El hermano del ex apoderado de la Fundación Madres tiene previsto presentar un escrito en la Justicia despegándose de él, como anticipó PERFIL hace dos semanas. Lo mostrará como un hombre “insano”.
Por Emilia Delfino
24/09/11 – 03:24
Reciente. La última foto de Pablo fue publicada por el diario Libre.
Pablo Schoklender comienza a despegarse de su hermano en la causa que los investiga por presunta malversación de fondos y lavado de dinero a través de fondos públicos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
“Estamos evaluando una presentación judicial marcando distancia entre Pablo y Sergio Schoklender”, dijo ayer a PERFIL el abogado Gonzalo Romero Victorica, defensor del menor de los hermanos imputados por el juez federal Norberto Oyarbide.
La presentación es un escrito de dos carillas que estaba casi listo para ser presentado ante el Juzgado Federal Número 5, pero Pablo Schoklender decidió postergarlo, luego de que su hermano sufriera un duro golpe esta semana. Perfil.com publicó que habría serias irregularidad en la adopción del hijo de Sergio Schoklender, realizada en Bolivia. La noticia angustió al mayor de los hermanos, quien ahora podría afrontar una acusación en la Justicia de ese país. La defensa de Pablo asegura que “los roles de Pablo y Sergio fueron completamente distintos en la administración de la Misión Sueños Compartidos y también lo fueron durante el curso de la causa judicial”. Pablo prefirió el bajo perfil y el silencio, mientras que Sergio optó por “prender el ventilador” y revelar los nombres de los funcionarios que viajaron en su jet privado.
Para diferenciarse de Sergio, Pablo planea desacreditar a su hermano y sugerir que sus últimos dichos en los medios y en el Congreso son resultado de una supuesta “psicopatía”.
“La causa permanece bajo secreto de sumario, por lo que Pablo no sabe de qué se lo acusa y mal puede elaborar alguna defensa hasta que conozca la imputación”, agregó Romero Victorica.
Pablo se despega de su hermano, nuevamente, como lo hizo cuando Sergio se retractó de la confesión del crimen de sus padres y contó que habían sido asesinados por un grupo de sicarios brasileños en venganza por la participación de su padre en un negocio de tráfico de armas entre la Marina de Eduardo Massera y Montoneros. Su hermano nunca convalidó esa hipótesis y la Justicia no le creyó a Sergio. Ahora Pablo cree que su mejor carta es distanciarse de Sergio, mostrarlo como un hombre “insano” y desbordado que “extorsiona” a funcionarios con sus últimas declaraciones públicas que salpicaron al secretario de Obras Públicas, José López (ver pagina 8).
El menor de los Schoklender espera, así, que el Gobierno le tienda una mano para aliviar su situación judicial en la causa por supuesto lavado de dinero y malversación de fondos públicos. Los pocos interlocutores que le quedan a Pablo Schoklender con la Casa Rosada pertenecen al entorno del ministro de Planificación, Julio De Vido.
Por Emilia Delfino
24/09/11 – 03:24
Reciente. La última foto de Pablo fue publicada por el diario Libre.
Pablo Schoklender comienza a despegarse de su hermano en la causa que los investiga por presunta malversación de fondos y lavado de dinero a través de fondos públicos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
“Estamos evaluando una presentación judicial marcando distancia entre Pablo y Sergio Schoklender”, dijo ayer a PERFIL el abogado Gonzalo Romero Victorica, defensor del menor de los hermanos imputados por el juez federal Norberto Oyarbide.
La presentación es un escrito de dos carillas que estaba casi listo para ser presentado ante el Juzgado Federal Número 5, pero Pablo Schoklender decidió postergarlo, luego de que su hermano sufriera un duro golpe esta semana. Perfil.com publicó que habría serias irregularidad en la adopción del hijo de Sergio Schoklender, realizada en Bolivia. La noticia angustió al mayor de los hermanos, quien ahora podría afrontar una acusación en la Justicia de ese país. La defensa de Pablo asegura que “los roles de Pablo y Sergio fueron completamente distintos en la administración de la Misión Sueños Compartidos y también lo fueron durante el curso de la causa judicial”. Pablo prefirió el bajo perfil y el silencio, mientras que Sergio optó por “prender el ventilador” y revelar los nombres de los funcionarios que viajaron en su jet privado.
Para diferenciarse de Sergio, Pablo planea desacreditar a su hermano y sugerir que sus últimos dichos en los medios y en el Congreso son resultado de una supuesta “psicopatía”.
“La causa permanece bajo secreto de sumario, por lo que Pablo no sabe de qué se lo acusa y mal puede elaborar alguna defensa hasta que conozca la imputación”, agregó Romero Victorica.
Pablo se despega de su hermano, nuevamente, como lo hizo cuando Sergio se retractó de la confesión del crimen de sus padres y contó que habían sido asesinados por un grupo de sicarios brasileños en venganza por la participación de su padre en un negocio de tráfico de armas entre la Marina de Eduardo Massera y Montoneros. Su hermano nunca convalidó esa hipótesis y la Justicia no le creyó a Sergio. Ahora Pablo cree que su mejor carta es distanciarse de Sergio, mostrarlo como un hombre “insano” y desbordado que “extorsiona” a funcionarios con sus últimas declaraciones públicas que salpicaron al secretario de Obras Públicas, José López (ver pagina 8).
El menor de los Schoklender espera, así, que el Gobierno le tienda una mano para aliviar su situación judicial en la causa por supuesto lavado de dinero y malversación de fondos públicos. Los pocos interlocutores que le quedan a Pablo Schoklender con la Casa Rosada pertenecen al entorno del ministro de Planificación, Julio De Vido.