ECONOMIA › ENTREVISTA A GREG PALAST, PERIODISTA ESPECIALIZADO EN LOS FONDOS BUITRE
La semana pasada, Palast escribió un artículo en The Guardian, citado por Cristina Kirchner, donde explicó que Barack Obama podría utilizar una cláusula constitucional para frenar el accionar de Griesa y Singer, aunque sospecha que no lo hará.
Por Sebastián Premici
Greg Palast es un destacado periodista en The Guardian y la BBC de Londres. En 2007 comenzó una serie de investigaciones sobre el accionar de los fondos buitre en todo el mundo. En su libro Vultures Picnic (El picnic de los buitres) describe con minucioso detalle el accionar de estos grupos de poder, y da cuenta de quiénes están detrás de los nombres de fantasía que utilizan en distintas partes. La semana pasada escribió un artículo en The Guardian donde explicó que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, podría utilizar una cláusula constitucional para frenar el accionar del juez Thomas Griesa y Paul Singer. Ese mismo artículo fue citado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En una entrevista con Páginað12 y con el programa A cara lavada de Radio Nacional, que se emitirá hoy, Palast sostuvo que los fondos buitre son una amenaza para los procesos democráticos, cuestionó el accionar del juez Griesa por su empatía ideológica con Singer y defendió la postura del gobierno nacional de no pagar a los buitres en los términos planteados por el magistrado de Nueva York.
–¿Cuándo y por qué comenzó a investigar sobre los fondos buitre?
–En 2007, la BBC me pidió que siguiera a una serie de fondos buitre que estaban tomando el dinero de los contribuyentes británicos destinado a distintas poblaciones de Africa. Encontramos casos de sobornos y extorsión. En la primera investigación encontré que el fondo conocido como Goldfinger (Michael Francis Sheehan) había sobornado al presidente de Zambia para controlar la deuda de ese país y conseguir un gran pago (N. del R.: Zambia le debía cerca de 30 millones de dólares a Rumania. Habían acordado un pago de 4 millones para saldar la deuda, hasta que el fondo Goldfinger se adelantó, le compró la deuda a Rumania y le exigió a Zambia el pago total). Eso me llevó a Paul Singer, quien fue capaz de perseguir al avión de Fujimori cuando éste trataba de escapar del país acusado de homicidio. Fujimori le pagó 58 millones de dólares a cambio de devolverle el avión. De esa manera, el ex mandatario peruano pudo escapar. En efecto, Singer fue cómplice del escape de Fujimori.
–¿Por qué los fondos buitre son protegidos por los poderes políticos y económicos?
–En el caso de muchos fondos buitre, usan las amenazas y el soborno. Singer tiene dos formas de amenazar, al menos en el caso de Estados Unidos. Por un lado, logró obtener 12 billones de dólares del gobierno norteamericano, amenazando con destruir la industria automotriz. De una manera brillante, logró quedarse con el manejo de las principales autopartistas de Estados Unidos y amenazó con frenar el suministro de autopartes a Chrysler y GM. Si hubiese cumplido su amenaza, la industria automotriz habría colapsado en dos días.
–¿Así fue como la ciudad de Detroit quebró?
–Exactamente. El presidente del Tesoro norteamericano en aquel momento utilizó los mismos términos que su presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), al decir que Singer estaba extorsionando al gobierno de los Estados Unidos. El problema actual es que Obama nunca enfrentará a Singer porque teme que éste vuelva a poner en riesgo la industria automotriz.
–Mencionó dos mecanismos de presión por parte de Singer.
–Además de las amenazas financieras y económicas, ejerce la presión política. El gasta millones de dólares financiando acciones políticas en contra de sus enemigos y eso lo hace muy temible ante los políticos norteamericanos, incluido Obama. Singer es un multimillonario que no tiene miedo en usar su dinero para destruir a sus oponentes políticos.
–¿Hay alguna ley en la Constitución norteamericana que pueda frenar su accionar?
–Después de mi primera investigación en la BBC, el Parlamento británico demandó a Singer y a sus fondos buitre, colegas en la Corte británica y en todo el Commonwealth. Esto implicó que Singer ya no pueda recurrir a ninguna Corte de la Commonwealth. En los Estados Unidos se creía que había cierta protección en relación con el accionar de los fondos buitre, hasta que llegó este extraño caso que tiene en su centro a la Argentina. Antes se asumía que ningún fondo buitre podía utilizar las cortes norteamericanas para accionar contra un país.
–¿Lo que usted dice es que la primera vez que Singer ganó un juicio en una Corte norteamericana fue con Griesa, esto no había sucedido antes?
–La primera vez que Singer ganó un juicio en Estados Unidos que le permitió embolsar millones de dólares fue con Griesa. Por ejemplo, la Justicia norteamericana ya había bloqueado su intento de quedarse con las reservas de petróleo de la República del Congo. Fue frenado varias veces. Por eso esta situación es muy inusual, sin precedente.
–¿Existe connivencia entre el juez Griesa y Singer?
–Los jueces norteamericanos son elegidos políticamente. Griesa fue elegido por Nixon, es un juez de extrema derecha, y creo que coincide ideológicamente con Singer y no le gusta para nada el gobierno de izquierda de la Argentina. Griesa es un juez muy viejo, claramente no entiende la ley y no quiere entenderla. También hay otro problema: mientras Obama sostiene que las decisiones de este magistrado son equivocadas, no ha utilizado su autoridad para frenar este caso.
–¿Usted habla de la cláusula de separación de poderes, conocida como comity?
–Esta cláusula es única en la Constitución. Por un lado dice que Obama no tiene ninguna autoridad para dar vuelta una decisión judicial; pero por otro lado le permite al presidente simplemente frenar el caso. El presidente debe decirle específicamente al juez que este caso entorpece sus decisiones de política exterior. Y Griesa sabe que ante ese pedido debería frenar el caso.
–Entonces, ¿es una decisión política de Obama?
–Sospecho que Obama no hará nada, le tiene mucho miedo a Singer.
–¿Es posible que los países nucleados en la Unasur o los Brics generen un andamiaje internacional para proteger a los países del accionar de los fondos buitre?
–El problema es que los Estados Unidos nunca reconocerían un sistema de estas características, porque Singer es el principal financista del Partido Republicano, que a su vez es el que controla el funcionamiento del Congreso. Mientras los republicanos controlen el Congreso, no hay ninguna posibilidad para el gobierno de reconocer una estructura legal internacional que proteja a los países del accionar de los fondos buitre.
–En este sentido, ¿considera que el accionar de los fondos buitre afecta los procesos democráticos, como puede ser una reestructuración de deuda soberana?
–Absolutamente; no sólo la decisión democrática y política de la Argentina está en riesgo sino todas las reestructuraciones de deuda del mundo. Los socios de Singer amenazaron con destruir a Grecia y toda la Zona Euro. Esta es una amenaza hacia todo el sistema financiero global. Y es un desafío para los políticos y para los congresos de los países, que deben frenar esta situación.
–¿Los bancos y los fondos buitre son parte de la misma amenaza, alimentan su codicia mutuamente?
–Creo que la mayoría de los bancos dicen que se oponen a la existencia de los fondos buitre, al considerarlos “una amenaza” para el sistema. Pero por otro lado les gusta cuando Singer juega el rol del “chico malo” y los bancos el lugar de los buenos y dicen que si no negocian con ellos, tendrán que hacerlo con los fondos buitre. Los bancos se oponen oficialmente a los buitres, pero están felices de tenerlos cerca.
–Muchos políticos locales dijeron que hay que pagar a los buitres. Lo dijo Mauricio Macri, alguien que quiere ser presidente de la Argentina. ¿Qué opina de este tipo de afirmaciones?
–Es totalmente posible para la Argentina pagar a los buitres (desde el punto de vista financiero). Sin embargo, si se les paga en estos términos, sé de muchos otros buitres que demandarán otros millones de dólares. Muchos bancos y no sólo los buitres podrían demandar un pago similar. Si se le paga a Singer, el Gobierno deberá pagarles a muchos otros.
“En el caso de muchos fondos buitre, usan las amenazas y el soborno”, afirma Palast.
La semana pasada, Palast escribió un artículo en The Guardian, citado por Cristina Kirchner, donde explicó que Barack Obama podría utilizar una cláusula constitucional para frenar el accionar de Griesa y Singer, aunque sospecha que no lo hará.
Por Sebastián Premici
Greg Palast es un destacado periodista en The Guardian y la BBC de Londres. En 2007 comenzó una serie de investigaciones sobre el accionar de los fondos buitre en todo el mundo. En su libro Vultures Picnic (El picnic de los buitres) describe con minucioso detalle el accionar de estos grupos de poder, y da cuenta de quiénes están detrás de los nombres de fantasía que utilizan en distintas partes. La semana pasada escribió un artículo en The Guardian donde explicó que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, podría utilizar una cláusula constitucional para frenar el accionar del juez Thomas Griesa y Paul Singer. Ese mismo artículo fue citado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En una entrevista con Páginað12 y con el programa A cara lavada de Radio Nacional, que se emitirá hoy, Palast sostuvo que los fondos buitre son una amenaza para los procesos democráticos, cuestionó el accionar del juez Griesa por su empatía ideológica con Singer y defendió la postura del gobierno nacional de no pagar a los buitres en los términos planteados por el magistrado de Nueva York.
–¿Cuándo y por qué comenzó a investigar sobre los fondos buitre?
–En 2007, la BBC me pidió que siguiera a una serie de fondos buitre que estaban tomando el dinero de los contribuyentes británicos destinado a distintas poblaciones de Africa. Encontramos casos de sobornos y extorsión. En la primera investigación encontré que el fondo conocido como Goldfinger (Michael Francis Sheehan) había sobornado al presidente de Zambia para controlar la deuda de ese país y conseguir un gran pago (N. del R.: Zambia le debía cerca de 30 millones de dólares a Rumania. Habían acordado un pago de 4 millones para saldar la deuda, hasta que el fondo Goldfinger se adelantó, le compró la deuda a Rumania y le exigió a Zambia el pago total). Eso me llevó a Paul Singer, quien fue capaz de perseguir al avión de Fujimori cuando éste trataba de escapar del país acusado de homicidio. Fujimori le pagó 58 millones de dólares a cambio de devolverle el avión. De esa manera, el ex mandatario peruano pudo escapar. En efecto, Singer fue cómplice del escape de Fujimori.
–¿Por qué los fondos buitre son protegidos por los poderes políticos y económicos?
–En el caso de muchos fondos buitre, usan las amenazas y el soborno. Singer tiene dos formas de amenazar, al menos en el caso de Estados Unidos. Por un lado, logró obtener 12 billones de dólares del gobierno norteamericano, amenazando con destruir la industria automotriz. De una manera brillante, logró quedarse con el manejo de las principales autopartistas de Estados Unidos y amenazó con frenar el suministro de autopartes a Chrysler y GM. Si hubiese cumplido su amenaza, la industria automotriz habría colapsado en dos días.
–¿Así fue como la ciudad de Detroit quebró?
–Exactamente. El presidente del Tesoro norteamericano en aquel momento utilizó los mismos términos que su presidenta (Cristina Fernández de Kirchner), al decir que Singer estaba extorsionando al gobierno de los Estados Unidos. El problema actual es que Obama nunca enfrentará a Singer porque teme que éste vuelva a poner en riesgo la industria automotriz.
–Mencionó dos mecanismos de presión por parte de Singer.
–Además de las amenazas financieras y económicas, ejerce la presión política. El gasta millones de dólares financiando acciones políticas en contra de sus enemigos y eso lo hace muy temible ante los políticos norteamericanos, incluido Obama. Singer es un multimillonario que no tiene miedo en usar su dinero para destruir a sus oponentes políticos.
–¿Hay alguna ley en la Constitución norteamericana que pueda frenar su accionar?
–Después de mi primera investigación en la BBC, el Parlamento británico demandó a Singer y a sus fondos buitre, colegas en la Corte británica y en todo el Commonwealth. Esto implicó que Singer ya no pueda recurrir a ninguna Corte de la Commonwealth. En los Estados Unidos se creía que había cierta protección en relación con el accionar de los fondos buitre, hasta que llegó este extraño caso que tiene en su centro a la Argentina. Antes se asumía que ningún fondo buitre podía utilizar las cortes norteamericanas para accionar contra un país.
–¿Lo que usted dice es que la primera vez que Singer ganó un juicio en una Corte norteamericana fue con Griesa, esto no había sucedido antes?
–La primera vez que Singer ganó un juicio en Estados Unidos que le permitió embolsar millones de dólares fue con Griesa. Por ejemplo, la Justicia norteamericana ya había bloqueado su intento de quedarse con las reservas de petróleo de la República del Congo. Fue frenado varias veces. Por eso esta situación es muy inusual, sin precedente.
–¿Existe connivencia entre el juez Griesa y Singer?
–Los jueces norteamericanos son elegidos políticamente. Griesa fue elegido por Nixon, es un juez de extrema derecha, y creo que coincide ideológicamente con Singer y no le gusta para nada el gobierno de izquierda de la Argentina. Griesa es un juez muy viejo, claramente no entiende la ley y no quiere entenderla. También hay otro problema: mientras Obama sostiene que las decisiones de este magistrado son equivocadas, no ha utilizado su autoridad para frenar este caso.
–¿Usted habla de la cláusula de separación de poderes, conocida como comity?
–Esta cláusula es única en la Constitución. Por un lado dice que Obama no tiene ninguna autoridad para dar vuelta una decisión judicial; pero por otro lado le permite al presidente simplemente frenar el caso. El presidente debe decirle específicamente al juez que este caso entorpece sus decisiones de política exterior. Y Griesa sabe que ante ese pedido debería frenar el caso.
–Entonces, ¿es una decisión política de Obama?
–Sospecho que Obama no hará nada, le tiene mucho miedo a Singer.
–¿Es posible que los países nucleados en la Unasur o los Brics generen un andamiaje internacional para proteger a los países del accionar de los fondos buitre?
–El problema es que los Estados Unidos nunca reconocerían un sistema de estas características, porque Singer es el principal financista del Partido Republicano, que a su vez es el que controla el funcionamiento del Congreso. Mientras los republicanos controlen el Congreso, no hay ninguna posibilidad para el gobierno de reconocer una estructura legal internacional que proteja a los países del accionar de los fondos buitre.
–En este sentido, ¿considera que el accionar de los fondos buitre afecta los procesos democráticos, como puede ser una reestructuración de deuda soberana?
–Absolutamente; no sólo la decisión democrática y política de la Argentina está en riesgo sino todas las reestructuraciones de deuda del mundo. Los socios de Singer amenazaron con destruir a Grecia y toda la Zona Euro. Esta es una amenaza hacia todo el sistema financiero global. Y es un desafío para los políticos y para los congresos de los países, que deben frenar esta situación.
–¿Los bancos y los fondos buitre son parte de la misma amenaza, alimentan su codicia mutuamente?
–Creo que la mayoría de los bancos dicen que se oponen a la existencia de los fondos buitre, al considerarlos “una amenaza” para el sistema. Pero por otro lado les gusta cuando Singer juega el rol del “chico malo” y los bancos el lugar de los buenos y dicen que si no negocian con ellos, tendrán que hacerlo con los fondos buitre. Los bancos se oponen oficialmente a los buitres, pero están felices de tenerlos cerca.
–Muchos políticos locales dijeron que hay que pagar a los buitres. Lo dijo Mauricio Macri, alguien que quiere ser presidente de la Argentina. ¿Qué opina de este tipo de afirmaciones?
–Es totalmente posible para la Argentina pagar a los buitres (desde el punto de vista financiero). Sin embargo, si se les paga en estos términos, sé de muchos otros buitres que demandarán otros millones de dólares. Muchos bancos y no sólo los buitres podrían demandar un pago similar. Si se le paga a Singer, el Gobierno deberá pagarles a muchos otros.
“En el caso de muchos fondos buitre, usan las amenazas y el soborno”, afirma Palast.
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