Algunos minutos, juntos. Luego, por separado. Luego, otra vez juntos, para escuchar la filípica final. Cristina de Kirchner dedicó toda la mañana de ayer a hacer circular por su despacho particular de la quinta de Olivos a parte de su equipo económico. O al menos a los que considera fundamentales para que resuelvan de una vez por todas el problema de la falta de llegada de dólares y la caída de reservas. Estuvieron frente a la jefa de Estado el ministro de Economía, Axel Kicillof, y los titulares de YPF, Miguel Galuccio, y de la ANSES, Diego Bossio. Telefónicamente también dieron sus explicaciones el jefe de gabinete Jorge Capitanich, el titular del Banco Central Juan Carlos Fábrega y el presidente del Nación Juan Ignacio Forlón.
Todos debieron dar sus visiones sobre cómo ven el espinoso tema de la escasez de divisas. Cada uno dio su interpretación de los hechos y las estrategias futuras. Y al final de la ronda vinieron las órdenes; dichas en modo firme, como quien contiene un enojo que en cualquier momento explota con tonos altos e hirientes.
La primera instrucción fue casi de oficio. Todos los integrantes del equipo, los número uno o algún delegado de estrechísima confianza, deberán reunirse cada mañana para coordinar las estrategias ejecutivas para enfrentar la batalla contra la caída de reservas y la escasez de dólares. No es que no se hubiera hecho hasta ahora. De hecho, Kicillof y sus hombres, Bossio y gente del Central, tienen comunicación directa desde que el primero reemplazó a Hernán Lorenzino y Fábrega, a Marcó del Pont. Es habitual que entre ellos comenten cómo se puede diagramar una estrategia financiera diaria, ya sin el peso de la interna entre el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y la antecesora de Fábrega.
Lo que quiere ahora la Presidente es que esta buena sintonía «se convierta en carne» para que se demuestre que el equipo trabaja de manera coordinada y profunda. En otras palabras, que se sepa y se note que hay una estrategia concreta y que el manejo financiero de la política cambiaria y la reparación de las castigadas reservas tiene un guión serio, prolijo, sorpresivo y, confían, exitoso.
Se los verá ahora a Kicillof, Bossio, Fábrega y Forlón día a día reuniéndose, analizando lo sucedido el día anterior y anticipando lo que pasará en esa jornada para que el mercado del dólar deje de actuar por sí mismo sorprendiendo al Gobierno con subas y bajas del «blue» y caídas en las reservas, y sean estas reuniones del equipo económico seguidas de cerca por los operadores.
La segunda conclusión a la que se llegó en Olivos, y que la Presidente le aceptó como recomendación a Galuccio, es confiar al menos en el corto plazo en la batalla por las reservas en el Medio Electrónico de Pagos (MEP), públicamente conocido como dólar Bolsa. La Presidente, Kicillof, Bossio, Galuccio y Fábrega coinciden en que la victoria contra «la especulación y el golpe financiero» se verá cuando el mercado del MEP supere en referencia al «blue» y lentamente vaya languideciendo la intención de comprar dólares marginales.
Ayer el valor de este dólar operó en $ 9,32 contra los $del «blue». En este nivel y con esta diferencia de dinero a favor del inversor que elija la primera opción, no se entendía en Olivos por qué no hay mayores operaciones en la Bolsa que desinflen al dólar ilegal. «Necesitamos más difusión, apuntaremos a eso» fue otra de las órdenes. Se le aseguró a la jefa de Estado que estarán disponibles los dólares necesarios para que el MEP tenga la oferta requerida para la supuesta demanda que aparecerá del público buscando dólares baratos y en blanco. Saldrán de las tenencias en moneda extranjera que, fuera de las reservas, tiene disponibles el Estado nacional a través títulos públicos en dólares que «prudentemente y a medida que lo requieran las circunstancias, iremos colocando en el mercado para abastecer la demanda del MEP».
En la estrategia intervendrán no sólo ANSES y Nación, sino además entidades aliadas, como el Banco Hipotecario.
Insistían anoche los interlocutores de la Presidente: «Dólares sobran, sólo necesitamos afinar la estrategia». Los bonos en cuestión son los Bonar X 2017 y Boden 2015; que irían apareciendo cada vez más en el mercado para que, una vez colocados, estén los dólares para que la demanda de MEP sea abastecida.
La tercera orden de la Presidente es más compleja y explica la presencia de Galuccio en la reunión. «¿Por qué no podemos colocar deuda en el mercado voluntario como lo hizo YPF?». La jefa de Estado se refería a la operación que la petrolera nacionalizada hizo en diciembre pasado por unos u$s 500 millones, con una tasa de interés del 9% anual en dólares a cinco años. Las explicaciones giraron fundamentalmente por la situación del juicio argentino contra los fondos buitre en Nueva York y la imposibilidad fáctica actual de realizar una colocación de deuda pública salvando el mercado neoyorquino. Se escuchó además que hubo ofrecimientos últimamente para colocar deuda, pero a tasas de interés de dos dígitos imposibles de avalar. «Pero seguiremos trabajando para que en el primer semestre podamos realizar una colocación, aunque sea simbólica». Algunos se entusiasman con la posibilidad de alguna operación cercana a los u$s 2.000 millones en el mercado voluntario. Son los que aseguran que volviendo al diálogo con banqueros y operadores amigos del sistema financiero, locales y extranjeros, la meta de la colocación voluntaria de deuda con una tasa de interés de un dígito es posible. Al estilo Galuccio, cuyo ejemplo pide ahora seguir la Presidente.
Todos debieron dar sus visiones sobre cómo ven el espinoso tema de la escasez de divisas. Cada uno dio su interpretación de los hechos y las estrategias futuras. Y al final de la ronda vinieron las órdenes; dichas en modo firme, como quien contiene un enojo que en cualquier momento explota con tonos altos e hirientes.
La primera instrucción fue casi de oficio. Todos los integrantes del equipo, los número uno o algún delegado de estrechísima confianza, deberán reunirse cada mañana para coordinar las estrategias ejecutivas para enfrentar la batalla contra la caída de reservas y la escasez de dólares. No es que no se hubiera hecho hasta ahora. De hecho, Kicillof y sus hombres, Bossio y gente del Central, tienen comunicación directa desde que el primero reemplazó a Hernán Lorenzino y Fábrega, a Marcó del Pont. Es habitual que entre ellos comenten cómo se puede diagramar una estrategia financiera diaria, ya sin el peso de la interna entre el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y la antecesora de Fábrega.
Lo que quiere ahora la Presidente es que esta buena sintonía «se convierta en carne» para que se demuestre que el equipo trabaja de manera coordinada y profunda. En otras palabras, que se sepa y se note que hay una estrategia concreta y que el manejo financiero de la política cambiaria y la reparación de las castigadas reservas tiene un guión serio, prolijo, sorpresivo y, confían, exitoso.
Se los verá ahora a Kicillof, Bossio, Fábrega y Forlón día a día reuniéndose, analizando lo sucedido el día anterior y anticipando lo que pasará en esa jornada para que el mercado del dólar deje de actuar por sí mismo sorprendiendo al Gobierno con subas y bajas del «blue» y caídas en las reservas, y sean estas reuniones del equipo económico seguidas de cerca por los operadores.
La segunda conclusión a la que se llegó en Olivos, y que la Presidente le aceptó como recomendación a Galuccio, es confiar al menos en el corto plazo en la batalla por las reservas en el Medio Electrónico de Pagos (MEP), públicamente conocido como dólar Bolsa. La Presidente, Kicillof, Bossio, Galuccio y Fábrega coinciden en que la victoria contra «la especulación y el golpe financiero» se verá cuando el mercado del MEP supere en referencia al «blue» y lentamente vaya languideciendo la intención de comprar dólares marginales.
Ayer el valor de este dólar operó en $ 9,32 contra los $del «blue». En este nivel y con esta diferencia de dinero a favor del inversor que elija la primera opción, no se entendía en Olivos por qué no hay mayores operaciones en la Bolsa que desinflen al dólar ilegal. «Necesitamos más difusión, apuntaremos a eso» fue otra de las órdenes. Se le aseguró a la jefa de Estado que estarán disponibles los dólares necesarios para que el MEP tenga la oferta requerida para la supuesta demanda que aparecerá del público buscando dólares baratos y en blanco. Saldrán de las tenencias en moneda extranjera que, fuera de las reservas, tiene disponibles el Estado nacional a través títulos públicos en dólares que «prudentemente y a medida que lo requieran las circunstancias, iremos colocando en el mercado para abastecer la demanda del MEP».
En la estrategia intervendrán no sólo ANSES y Nación, sino además entidades aliadas, como el Banco Hipotecario.
Insistían anoche los interlocutores de la Presidente: «Dólares sobran, sólo necesitamos afinar la estrategia». Los bonos en cuestión son los Bonar X 2017 y Boden 2015; que irían apareciendo cada vez más en el mercado para que, una vez colocados, estén los dólares para que la demanda de MEP sea abastecida.
La tercera orden de la Presidente es más compleja y explica la presencia de Galuccio en la reunión. «¿Por qué no podemos colocar deuda en el mercado voluntario como lo hizo YPF?». La jefa de Estado se refería a la operación que la petrolera nacionalizada hizo en diciembre pasado por unos u$s 500 millones, con una tasa de interés del 9% anual en dólares a cinco años. Las explicaciones giraron fundamentalmente por la situación del juicio argentino contra los fondos buitre en Nueva York y la imposibilidad fáctica actual de realizar una colocación de deuda pública salvando el mercado neoyorquino. Se escuchó además que hubo ofrecimientos últimamente para colocar deuda, pero a tasas de interés de dos dígitos imposibles de avalar. «Pero seguiremos trabajando para que en el primer semestre podamos realizar una colocación, aunque sea simbólica». Algunos se entusiasman con la posibilidad de alguna operación cercana a los u$s 2.000 millones en el mercado voluntario. Son los que aseguran que volviendo al diálogo con banqueros y operadores amigos del sistema financiero, locales y extranjeros, la meta de la colocación voluntaria de deuda con una tasa de interés de un dígito es posible. Al estilo Galuccio, cuyo ejemplo pide ahora seguir la Presidente.
la solucion es muy facil…el ministro keynesiano tiene la posta.Hay que aumentar el gasto, aumentar el consumo para dinamizar la demanda domestica y castigar duramente al que especule con el dolar ilegal. Ampliar las carceles y poner pabellones especiales para alojar arbolitos….
Yo recomendaría llamar a Redrado o Cavallo a Economía y seguir los pasos de España y Grecia.