“Para qué queremos tener una terrible oficina si después vemos por la tele cómo marcha la izquierda, la CTA o los movimientos sociales”, dice Pablo Moyano, barriendo con la mirada el despacho que ocupa en el milenario edificio de la CGT de la calle Azopardo. En ese mismo momento, la tele, colgada de un rincón estratégico de la terrible oficina –un despacho pequeño y elegante que desentona con el espíritu de museo pretoriano del edificio–, habla de un robo en algún rincón del conurbano, parte de la programación habitual de una Argentina arropada en la pax política decretada tras unas PASO cuyo resultado, si bien incierto y envuelto en polémicas, le permitió al macrismo exhibirse más airoso de lo que las expectativas propias y ajenas imaginaban en la víspera. La frase del dirigente camionero tiene un obvio destinatario: ese sector de la CGT que tras la reunificación del 22 de agosto del año pasado insiste con abrir canales de negociación con el gobierno y que ahora, tras las primarias, sugiere suspender la movilización pautada para el próximo lunes y convocada a mediados de julio tras la represión a los trabajadores de Pepsico. En la previa a la reunión de Consejo Directivo de la CGT, donde los “dialoguistas” y los “combativos” decidirán si finalmente hay movilización, Pablo Moyano recibe a Zoom y ratifica la marcha, apunta contra quienes sugieren suspenderla y dice que en las PASO la mayoría de la población votó en contra del gobierno. Además asegura que el año que viene la CGT debería tener una sola conducción, confiesa que tiene acercamientos con ATE Capital, opina sobre la presencia de dirigentes gremiales en la lista de Unidad Ciudadana y se muestra pesimista ante una inmediata unidad peronista. “Lamentablemente ni Cristina, ni Massa ni Randazzo pueden unir al peronismo”.
En las últimas horas trascendió que algunos dirigentes de la CGT querían, en función de los resultados del domingo, evitar la movilización del próximo lunes. ¿Cree que el resultado de las PASO modifica la estrategia del movimiento obrero de cara al gobierno?
No, no cambia nada. Acá hubo un plenario de secretarios generales en el microestadio de Ferro donde se aprobó profundizar el plan de lucha tras el último paro general. Los cinco o seis puntos principales de la CGT que motivaron a ese paro general y motivan a esta movilización no fueron resueltos. No se eliminó el impuesto a las ganancias, no se les dio aumento de emergencia a los jubilados, la apertura indiscriminada de las importaciones está destruyendo actividades como la del plástico, las textiles, el calzado. Lamentablemente el gobierno no escuchó y no creo que a vaya a escuchar. Ellos mismos advirtieron que no hay un plan B para los obreros. Así que la marcha está ratificada y seguramente de ahí puede salir una fecha de un paro nacional. Después, si algún dirigente o no dirigente no quiere acompañar esta movilización que se lo explique a sus trabajadores. Pero la marcha está ratificada y va a ser una marcha multitudinaria que va a estar acompañada por los compañeros de la CTA, la Corriente Federal, los movimientos sociales y gran parte de la CGT.
¿Tiene miedo de que estas diferencias internas afecten la unidad?
Primero, miedo no tengo, al único que le tengo miedo es a Dios. Y después hay que tener en cuenta que dentro del consejo directivo hay tres posturas que tenemos las distintas centrales, la de [Hugo] Moyano, la de [Antonio] Caló y la de [Luis] Barrionuevo. Por supuesto que hay discusiones, pero yo creo que a la larga, a principios del año que viene, febrero o marzo del año que viene, se va a tener que reorganizar nuevamente el movimiento obrero. Quedó a la vista que un triunvirato no alcanzó para contener a todos los que estamos dentro de la CGT. Creo que vamos en la dirección de que el año que viene haya solo un secretario general. Seguramente se van a sumar muchas organizaciones que hoy no están dentro de la CGT. Hemos estado reunidos con los compañeros de las 62 [Organizaciones], con los compañeros de la Corriente Federal tenemos muy buena relación, hemos estado con los compañeros de ATE Capital que ellos también quisieran sumarse adentro de la estructura de la CGT, un gremio que se fue en el año ‘94. Hay muchos.
¿Hay una posibilidad de que ATE Capital regrese a la estructura de la CGT?
Hemos tenido una charla no sé si para integrarla a la conducción, pero se sienten representados por los dirigentes que más estamos confrontando con el gobierno. Y ese secretario general, más allá de quién sea, hay que preguntarse para qué. Si ponemos un títere para que siga siendo funcional al gobierno, no sirve. Queremos alguien que esté en la calle. Yo muchas veces lo he dicho, ¿para qué queremos tener una terrible oficina si después vemos por la tele cómo marcha la izquierda, cómo marcha la CTA, cómo marchan los movimientos sociales? Más allá de las diferencias políticas que tengamos, la CGT mira por televisión cómo marchan estos sectores y nuestros trabajadores también están siendo afectados por esta política del gobierno.
¿Un unicato le daría más unidad de acción al movimiento obrero?
Por supuesto, más allá del dirigente. Ni me postulo yo ni postulo a nadie, eso después se consensúa entre todos los dirigentes. Pero hay que tener un proyecto. Sabemos que hace un mes en Brasil, el presidente [Michel] Temer, con el 5% de aceptación popular, te puso una reforma laboral. Mientras nosotros sigamos con las diferencias internas, y más con el resultado del domingo, si ganan en octubre, nosotros también tenemos una reforma laboral en la frente, ¿no? Si seguimos con estas pequeñeces dentro del movimiento obrero…
“Nosotros vamos a pelear la calle, pero la única forma de derrotar al gobierno es en las urnas”
¿Este resultado obliga al movimiento obrero a asumir una nueva posición?
No, no, porque ganó con el 35%. Más allá de que te lo quieran vender como que arrasó en todo el país, tiene el 65% que no lo votamos, así que… No, no, creo que la CGT tiene que seguir con lo que se aprobó, con lo que se acordó.
¿La dirigencia de la central debería moverse más, tener una posición más confrontativa?
Sí, por supuesto que se tienen que mover más, tienen que estar en la calle. Nosotros venimos de una conducción, con Hugo Moyano, que todo lo que se logró en los Camioneros y todo lo que se logró a través de los acuerdos en su momento con [Néstor] Kirchner, con Cristina, les dio beneficio a los trabajadores. Hoy no te reciben, el gobierno no te recibe, o te recibe para la foto. Vos fijate el fin de año. Yo no participé ni firmé las actas porque sé cómo son estos tipos, desprecian a los trabajadores. Se firmó un acuerdo para que los empresarios no despidieran gente por tres meses y siguen echando gente. Se firmó el famoso bonito de los $2000… preguntale a los muchachos si alguno lo cobró. Son para la foto. Hubo reuniones con el ministro [de producción Francisco] Cabrera, reuniones con los plásticos, con los textiles, con los compañeros del calzado para que frenen importaciones, ¡ni bola! Vos fijate Adidas, están cortando compañeros del Camino de Cintura, 500 trabajadores por la importación de calzado chino. No tiene sentido porque no tiene respuesta. Vos podés discutir, sacar un beneficio más o menos, pero por lo menos acordar algo. No, estos tipos no te dan bola, te desprecian.
¿La estrategia de diálogo no funciona?
No, no, te llevan al boludeo de fotos que no tiene sentido. Vos fijate, todos los ministerios están conformados por empresarios. Antes quién discutía, el sector político, el gobierno, los trabajadores y los empresarios. Hoy discutís con empresarios y gobierno que son uno solo, son lo mismo. ¿Para quién va a laudar? Para los empresarios. Techo a las paritarias, el impuesto que no lo quieren rebajar. En el gobierno son todos lo mismo, todos lo mismo.
Convocó un plenario de delegados para este jueves…
Sí, está la reunión del Consejo Directivo primero y el jueves el plenario con las regionales para organizar la convocatoria a la marcha.
O sea que la idea del jueves es poder ultimar detalles para el lunes
Ver los últimos detalles. La organización del acto va a ser masiva.
¿Qué lectura hace de aquel acto de la CGT del 7 de marzo que terminó con el atril destruido?
Lamentable, doloroso, por supuesto. Y preocupa porque fueron 200 muchachos de distintos sectores, ¿no? Doloroso porque en ese atril habló Perón cuando estuvo acá en la CGT. Nos molestó.
Algunos análisis interpretaron ese cierre del acto como un desborde de las bases, una suerte de sublevación de las bases contra la dirigencia sindical. ¿Lo interpretó así también?
Acá la única que para el país es la CGT. Ni los muchachos de izquierda ni otros sectores. Acá quien paraliza el país es la CGT. Fueron 200 boludos ahí que gritaban la famosa frase “Poné la fecha” ¿no? Pero bueno, después vino el paro y la que garantizó el paro fue la CGT, más allá de los dirigentes. Porque yo sé que hay muchos que son criticados por parte de la sociedad. Pero acá está demostrado que la CGT es la que te para el país.
Pero más allá de la sociedad, ¿qué pasa con las bases de los gremios, con las regionales? ¿Hay tensiones entre el triunvirato, los dirigentes y las regionales?
Yo me hice cargo de normalizar más de diez delegaciones, entre ellas Zona Norte, San Martín-Tres de Febrero, las más grandes. Hoy vinieron compañeros de Pilar, del Partido de la Costa, Necochea. Las quejas son las de todos lados del país, falta de trabajo, despidos, suspensiones, el impuesto, la inflación. Las demandas son las mismas, por eso la necesidad de estar en la calle.
“Creo que la marcha del 22 va a ser importante más allá de lo del domingo. Los reclamos, la necesidad y la bronca que hay van a quedar demostrados en el acto”
En la movilización de marzo hubo unas 300.000 personas. ¿Cuáles son las condiciones para esta próxima movilización del 22?
¿Condiciones o reclamos?
El reclamo persiste, ¿Cuáles son las condiciones? ¿Va a haber esa misma cantidad de gente, se espera una concentración igual, mayor?
Bueno mañana [por hoy] a la mañana se va a terminar de armar la movilización, pero va a ser muy importante. Creo que va a ser importante más allá de lo del domingo, ¿no? Creo que los reclamos, la necesidad y la bronca que hay van a quedar demostrados en el acto del 22 de agosto.
¿Qué análisis hacé del resultado de las PASO, sobre todo en la provincia de Buenos Aires?
Creo que el gobierno tuvo un 65% de la población que no lo votó. En Capital era previsible que ganara la señora Carrió. Y lo de provincia por supuesto que sorprendió a más de uno, ¿no? Según las encuestas, Cristina iba a ganar, no te digo fácil, pero tenía ventaja. Ahora están todos embrollados con el tema de los cómputos, si esto sí, si esto no… Pero creo que hay una gran mayoría de la población que le dijo no al gobierno, por más que te la quieran dibujar que fue un triunfo importante del gobierno. Y esperemos que toda esa bronca que hay en la gente, la bronca de los tarifazos, de la inflación, de la inseguridad, pueda ser canalizada en octubre a través del voto. Nosotros vamos a pelear la calle, pero la única forma de derrotar al gobierno es en las urnas.
¿Y por qué cree que eso no se canalizó ahora en las PASO? ¿Qué opina del momento actual del peronismo fragmentado?
Eso fue lamentablemente algo del gobierno anterior. Y del anterior. El peronismo ya empieza a caerse desde el menemismo, ¿no? Se partió en mil pedazos y lamentablemente ni Cristina, ni Massa ni Randazzo pueden unir al peronismo. Y hoy no vemos figuras que digamos “bueno, este es el representante del peronismo, vamos todos detrás de él”. Lamentablemente fue parte de la política que utilizó el gobierno anterior de dividir todo. Dividió al movimiento obrero, dividió a los periodistas, hasta a los artistas han dividido. Y hoy lamentablemente no hay nadie que veamos que pueda conducir, ¿no? Creo que van a pasar muchos años. Por la división, por los resentimientos, por todo lo que pasó en el gobierno anterior, hay mucha bronca todavía como para que venga alguien y conduzca todo. Dentro de la CGT o del movimiento obrero es más fácil ponerse de acuerdo y decir, bueno, vamos detrás de este compañero. Pero en el peronismo lamentablemente van a pasar muchos años para que venga alguien para organizarlo, para unificarlo.
Mencionó a los tres candidatos del peronismo. Y quizás salvo en la de Cristina, no se vio una presencia de candidatos del movimiento obrero en la listas. ¿Sigue siendo una deuda pendiente eso? ¿Cómo vio la presencia de tres dirigentes gremiales en la lista de Unidad Ciudadana, siendo que era una vieja demanda al gobierno de Cristina la de darle lugar al movimiento obrero.
¡Qué contradicción!, ¿no? ¡Qué contradicción! El gobierno de Cristina en los últimos años atomizó el movimiento obrero en cinco centrales. Dos CTA y tres CGT había. Y bueno, habría que preguntarle a los candidatos, tanto a Randazzo y a Massa por qué no llevaron candidatos del movimiento obrero. Se ve que utilizan el mismo discurso del presidente, que dice que somos mafiosos. Vos fijate la campaña del presidente: “dirigentes mafiosos” o “jueces laborales mafiosos”, cuando los que condujeron al país a la precarización, a la deuda externa, a la inseguridad, a la pobreza fueron los políticos. Ningún dirigente de gremio nunca fue presidente del país, se tienen que hacer cargo ellos. Quizás algunos candidatos que no quisieron llevar dirigentes del movimiento obrero lo hicieron para darle transparencia, entre comillas, para que las corporaciones hablen bien de estos candidatos.
¿Y en el caso de Unidad Ciudadana, con la inclusión de esos tres candidatos?
Habría que preguntarle a la ex presidenta por qué en su momento despreció a los trabajadores, a la CGT, y hoy lleva a los candidatos. Hay que preguntarle a ella.
En las últimas horas trascendió que algunos dirigentes de la CGT querían, en función de los resultados del domingo, evitar la movilización del próximo lunes. ¿Cree que el resultado de las PASO modifica la estrategia del movimiento obrero de cara al gobierno?
No, no cambia nada. Acá hubo un plenario de secretarios generales en el microestadio de Ferro donde se aprobó profundizar el plan de lucha tras el último paro general. Los cinco o seis puntos principales de la CGT que motivaron a ese paro general y motivan a esta movilización no fueron resueltos. No se eliminó el impuesto a las ganancias, no se les dio aumento de emergencia a los jubilados, la apertura indiscriminada de las importaciones está destruyendo actividades como la del plástico, las textiles, el calzado. Lamentablemente el gobierno no escuchó y no creo que a vaya a escuchar. Ellos mismos advirtieron que no hay un plan B para los obreros. Así que la marcha está ratificada y seguramente de ahí puede salir una fecha de un paro nacional. Después, si algún dirigente o no dirigente no quiere acompañar esta movilización que se lo explique a sus trabajadores. Pero la marcha está ratificada y va a ser una marcha multitudinaria que va a estar acompañada por los compañeros de la CTA, la Corriente Federal, los movimientos sociales y gran parte de la CGT.
¿Tiene miedo de que estas diferencias internas afecten la unidad?
Primero, miedo no tengo, al único que le tengo miedo es a Dios. Y después hay que tener en cuenta que dentro del consejo directivo hay tres posturas que tenemos las distintas centrales, la de [Hugo] Moyano, la de [Antonio] Caló y la de [Luis] Barrionuevo. Por supuesto que hay discusiones, pero yo creo que a la larga, a principios del año que viene, febrero o marzo del año que viene, se va a tener que reorganizar nuevamente el movimiento obrero. Quedó a la vista que un triunvirato no alcanzó para contener a todos los que estamos dentro de la CGT. Creo que vamos en la dirección de que el año que viene haya solo un secretario general. Seguramente se van a sumar muchas organizaciones que hoy no están dentro de la CGT. Hemos estado reunidos con los compañeros de las 62 [Organizaciones], con los compañeros de la Corriente Federal tenemos muy buena relación, hemos estado con los compañeros de ATE Capital que ellos también quisieran sumarse adentro de la estructura de la CGT, un gremio que se fue en el año ‘94. Hay muchos.
¿Hay una posibilidad de que ATE Capital regrese a la estructura de la CGT?
Hemos tenido una charla no sé si para integrarla a la conducción, pero se sienten representados por los dirigentes que más estamos confrontando con el gobierno. Y ese secretario general, más allá de quién sea, hay que preguntarse para qué. Si ponemos un títere para que siga siendo funcional al gobierno, no sirve. Queremos alguien que esté en la calle. Yo muchas veces lo he dicho, ¿para qué queremos tener una terrible oficina si después vemos por la tele cómo marcha la izquierda, cómo marcha la CTA, cómo marchan los movimientos sociales? Más allá de las diferencias políticas que tengamos, la CGT mira por televisión cómo marchan estos sectores y nuestros trabajadores también están siendo afectados por esta política del gobierno.
¿Un unicato le daría más unidad de acción al movimiento obrero?
Por supuesto, más allá del dirigente. Ni me postulo yo ni postulo a nadie, eso después se consensúa entre todos los dirigentes. Pero hay que tener un proyecto. Sabemos que hace un mes en Brasil, el presidente [Michel] Temer, con el 5% de aceptación popular, te puso una reforma laboral. Mientras nosotros sigamos con las diferencias internas, y más con el resultado del domingo, si ganan en octubre, nosotros también tenemos una reforma laboral en la frente, ¿no? Si seguimos con estas pequeñeces dentro del movimiento obrero…
“Nosotros vamos a pelear la calle, pero la única forma de derrotar al gobierno es en las urnas”
¿Este resultado obliga al movimiento obrero a asumir una nueva posición?
No, no, porque ganó con el 35%. Más allá de que te lo quieran vender como que arrasó en todo el país, tiene el 65% que no lo votamos, así que… No, no, creo que la CGT tiene que seguir con lo que se aprobó, con lo que se acordó.
¿La dirigencia de la central debería moverse más, tener una posición más confrontativa?
Sí, por supuesto que se tienen que mover más, tienen que estar en la calle. Nosotros venimos de una conducción, con Hugo Moyano, que todo lo que se logró en los Camioneros y todo lo que se logró a través de los acuerdos en su momento con [Néstor] Kirchner, con Cristina, les dio beneficio a los trabajadores. Hoy no te reciben, el gobierno no te recibe, o te recibe para la foto. Vos fijate el fin de año. Yo no participé ni firmé las actas porque sé cómo son estos tipos, desprecian a los trabajadores. Se firmó un acuerdo para que los empresarios no despidieran gente por tres meses y siguen echando gente. Se firmó el famoso bonito de los $2000… preguntale a los muchachos si alguno lo cobró. Son para la foto. Hubo reuniones con el ministro [de producción Francisco] Cabrera, reuniones con los plásticos, con los textiles, con los compañeros del calzado para que frenen importaciones, ¡ni bola! Vos fijate Adidas, están cortando compañeros del Camino de Cintura, 500 trabajadores por la importación de calzado chino. No tiene sentido porque no tiene respuesta. Vos podés discutir, sacar un beneficio más o menos, pero por lo menos acordar algo. No, estos tipos no te dan bola, te desprecian.
¿La estrategia de diálogo no funciona?
No, no, te llevan al boludeo de fotos que no tiene sentido. Vos fijate, todos los ministerios están conformados por empresarios. Antes quién discutía, el sector político, el gobierno, los trabajadores y los empresarios. Hoy discutís con empresarios y gobierno que son uno solo, son lo mismo. ¿Para quién va a laudar? Para los empresarios. Techo a las paritarias, el impuesto que no lo quieren rebajar. En el gobierno son todos lo mismo, todos lo mismo.
Convocó un plenario de delegados para este jueves…
Sí, está la reunión del Consejo Directivo primero y el jueves el plenario con las regionales para organizar la convocatoria a la marcha.
O sea que la idea del jueves es poder ultimar detalles para el lunes
Ver los últimos detalles. La organización del acto va a ser masiva.
¿Qué lectura hace de aquel acto de la CGT del 7 de marzo que terminó con el atril destruido?
Lamentable, doloroso, por supuesto. Y preocupa porque fueron 200 muchachos de distintos sectores, ¿no? Doloroso porque en ese atril habló Perón cuando estuvo acá en la CGT. Nos molestó.
Algunos análisis interpretaron ese cierre del acto como un desborde de las bases, una suerte de sublevación de las bases contra la dirigencia sindical. ¿Lo interpretó así también?
Acá la única que para el país es la CGT. Ni los muchachos de izquierda ni otros sectores. Acá quien paraliza el país es la CGT. Fueron 200 boludos ahí que gritaban la famosa frase “Poné la fecha” ¿no? Pero bueno, después vino el paro y la que garantizó el paro fue la CGT, más allá de los dirigentes. Porque yo sé que hay muchos que son criticados por parte de la sociedad. Pero acá está demostrado que la CGT es la que te para el país.
Pero más allá de la sociedad, ¿qué pasa con las bases de los gremios, con las regionales? ¿Hay tensiones entre el triunvirato, los dirigentes y las regionales?
Yo me hice cargo de normalizar más de diez delegaciones, entre ellas Zona Norte, San Martín-Tres de Febrero, las más grandes. Hoy vinieron compañeros de Pilar, del Partido de la Costa, Necochea. Las quejas son las de todos lados del país, falta de trabajo, despidos, suspensiones, el impuesto, la inflación. Las demandas son las mismas, por eso la necesidad de estar en la calle.
“Creo que la marcha del 22 va a ser importante más allá de lo del domingo. Los reclamos, la necesidad y la bronca que hay van a quedar demostrados en el acto”
En la movilización de marzo hubo unas 300.000 personas. ¿Cuáles son las condiciones para esta próxima movilización del 22?
¿Condiciones o reclamos?
El reclamo persiste, ¿Cuáles son las condiciones? ¿Va a haber esa misma cantidad de gente, se espera una concentración igual, mayor?
Bueno mañana [por hoy] a la mañana se va a terminar de armar la movilización, pero va a ser muy importante. Creo que va a ser importante más allá de lo del domingo, ¿no? Creo que los reclamos, la necesidad y la bronca que hay van a quedar demostrados en el acto del 22 de agosto.
¿Qué análisis hacé del resultado de las PASO, sobre todo en la provincia de Buenos Aires?
Creo que el gobierno tuvo un 65% de la población que no lo votó. En Capital era previsible que ganara la señora Carrió. Y lo de provincia por supuesto que sorprendió a más de uno, ¿no? Según las encuestas, Cristina iba a ganar, no te digo fácil, pero tenía ventaja. Ahora están todos embrollados con el tema de los cómputos, si esto sí, si esto no… Pero creo que hay una gran mayoría de la población que le dijo no al gobierno, por más que te la quieran dibujar que fue un triunfo importante del gobierno. Y esperemos que toda esa bronca que hay en la gente, la bronca de los tarifazos, de la inflación, de la inseguridad, pueda ser canalizada en octubre a través del voto. Nosotros vamos a pelear la calle, pero la única forma de derrotar al gobierno es en las urnas.
¿Y por qué cree que eso no se canalizó ahora en las PASO? ¿Qué opina del momento actual del peronismo fragmentado?
Eso fue lamentablemente algo del gobierno anterior. Y del anterior. El peronismo ya empieza a caerse desde el menemismo, ¿no? Se partió en mil pedazos y lamentablemente ni Cristina, ni Massa ni Randazzo pueden unir al peronismo. Y hoy no vemos figuras que digamos “bueno, este es el representante del peronismo, vamos todos detrás de él”. Lamentablemente fue parte de la política que utilizó el gobierno anterior de dividir todo. Dividió al movimiento obrero, dividió a los periodistas, hasta a los artistas han dividido. Y hoy lamentablemente no hay nadie que veamos que pueda conducir, ¿no? Creo que van a pasar muchos años. Por la división, por los resentimientos, por todo lo que pasó en el gobierno anterior, hay mucha bronca todavía como para que venga alguien y conduzca todo. Dentro de la CGT o del movimiento obrero es más fácil ponerse de acuerdo y decir, bueno, vamos detrás de este compañero. Pero en el peronismo lamentablemente van a pasar muchos años para que venga alguien para organizarlo, para unificarlo.
Mencionó a los tres candidatos del peronismo. Y quizás salvo en la de Cristina, no se vio una presencia de candidatos del movimiento obrero en la listas. ¿Sigue siendo una deuda pendiente eso? ¿Cómo vio la presencia de tres dirigentes gremiales en la lista de Unidad Ciudadana, siendo que era una vieja demanda al gobierno de Cristina la de darle lugar al movimiento obrero.
¡Qué contradicción!, ¿no? ¡Qué contradicción! El gobierno de Cristina en los últimos años atomizó el movimiento obrero en cinco centrales. Dos CTA y tres CGT había. Y bueno, habría que preguntarle a los candidatos, tanto a Randazzo y a Massa por qué no llevaron candidatos del movimiento obrero. Se ve que utilizan el mismo discurso del presidente, que dice que somos mafiosos. Vos fijate la campaña del presidente: “dirigentes mafiosos” o “jueces laborales mafiosos”, cuando los que condujeron al país a la precarización, a la deuda externa, a la inseguridad, a la pobreza fueron los políticos. Ningún dirigente de gremio nunca fue presidente del país, se tienen que hacer cargo ellos. Quizás algunos candidatos que no quisieron llevar dirigentes del movimiento obrero lo hicieron para darle transparencia, entre comillas, para que las corporaciones hablen bien de estos candidatos.
¿Y en el caso de Unidad Ciudadana, con la inclusión de esos tres candidatos?
Habría que preguntarle a la ex presidenta por qué en su momento despreció a los trabajadores, a la CGT, y hoy lleva a los candidatos. Hay que preguntarle a ella.