ESCENARIO. Aníbal en un momento de “Smail”. Un trabajo al que le dedica pasión y fuego sagrado (Rubén Malleto).
Por Ricardo Filighera
Siempre tiene reuniones de trabajo. Llega con antelación a la función y estudia, con su equipo, la posibilidad de mejorar el producto. Es perfeccionista, pero consciente de la eficacia y del alcance de su labor.
Está a full como jurado del “Bailando”, con apariciones mediáticas durante toda la semana, participaciones en eventos y, por supuesto, con su gran capolavoro, “Smail”, en el teatro Astral.
Se lo nota, como de costumbre, movilizado a ultranza; regala gestos con el movimiento de sus manos por doquier, es, en definitiva, un Aníbal Pachano auténtico.
Distendido en su camarín, maquillaje mediante, atiende a “Crónica”: “Buenos Aires sigue siendo una plaza compleja a nivel teatral, pero muy gratificante. Me encuentro con un público muy afectivo, no solamente de acá sino también del exterior.
-Con casi 30 años de trayectoria, que la gente te vea en este espectáculo por primera vez, es un detalle especial.
-Es verdad, pero hay que tener en cuenta que la televisión a mí me posibilitó llegar a otros sectores de público y afianzarme en el escenario.
-En este espectáculo se redondea un poco más el humor.
-Es verdad, quizás en “Smail” tenga mayor participación. Sin embargo, a mí me sedujo mucho la posibilidad de darle una estética desde la dirección hasta el vestuario, la iluminación y los otros rubros. Por eso es que yo pongo mucho énfasis en la tarea de conjunto. Todos aportamos y el balance va a ser siempre con buenos resultados.
-¿Cómo es trabajar con tu hija, Sofía?
-En “Pour la galery” ya tenía una valiosa actuación, pero en “Smail” su labor adquiere una entidad más importante. El hecho de trabajar con los hijos siempre es complejo. Los padres nos tenemos que saber adaptar a esta circunstancia. En mi caso personal, hacerlo con Sofía es un desafío y un placer.
-A Sofía no le quedó otra que dedicarse al espectáculo teniendo a los padres tan metidos en el mundo del espectáculo musical.
Tanto yo como mi ex Ana (Sanz) la hicimos participar, o desde bambalinas o en el escenario mismo. Sofía tomó todo esto y lo redondeó como vocación, con los resultados a la vista.
-Qué opinás de las declaraciones de Biolcati sobre la situación argentina.
-¿Qué dijo?
-Que la gente mira a Tinelli, paga la cuota del plasma y no le interesa otra cosas más.
-Este señor tendría que conocer algunas cositas más sobre lo que representa el mundo del espectáculo. De movida, me parece que Hugo Biolcati se dedique a vender vaquitas y a aprender lo que es el universo del show. En definitiva, “vaca yendo gente al baile”, personaje más, personaje menos”.
-¿Te gustaría trabajar en el exterior?
-Me encantaría, pero siempre viviría en el país. No me puedo alejar de mi barrio, del café, de mi mundo noctámbulo, de mis amigos. Esto no lo podría dejar nunca.
Por Ricardo Filighera
Siempre tiene reuniones de trabajo. Llega con antelación a la función y estudia, con su equipo, la posibilidad de mejorar el producto. Es perfeccionista, pero consciente de la eficacia y del alcance de su labor.
Está a full como jurado del “Bailando”, con apariciones mediáticas durante toda la semana, participaciones en eventos y, por supuesto, con su gran capolavoro, “Smail”, en el teatro Astral.
Se lo nota, como de costumbre, movilizado a ultranza; regala gestos con el movimiento de sus manos por doquier, es, en definitiva, un Aníbal Pachano auténtico.
Distendido en su camarín, maquillaje mediante, atiende a “Crónica”: “Buenos Aires sigue siendo una plaza compleja a nivel teatral, pero muy gratificante. Me encuentro con un público muy afectivo, no solamente de acá sino también del exterior.
-Con casi 30 años de trayectoria, que la gente te vea en este espectáculo por primera vez, es un detalle especial.
-Es verdad, pero hay que tener en cuenta que la televisión a mí me posibilitó llegar a otros sectores de público y afianzarme en el escenario.
-En este espectáculo se redondea un poco más el humor.
-Es verdad, quizás en “Smail” tenga mayor participación. Sin embargo, a mí me sedujo mucho la posibilidad de darle una estética desde la dirección hasta el vestuario, la iluminación y los otros rubros. Por eso es que yo pongo mucho énfasis en la tarea de conjunto. Todos aportamos y el balance va a ser siempre con buenos resultados.
-¿Cómo es trabajar con tu hija, Sofía?
-En “Pour la galery” ya tenía una valiosa actuación, pero en “Smail” su labor adquiere una entidad más importante. El hecho de trabajar con los hijos siempre es complejo. Los padres nos tenemos que saber adaptar a esta circunstancia. En mi caso personal, hacerlo con Sofía es un desafío y un placer.
-A Sofía no le quedó otra que dedicarse al espectáculo teniendo a los padres tan metidos en el mundo del espectáculo musical.
Tanto yo como mi ex Ana (Sanz) la hicimos participar, o desde bambalinas o en el escenario mismo. Sofía tomó todo esto y lo redondeó como vocación, con los resultados a la vista.
-Qué opinás de las declaraciones de Biolcati sobre la situación argentina.
-¿Qué dijo?
-Que la gente mira a Tinelli, paga la cuota del plasma y no le interesa otra cosas más.
-Este señor tendría que conocer algunas cositas más sobre lo que representa el mundo del espectáculo. De movida, me parece que Hugo Biolcati se dedique a vender vaquitas y a aprender lo que es el universo del show. En definitiva, “vaca yendo gente al baile”, personaje más, personaje menos”.
-¿Te gustaría trabajar en el exterior?
-Me encantaría, pero siempre viviría en el país. No me puedo alejar de mi barrio, del café, de mi mundo noctámbulo, de mis amigos. Esto no lo podría dejar nunca.
JAJA! Peteó un avispero y ahora salieron las avispas.