En las principales esquinas de la ciudad de Buenos Aires el “cacerolazo” que el jueves fue algo tímido, anoche creció en densidad y en ruido. En Santa Fe y Callao, cerca de 2.000 personas según autoridades policiales presentes en el lugar, reclamaron por consignas disímiles y en muchos casos difusas, pero con algo concreto: la animosidad contra el Gobierno Nacional y sus políticas.
“Estoy acá por la libertad ”, dijo a Clarín , Estela de 64 años. Ese mismo argumento se repitió una y otra vez. María Rosa de 24 años aclaró que ella agarró su cacerola en contra de “ la corrupción de este Gobierno ”. Si bien las decisiones económicas de restricciones en el cambio de divisas fueron el gran argumento para la reacción de las últimas 48 horas, no fueron en único argumento. Muchos coincidían en su enojo por las declaraciones de distintos funcionarios defendiendo la estrategia oficial.
En el barrio de Belgrano, el cacerolazo fue anunciado a las 21, pero sólo unas pocas personas se plegaron. Una hora más tarde la convocatoria fue mayor y se extendió por más de 20 minutos a la altura de Cabildo y Juramento, Tres de Febrero y Mendoza y Olleros y Cabildo.
En la Quinta de Olivos, las cacerolas se sintieron en los dos frentes.
Sobre la calle Maipú, cerca de 100 personas, acompañadas por las bocinas de los autos, incluso intentaron cortar la avenida. Sobre la avenida Libertador, a la altura de la Quinta presidencial, no hubo amontonamiento pero sí cacerolas desde los balcones y bocinas de los automovilistas. A las 20, la Presidenta de la Nación dejó la residencia para viajar a Santa Cruz, donde descansará hasta mañana.
En la ciudad de Buenos Aires, el epicentro volvió a ser la esquina de Santa Fe y Coronel Díaz.
La multitud que se reunió en Callao y Santa Fe marchó hasta ese punto llegando a generar un caos vehicular que produjo una cuadra de demora, cortando en su totalidad una mano de la avenida.
Llegaron a juntarse 700 personas. Al cierre de esta edición, y ya pasadas las 23.30 la desconcentración era pausada en cada uno de los lugares En el centro de Flores la fórmula fue igual que en el resto de los puntos de encuentro.
Más gente que el jueves y cacerolazo ininterrumpido durante más de 20 minutos.
En la mítica esquina de Caballito, Acoyte y Rivadavia también hubo protestas. En algunos lugar un puñado de personas, en otros decenas y en algunos miles. La convocatoria fue variada en edad pero casi similar en estrato social: clase media-clase media alta . En las redes sociales el “#cacerolazo” fue la palabra más escrita por más de dos horas.
“Estoy acá por la libertad ”, dijo a Clarín , Estela de 64 años. Ese mismo argumento se repitió una y otra vez. María Rosa de 24 años aclaró que ella agarró su cacerola en contra de “ la corrupción de este Gobierno ”. Si bien las decisiones económicas de restricciones en el cambio de divisas fueron el gran argumento para la reacción de las últimas 48 horas, no fueron en único argumento. Muchos coincidían en su enojo por las declaraciones de distintos funcionarios defendiendo la estrategia oficial.
En el barrio de Belgrano, el cacerolazo fue anunciado a las 21, pero sólo unas pocas personas se plegaron. Una hora más tarde la convocatoria fue mayor y se extendió por más de 20 minutos a la altura de Cabildo y Juramento, Tres de Febrero y Mendoza y Olleros y Cabildo.
En la Quinta de Olivos, las cacerolas se sintieron en los dos frentes.
Sobre la calle Maipú, cerca de 100 personas, acompañadas por las bocinas de los autos, incluso intentaron cortar la avenida. Sobre la avenida Libertador, a la altura de la Quinta presidencial, no hubo amontonamiento pero sí cacerolas desde los balcones y bocinas de los automovilistas. A las 20, la Presidenta de la Nación dejó la residencia para viajar a Santa Cruz, donde descansará hasta mañana.
En la ciudad de Buenos Aires, el epicentro volvió a ser la esquina de Santa Fe y Coronel Díaz.
La multitud que se reunió en Callao y Santa Fe marchó hasta ese punto llegando a generar un caos vehicular que produjo una cuadra de demora, cortando en su totalidad una mano de la avenida.
Llegaron a juntarse 700 personas. Al cierre de esta edición, y ya pasadas las 23.30 la desconcentración era pausada en cada uno de los lugares En el centro de Flores la fórmula fue igual que en el resto de los puntos de encuentro.
Más gente que el jueves y cacerolazo ininterrumpido durante más de 20 minutos.
En la mítica esquina de Caballito, Acoyte y Rivadavia también hubo protestas. En algunos lugar un puñado de personas, en otros decenas y en algunos miles. La convocatoria fue variada en edad pero casi similar en estrato social: clase media-clase media alta . En las redes sociales el “#cacerolazo” fue la palabra más escrita por más de dos horas.
El canal Volver va a repetir las manifestaciones antiK del 2008 en una serie dedicada a la nostalgia. Tienen más ruido que las de esta semana.
la nota es para morir de risa.
un caos vehiculas de ¡UNA CUADRA!
POR FAVOR..