BERLÍN.- El mundo empresarial alemán reaccionó con duras críticas al pacto de gran coalición firmado anteayer por las mayores fuerzas políticas alemanas. Un pacto de gobierno que incluye el salario mínimo universal de 8,50 euros la hora, límites para los contratos de trabajo temporal y una generosa reforma del sistema de jubilaciones que, según las asociaciones empresariales, es un paso atrás que dificultará el cumplimiento de los objetivos de crecimiento económico.
Además, hay escepticismo sobre si la canciller, Angela Merkel, logrará implementar las propuestas sin aumentar los impuestos. Al fin y al cabo, las empresas le reprochan un pacto demasiado de izquierda y una actitud ambivalente: que predica la austeridad afuera, pero no la practica en casa.
«El pacto de gran coalición fue una ocasión perdida para la economía alemana», fustigó Ulrich Grillo, presidente de la poderosa Bundesverband der Deutschen Industrie (BDI), la patronal alemana.
Grillo dijo que un pacto de gobierno como el sellado anteayer «manda a la economía señales de estancamiento en lugar de impulsos para el crecimiento» y que los puntos aprobados, si es que se lograran llevar a la práctica, «no son los andenes adecuados para lograr más crecimiento y empleo». Hasta llegó a decir que, desde un punto de vista estrictamente económico, algunas decisiones «no son sensatas».
Por su parte, el presidente de la Asociación de los Empleadores, Ingo Kramer, y el presidente de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria (DIHK, por sus siglas en alemán), Eric Schweitzer, criticaron duramente la propuesta de introducción de un salario mínimo de 8,50 euros por hora, una medida que, dicen, terminará por destruir puestos de trabajo.
Schweitzer dijo estar feliz de la decisión de no aumentar impuestos, pero denunció la falta de iniciativas en políticas fiscales: a pesar de la recaudación abundante, faltaron propuestas para reformar el sector.
Otros expresaron dudas sobre que realmente se puedan invertir 5000 millones de euros en investigación y educación e implementar una reforma de las jubilaciones generosa (recorte de la edad para la pensión plena a 63 años con 45 años de contribuciones, aumento de las jubilaciones mínimas y contabilización de las contribuciones también en el periodo de maternidad), sin aumentar los impuestos y manteniéndose dentro de un presupuesto total de 23.000 millones de euros.
«Hay un gran signo de interrogación sobre la posibilidad, para la gran coalición, de llegar al final del mandato de cuatro años sin aumentar los impuestos, frente a iniciativas tan ambiciosas», dijo Hannes Hesse presidente de la Asociación de la Industria Mecánica (VDMA, por sus siglas en alemán). Respecto de las pensiones y el mercado laboral, «la gran coalición da un significativo paso atrás y de hecho anula los resultados alcanzado con las reformas de los últimos diez años», dijo Lutz Göebel, presidente de la Asociación de Empresas Familiares.
Por último, para la Asociación de Empresas Químicas (VCI), el contrato de gobierno no responde a cuestiones urgentes de política industrial. En particular a lo relativo al Energiewende -el cambio hacia el abandono de la energía atómica-, donde la reforma prevista para la actual ley de energías renovables no es lo suficientemente ambiciosa.
Mientras los empresarios disienten con la cabeza, los sindicalistas se frotan las manos. Los representantes de los trabajadores aplaudieron los resultados alcanzados por el líder socialdemócrata Sigmar Gabriel en las negociaciones con Merkel, con toda la fuerza de su aplastante resultado electoral.
Michael Sommer, presidente de la Confederación General de los Trabajadores, encontró sólo palabras positivas para describir el acuerdo: «Un gran paso adelante». La aprobación de los sindicados se considera fundamental para obtener el visto bueno de la base del partido socialdemócrata al programa de gobierno, en el referéndum vinculante que se celebrará en la segunda semana de diciembre.
Responde a los reclamos de la centroizquierda
Angela Merkel – Canciller alemana
Merkel acordó con los socialdemócratas un programa de gobierno para los próximos cuatro años que los empresarios consideran perjudicial para el crecimiento económico
Salario mínimo
Será de 8,50 euros por hora a partir de 2015, aunque con excepciones hasta 2017; fue uno de los principales requisitos de los socialdemócratas para llegar a un acuerdo
Jubilación
Baja de la edad mínima para la jubilación, de 67 a 63 años, para quienes tengan 45 años de contribuciones; ofrece mejoras en las pensiones para sueldos bajos y madres de familia
Impuestos y deuda
Como prometió la CDU de Merkel durante la campaña electoral, no habrá aumentos de impuestos; tampoco se financiará el gobierno por medio de endeudamiento .
Además, hay escepticismo sobre si la canciller, Angela Merkel, logrará implementar las propuestas sin aumentar los impuestos. Al fin y al cabo, las empresas le reprochan un pacto demasiado de izquierda y una actitud ambivalente: que predica la austeridad afuera, pero no la practica en casa.
«El pacto de gran coalición fue una ocasión perdida para la economía alemana», fustigó Ulrich Grillo, presidente de la poderosa Bundesverband der Deutschen Industrie (BDI), la patronal alemana.
Grillo dijo que un pacto de gobierno como el sellado anteayer «manda a la economía señales de estancamiento en lugar de impulsos para el crecimiento» y que los puntos aprobados, si es que se lograran llevar a la práctica, «no son los andenes adecuados para lograr más crecimiento y empleo». Hasta llegó a decir que, desde un punto de vista estrictamente económico, algunas decisiones «no son sensatas».
Por su parte, el presidente de la Asociación de los Empleadores, Ingo Kramer, y el presidente de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria (DIHK, por sus siglas en alemán), Eric Schweitzer, criticaron duramente la propuesta de introducción de un salario mínimo de 8,50 euros por hora, una medida que, dicen, terminará por destruir puestos de trabajo.
Schweitzer dijo estar feliz de la decisión de no aumentar impuestos, pero denunció la falta de iniciativas en políticas fiscales: a pesar de la recaudación abundante, faltaron propuestas para reformar el sector.
Otros expresaron dudas sobre que realmente se puedan invertir 5000 millones de euros en investigación y educación e implementar una reforma de las jubilaciones generosa (recorte de la edad para la pensión plena a 63 años con 45 años de contribuciones, aumento de las jubilaciones mínimas y contabilización de las contribuciones también en el periodo de maternidad), sin aumentar los impuestos y manteniéndose dentro de un presupuesto total de 23.000 millones de euros.
«Hay un gran signo de interrogación sobre la posibilidad, para la gran coalición, de llegar al final del mandato de cuatro años sin aumentar los impuestos, frente a iniciativas tan ambiciosas», dijo Hannes Hesse presidente de la Asociación de la Industria Mecánica (VDMA, por sus siglas en alemán). Respecto de las pensiones y el mercado laboral, «la gran coalición da un significativo paso atrás y de hecho anula los resultados alcanzado con las reformas de los últimos diez años», dijo Lutz Göebel, presidente de la Asociación de Empresas Familiares.
Por último, para la Asociación de Empresas Químicas (VCI), el contrato de gobierno no responde a cuestiones urgentes de política industrial. En particular a lo relativo al Energiewende -el cambio hacia el abandono de la energía atómica-, donde la reforma prevista para la actual ley de energías renovables no es lo suficientemente ambiciosa.
Mientras los empresarios disienten con la cabeza, los sindicalistas se frotan las manos. Los representantes de los trabajadores aplaudieron los resultados alcanzados por el líder socialdemócrata Sigmar Gabriel en las negociaciones con Merkel, con toda la fuerza de su aplastante resultado electoral.
Michael Sommer, presidente de la Confederación General de los Trabajadores, encontró sólo palabras positivas para describir el acuerdo: «Un gran paso adelante». La aprobación de los sindicados se considera fundamental para obtener el visto bueno de la base del partido socialdemócrata al programa de gobierno, en el referéndum vinculante que se celebrará en la segunda semana de diciembre.
Responde a los reclamos de la centroizquierda
Angela Merkel – Canciller alemana
Merkel acordó con los socialdemócratas un programa de gobierno para los próximos cuatro años que los empresarios consideran perjudicial para el crecimiento económico
Salario mínimo
Será de 8,50 euros por hora a partir de 2015, aunque con excepciones hasta 2017; fue uno de los principales requisitos de los socialdemócratas para llegar a un acuerdo
Jubilación
Baja de la edad mínima para la jubilación, de 67 a 63 años, para quienes tengan 45 años de contribuciones; ofrece mejoras en las pensiones para sueldos bajos y madres de familia
Impuestos y deuda
Como prometió la CDU de Merkel durante la campaña electoral, no habrá aumentos de impuestos; tampoco se financiará el gobierno por medio de endeudamiento .
Populistisch stute!