El frente externo Lo planteó el encargado interino de la Embajada en Buenos Aires, a pocos días del viaje de Cristina a Nueva York. Ratificó que no apoyan el proyecto sobre la deuda que Argentina impulsó en la ONU.
Consejos. Kevin Sullivan, el año pasado al salir de una reunión social en la Corte Suprema. Ahora aconsejó negociar con los acreedores. / JUAN JOSE TRAVERSO
Ezequiel Burgo
Estados Unidos no respaldará el mecanismo legal propuesto por Argentina en Naciones Unidas para regular las reestructuraciones de las deudas soberanas. Así lo confirmó Kevin Sullivan, su embajador interino en Buenos Aires, durante una charla con Clarín en la embajada. “EE.UU.
no apoya el debate en Naciones Unidas porque no nos parece el ámbito para encontrar una solución eficiente”.
¿Cuál es el marco adecuado entonces?
“Es mucho mejor trabajar sobre mecanismos de mercado que ya existen para emitir deuda soberana antes que crear una convención en ONU o ir a La Haya”.
La resolución de Naciones Unidas fue aprobada por su asamblea el martes pasado. Aún faltan definir su funcionamiento. La letra chica podría llevar meses de discusión. El representante de EE.UU. dijo aquel día que el mecanismo propuesto por Argentina crearía incertidumbre. Pero las palabras de Sullivan son las primeras expresiones en boca de un funcionario. El número uno de la Embajada de EE.UU. en Argentina hizo saber esa posición a sólo dos semanas de que Cristina Kirchner viaje a Nueva York para participar de la Asamblea de la ONU.
Para Sullivan, “es importante que la Argentina salga del default”.
En Washington están convencidos que ninguna de las iniciativas accionadas por el Gobierno -La Haya, ONU y la nueva ley del canje-, servirán para sacar a Argentina del default. Pero este concepto en motivo de controversia y el Gobierno considera que no está en default.
Si Cristina y Obama se cruzaran en alguna de las dos citas que compartirán este año, en Nueva York o Brisbane, el estadounidense sostendrá que la clave pasa por encontrar soluciones prácticas. Y una negociación entre Argentina y los buitres sigue siendo la principal llave para ello. ¿Habrá acuerdo después del 1 de enero cuando caiga la cláusula RUFO?
Washington comparte un criterio con Buenos Aires: reconoce que el fallo de Thomas Griesa crea incertidumbre sobre el futuro de las emisiones de deuda. El juez otorgó derechos a una minoría de acreedores y sometió a su voluntad a la mayoría. El caso argentino es elocuente: el 93% de los tenedores de bonos en default en 2001 eligió entrar a los canjes. Pero el 7% se negó, fue a juicio y lo ganó con el argumento de que Argentina había violado una cláusula de tratamiento igualitario (pari passu) que figura en el contrato.
La saga de la deuda argentina roza los intereses de Estados Unidos. Por un lado, Citibank afrontará este jueves en Nueva York una audiencia que, según la entidad, será clave para el futuro de su permanencia en el país. Por otro, el gobierno de EE.UU. fomentó que una organización internacional, la International Capital Market Association, que representa a los bancos más grandes del mundo, anunciara cambios en las emisiones futuras de deuda. Así Washington logró que los contratos incluyan “cláusulas de acción colectiva”, que significa la obligatoriedad de todos de aceptar la decisión de una mayoría calificada. Axel Kicillof elogió la modificación. Nunca dijo que, en parte, fue gracias a la diplomacia financiera de Obama.
El mecanismo generalista que propuso Argentina en Naciones Unidas fue rechazado por los cuatros países que dan sede a las cuatro plazas financieras más importantes del mundo: Estados Unidos (Nueva York), Gran Bretaña (Londres), Alemania (Frankfurt) y Japón (Tokio). El representante de Japón señaló que “el FMI y el Club de París son las instituciones adecuadas” para resolver los temas de deuda.
Sullivan piensa que “es importante que Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda de crecimiento económico sustentable y atraer la inversión que necesita”. Para el número uno actual de la Embajada estadounidense, hasta el 16 de junio, día en que la Corte Suprema de Justicia rechazó revisar el caso argentino, “Argentina venía muy bien, resolviendo problemas claves para su reinserción en los mercados financieros. El acuerdo con el Club de París es importante y contundente. Traerá beneficios a la Argentina”.
Consejos. Kevin Sullivan, el año pasado al salir de una reunión social en la Corte Suprema. Ahora aconsejó negociar con los acreedores. / JUAN JOSE TRAVERSO
Ezequiel Burgo
Estados Unidos no respaldará el mecanismo legal propuesto por Argentina en Naciones Unidas para regular las reestructuraciones de las deudas soberanas. Así lo confirmó Kevin Sullivan, su embajador interino en Buenos Aires, durante una charla con Clarín en la embajada. “EE.UU.
no apoya el debate en Naciones Unidas porque no nos parece el ámbito para encontrar una solución eficiente”.
¿Cuál es el marco adecuado entonces?
“Es mucho mejor trabajar sobre mecanismos de mercado que ya existen para emitir deuda soberana antes que crear una convención en ONU o ir a La Haya”.
La resolución de Naciones Unidas fue aprobada por su asamblea el martes pasado. Aún faltan definir su funcionamiento. La letra chica podría llevar meses de discusión. El representante de EE.UU. dijo aquel día que el mecanismo propuesto por Argentina crearía incertidumbre. Pero las palabras de Sullivan son las primeras expresiones en boca de un funcionario. El número uno de la Embajada de EE.UU. en Argentina hizo saber esa posición a sólo dos semanas de que Cristina Kirchner viaje a Nueva York para participar de la Asamblea de la ONU.
Para Sullivan, “es importante que la Argentina salga del default”.
En Washington están convencidos que ninguna de las iniciativas accionadas por el Gobierno -La Haya, ONU y la nueva ley del canje-, servirán para sacar a Argentina del default. Pero este concepto en motivo de controversia y el Gobierno considera que no está en default.
Si Cristina y Obama se cruzaran en alguna de las dos citas que compartirán este año, en Nueva York o Brisbane, el estadounidense sostendrá que la clave pasa por encontrar soluciones prácticas. Y una negociación entre Argentina y los buitres sigue siendo la principal llave para ello. ¿Habrá acuerdo después del 1 de enero cuando caiga la cláusula RUFO?
Washington comparte un criterio con Buenos Aires: reconoce que el fallo de Thomas Griesa crea incertidumbre sobre el futuro de las emisiones de deuda. El juez otorgó derechos a una minoría de acreedores y sometió a su voluntad a la mayoría. El caso argentino es elocuente: el 93% de los tenedores de bonos en default en 2001 eligió entrar a los canjes. Pero el 7% se negó, fue a juicio y lo ganó con el argumento de que Argentina había violado una cláusula de tratamiento igualitario (pari passu) que figura en el contrato.
La saga de la deuda argentina roza los intereses de Estados Unidos. Por un lado, Citibank afrontará este jueves en Nueva York una audiencia que, según la entidad, será clave para el futuro de su permanencia en el país. Por otro, el gobierno de EE.UU. fomentó que una organización internacional, la International Capital Market Association, que representa a los bancos más grandes del mundo, anunciara cambios en las emisiones futuras de deuda. Así Washington logró que los contratos incluyan “cláusulas de acción colectiva”, que significa la obligatoriedad de todos de aceptar la decisión de una mayoría calificada. Axel Kicillof elogió la modificación. Nunca dijo que, en parte, fue gracias a la diplomacia financiera de Obama.
El mecanismo generalista que propuso Argentina en Naciones Unidas fue rechazado por los cuatros países que dan sede a las cuatro plazas financieras más importantes del mundo: Estados Unidos (Nueva York), Gran Bretaña (Londres), Alemania (Frankfurt) y Japón (Tokio). El representante de Japón señaló que “el FMI y el Club de París son las instituciones adecuadas” para resolver los temas de deuda.
Sullivan piensa que “es importante que Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda de crecimiento económico sustentable y atraer la inversión que necesita”. Para el número uno actual de la Embajada estadounidense, hasta el 16 de junio, día en que la Corte Suprema de Justicia rechazó revisar el caso argentino, “Argentina venía muy bien, resolviendo problemas claves para su reinserción en los mercados financieros. El acuerdo con el Club de París es importante y contundente. Traerá beneficios a la Argentina”.
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