. No nos olvidemos que todo esto comenzó con la represión en Cresta Roja… Este modelo solo cierra con despidos, represión, devaluación e inflación. Todas las políticas implementadas en este mes han sido para favorecer a los sectores concentrados de la economía, para las exportadoras, el sector agrícola, pero para los trabajadores nada importante ha sucedido todavía.
–En la última etapa del gobierno kirchnerista, la CGT de Moyano y la CTA opositora compartieron protestas, marchas y medidas de fuerza. ¿Eso se puede repetir ahora?
–Entiendo que en la medida en que avancen sobre los trabajadores, nosotros vamos a reaccionar, como cualquiera de las corrientes sindicales. En más de una oportunidad hemos llevado adelante la unidad de acción en varios conflictos, por lo cual esa posibilidad siempre está latente.
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