Ya se sabía que Techint estaba detrás de una de las mayores siderúrgicas brasileñas: Usiminas. Pero hasta el domingo por la noche parecía ser una de las dos aspirantes a quedarse con parte del paquete de control de la empresa. La otra que apostaba al negocio era la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN ) de Benjamín Steinbruch. Por eso ayer hubo sorpresa en los medios periodísticos locales cuando se reconfirmó que Ternium, brazo del holding argentino de Paolo Roca, se alzó con 43,3% del capital .
Hay otros dos copropietarios: Nippon Steel con 46,1% y el fondo de pensiones de los empleados de la empresa, con 10,6%. Los tres socios pasan a detentar, en conjunto, 63.9 % de las acciones votantes. Para Techint la operación implica un desembolso (a ser realizada por sus subsidiarias Tenaris y Cofap) de 2.700 millones de dólares . Ese monto le permite sumar las acciones de la siderúrgica ( 27,7% del total) que estaban en manos de dos grandes brasileñas: los grupos Votorantim y Camargo Correa.
Los medios locales consideraban ayer que este es “un paso clave” en la historia de la siderurgia brasileña . Y subrayaron que “entierra definitivamente” a la competidora CSN. Steinbruch, su dueño, había tomado posiciones en Usiminas a lo largo de este año con un aumento de su participación que llega en la actualidad a 20,14% de las acciones preferenciales y a 11,65% del capital con derecho a voto.
Hay un dato muy interesante que explica la puja por la siderúrgica de Brasil. Ternium generó 34% de sus ventas en América del Sur y Centroamérica. Otro 33% se originó en América del Norte. Usiminas fue fundada en 1956 y en los años 60 el Estado brasileño pasó a controlar la compañía , acompañado por el socio japonés. Fue privatizada en 1991 y, curiosamente, resultó el primer ejemplo del plan de desestatización de empresas públicas brasileña.
La relación entre Techint y Usiminas es antigua . La siderúrgica tuvo participación en el pasado en la compañía argentina. Pero a principios de año Ternium recompró esa porción.
Para los analistas brasileños, el paso dado por Techint pone fin a la disputa por el control accionario que ya llevaba meses. Desde ese punto de vista, la entrada del grupo argentino “es muy positiva para la compañía” estimaron inversores bursátiles. Otros indicaron: “Creemos que el ingreso del nuevo socio contribuirá mucho al negocio de Usiminas en el mediano plazo”. Apuestan a que el holding de Rocca podrá abrir nuevos mercados. Según evaluó la propia Ternium, en conjunto con Nippon Steel y Usiminas podrán “realzar” la competitividad de cada compañía en tecnología, calidad y eficiencia de costos.
Hay otros dos copropietarios: Nippon Steel con 46,1% y el fondo de pensiones de los empleados de la empresa, con 10,6%. Los tres socios pasan a detentar, en conjunto, 63.9 % de las acciones votantes. Para Techint la operación implica un desembolso (a ser realizada por sus subsidiarias Tenaris y Cofap) de 2.700 millones de dólares . Ese monto le permite sumar las acciones de la siderúrgica ( 27,7% del total) que estaban en manos de dos grandes brasileñas: los grupos Votorantim y Camargo Correa.
Los medios locales consideraban ayer que este es “un paso clave” en la historia de la siderurgia brasileña . Y subrayaron que “entierra definitivamente” a la competidora CSN. Steinbruch, su dueño, había tomado posiciones en Usiminas a lo largo de este año con un aumento de su participación que llega en la actualidad a 20,14% de las acciones preferenciales y a 11,65% del capital con derecho a voto.
Hay un dato muy interesante que explica la puja por la siderúrgica de Brasil. Ternium generó 34% de sus ventas en América del Sur y Centroamérica. Otro 33% se originó en América del Norte. Usiminas fue fundada en 1956 y en los años 60 el Estado brasileño pasó a controlar la compañía , acompañado por el socio japonés. Fue privatizada en 1991 y, curiosamente, resultó el primer ejemplo del plan de desestatización de empresas públicas brasileña.
La relación entre Techint y Usiminas es antigua . La siderúrgica tuvo participación en el pasado en la compañía argentina. Pero a principios de año Ternium recompró esa porción.
Para los analistas brasileños, el paso dado por Techint pone fin a la disputa por el control accionario que ya llevaba meses. Desde ese punto de vista, la entrada del grupo argentino “es muy positiva para la compañía” estimaron inversores bursátiles. Otros indicaron: “Creemos que el ingreso del nuevo socio contribuirá mucho al negocio de Usiminas en el mediano plazo”. Apuestan a que el holding de Rocca podrá abrir nuevos mercados. Según evaluó la propia Ternium, en conjunto con Nippon Steel y Usiminas podrán “realzar” la competitividad de cada compañía en tecnología, calidad y eficiencia de costos.