Ezequiel Rudman Punteo. Nicolás Massot y Luciano Laspina chequean votos en la sesión.
Ayer fue, después de la aprobación de la ley antidespidos, la jornada más adversa para Mauricio Macri en Diputados desde que asumió la Presidencia. El oficialismo debió ceder la agenda legislativa. A saber:
• Ley de reforma del Ministerio Público Fiscal: aplazada por fuego amigo de Elisa Carrió, ni siquiera se pudo incluir en el orden del día. La diputada de la Coalición Cívica rechazó la ley e insistió con desplazar a Alejandra Gils Carbó, pero a través de un juicio político.
• Ley de Participación Público-Privada: el tratamiento de iniciativa del Poder Ejecutivo Nacional fue rechazada por el peronismo en el recinto y devuelta a comisión por la kirchnerización de Sergio Massa, quien se alió al Frente para la Victoria de Héctor Recalde.
• Ley de Emergencia Social: acuerdo del panperonismo y los bloques opositores para emitir dictamen el próximo martes, con costo fiscal de aproximadamente 150 mil millones de pesos, no previstos en el Presupuesto.
La coalición oficialista Cambiemos patinó así en su intento por sancionar ayer en la Cámara de Diputados el nuevo régimen de participación público-privada para la contratación de obra pública. El cambio de planes se precipitó a partir de una moción del kirchnerista Frente para la Victoria para que el proyecto vuelva a debatirse en comisión. La moción solicitada por el diputado de la Unión Obrera Metalúrgica, Abel Furlán, se sometió a votación y el resultado arrojó 107 votos positivos, 106 rechazos y 8 abstenciones. Pese a que Cambiemos ya había acordado con Massa y con el Bloque Justicialista los votos necesarios para aprobar la iniciativa, en el recinto nunca se materializó el apoyo prometido por el panperonismo y la iniciativa fue devuelta a comisión.
El imprevisto giro del massismo, que había garantizado su apoyo, sumado a la torpeza al votar por parte de un diputado radical, definieron el debate a favor de quienes, tras la propuesta del FPV-PJ, no querían que el proyecto se sancionara. El primer resultado fue de 107 a 105; y ante el murmullo que se generó en el recinto por el sorpresivo resultado, el radical Hugo Marcucci pidió la palabra para aclarar que su voto no era positivo, sino que era negativo.
El error no se pudo salvar ya que la oposición abandonó el recinto en masa. De haberse corregido ese voto, el resultado hubiera arrojado un empate 106 a 106, con la posibilidad del macrista Emilio Monzó para desempatar. Ya en Pasos Perdidos, legisladores de Cambiemos hablaban de «deslealtad parlamentaria» del Frente Renovador, y mostraban mensajes telefónicos de la noche del martes con algunos massistas, en los que estos últimos aseguraban que acompañarían la aprobación del texto. Consultado por el sorpresivo cambio de postura, el líder del FR, Massa, señaló a la prensa que «había muchos cambios en el proyecto y lo mejor era retornarlo a la comisión para que lo siguiera estudiando». Sobre el momento en que adoptaron esa decisión, dudó un instante y respondió: «Hoy cuando yo llegué a la sesión».
La jornada ya había empezado mal para Cambiemos. En una reunión, convocada por las organizaciones de la Economía Popular (CTEP, CCC y Barrios de Pie) y por el bloque Peronismo para la Victoria, que se realizó en el Salón Blanco del Palacio legislativo con la presencia de los jefes de bloques opositores, se fijó el martes próximo como fecha para emitir dictamen sobre la Emergencia Social. Estuvieron presentes Leonardo Grosso, jefe de bloque de Peronismo para la Victoria; Recalde, jefe del bloque Frente para la Victoria; Graciela Camaño, jefa de bloque del Frente Renovador; Oscar Romero, jefe del Bloque Justicialista; Victoria Donda, de Libres del Sur; y Alicia Ciciliani, del Partido Socialista.
El oficialismo debió conformarse con la aprobación del nuevo régimen que regula la actividad de la abogacía, a pedido de Massa.
Ayer fue, después de la aprobación de la ley antidespidos, la jornada más adversa para Mauricio Macri en Diputados desde que asumió la Presidencia. El oficialismo debió ceder la agenda legislativa. A saber:
• Ley de reforma del Ministerio Público Fiscal: aplazada por fuego amigo de Elisa Carrió, ni siquiera se pudo incluir en el orden del día. La diputada de la Coalición Cívica rechazó la ley e insistió con desplazar a Alejandra Gils Carbó, pero a través de un juicio político.
• Ley de Participación Público-Privada: el tratamiento de iniciativa del Poder Ejecutivo Nacional fue rechazada por el peronismo en el recinto y devuelta a comisión por la kirchnerización de Sergio Massa, quien se alió al Frente para la Victoria de Héctor Recalde.
• Ley de Emergencia Social: acuerdo del panperonismo y los bloques opositores para emitir dictamen el próximo martes, con costo fiscal de aproximadamente 150 mil millones de pesos, no previstos en el Presupuesto.
La coalición oficialista Cambiemos patinó así en su intento por sancionar ayer en la Cámara de Diputados el nuevo régimen de participación público-privada para la contratación de obra pública. El cambio de planes se precipitó a partir de una moción del kirchnerista Frente para la Victoria para que el proyecto vuelva a debatirse en comisión. La moción solicitada por el diputado de la Unión Obrera Metalúrgica, Abel Furlán, se sometió a votación y el resultado arrojó 107 votos positivos, 106 rechazos y 8 abstenciones. Pese a que Cambiemos ya había acordado con Massa y con el Bloque Justicialista los votos necesarios para aprobar la iniciativa, en el recinto nunca se materializó el apoyo prometido por el panperonismo y la iniciativa fue devuelta a comisión.
El imprevisto giro del massismo, que había garantizado su apoyo, sumado a la torpeza al votar por parte de un diputado radical, definieron el debate a favor de quienes, tras la propuesta del FPV-PJ, no querían que el proyecto se sancionara. El primer resultado fue de 107 a 105; y ante el murmullo que se generó en el recinto por el sorpresivo resultado, el radical Hugo Marcucci pidió la palabra para aclarar que su voto no era positivo, sino que era negativo.
El error no se pudo salvar ya que la oposición abandonó el recinto en masa. De haberse corregido ese voto, el resultado hubiera arrojado un empate 106 a 106, con la posibilidad del macrista Emilio Monzó para desempatar. Ya en Pasos Perdidos, legisladores de Cambiemos hablaban de «deslealtad parlamentaria» del Frente Renovador, y mostraban mensajes telefónicos de la noche del martes con algunos massistas, en los que estos últimos aseguraban que acompañarían la aprobación del texto. Consultado por el sorpresivo cambio de postura, el líder del FR, Massa, señaló a la prensa que «había muchos cambios en el proyecto y lo mejor era retornarlo a la comisión para que lo siguiera estudiando». Sobre el momento en que adoptaron esa decisión, dudó un instante y respondió: «Hoy cuando yo llegué a la sesión».
La jornada ya había empezado mal para Cambiemos. En una reunión, convocada por las organizaciones de la Economía Popular (CTEP, CCC y Barrios de Pie) y por el bloque Peronismo para la Victoria, que se realizó en el Salón Blanco del Palacio legislativo con la presencia de los jefes de bloques opositores, se fijó el martes próximo como fecha para emitir dictamen sobre la Emergencia Social. Estuvieron presentes Leonardo Grosso, jefe de bloque de Peronismo para la Victoria; Recalde, jefe del bloque Frente para la Victoria; Graciela Camaño, jefa de bloque del Frente Renovador; Oscar Romero, jefe del Bloque Justicialista; Victoria Donda, de Libres del Sur; y Alicia Ciciliani, del Partido Socialista.
El oficialismo debió conformarse con la aprobación del nuevo régimen que regula la actividad de la abogacía, a pedido de Massa.