Foto: Carlos Manzoni / enviado especial
MONACO.- Horst Paulmann aprendió a rezar en la Argentina… para sobrevivir. Sorprende oír esta confesión de boca de un hombre que debió huir con su familia de Alemania a fines de la Segunda Guerra Mundial y pelearla luego desde lo más bajo para pasar de un pequeño restaurante en el norte de Chile a la construcción de uno de los mayores imperios supermercadistas de la región. Simpático y locuaz, el CEO de Cencosud, dueño de Jumbo, Disco, Easy y Vea, usa esa frase para explicar que está acostumbrado a los vaivenes de la economía local.
Feliz de estar en este principado, para ser uno de los 59 empresarios que participaron en el World Entrepreneur Of The Year Awards 2012, de Ernst & Young, Paulmann comentó que le hubiera gustado tener aquí al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para mostrarle lo que se logra con una economía abierta. Con tono amable y sereno, el ejecutivo mostró su precupación por la inflación argentina, dijo que no le gustan los controles ni las trabas a las importaciones y que los subsidios llevan a la ineficiencia. «Creo que mi amigo Guillermo Moreno está por el camino equivocado», opinó.
-¿Cómo ve hoy la economía argentina?
-Yo digo que hay que invertir en Brasil y la Argentina. La economía en la región siempre sube y baja, pero la Argentina es un gran país y siempre lo será. Tenemos mucha confianza en los argentinos.
-¿Qué opina de las trabas a las importaciones?
-El solo hecho de que haya llegado un argentino [Marcos Galperín, CEO de MercadoLibre] a competir aquí en un grupo de 59 empresarios de distintos países, es muy importante. Viendo esto, me gustaría invitar a Guillermo Moreno y decirle: «Ven para acá, para Mónaco, a ver cómo está esto». La Argentina está para ser mucho más, pero esto de cerrar las importaciones trae una consecuencia, porque la gente deja de invertir. Nosotros vamos a seguir invirtiendo, pero la Argentina tiene que dejar la economía libre y ahí sí va a subir como esponja. Hay una posibilidad tremenda, pero yo creo que mi amigo Guillermo Moreno está por el camino equivocado.
-¿Eso puede hacer que Brasil pase a ser para Cencosud más importante que la Argentina?
-Nuestra operación de supermercados allí ya es más grande que la de la Argentina y la de Chile. Pero no dejamos de lado su país y seguimos invirtiendo ahí. Crecemos mucho en Perú también, gracias al apoyo impresionante de ese gobierno a los empresarios, a los que recibe con los brazos abiertos. El gobierno peruano me preguntó: «Señor Paulmann, ¿qué podemos hacer para que usted invierta más aquí?» La Argentina, si abre un poquito la economía, va a ser un país al que no lo va a sujetar nadie. Por lógica, debería ser el que lidere América latina. Y eso, con un mercado abierto, lo puede conseguir de un día para otro.
-¿Cree que el actual gobierno hará esa apertura?
-Hay distintas formas de pensar. Estoy seguro de que Moreno está convencido de que está bien lo que está haciendo. Yo estoy convencido de que no es el camino correcto; pero es difícil saber cuál es el camino correcto, porque ninguno es un sabio que sabe todo. Aprendemos todos los días. Y en la Argentina hay que aprender todos los días, hay que adaptarse al mercado.
-Ahora se desacelera el consumo ¿Cómo piensa manejarse Cencosud en ese nuevo escenario?
-Hemos pasado allí épocas muy difíciles. Yo empecé a aprender a rezar en la Argentina, para sobrevivir. Han tenido subidas y bajadas fabulosas. Estamos acostumbrados a la vida en la Argentina. Hoy se siente un poquito la baja del consumo, pero esto es nada al lado de lo que hemos pasado. Yo espero que, gracias a los precios altos de la soja, despegue de vuelta. Ojalá sea así de aquí a dos años más, que se levante la restricción a la compra de dólares y se entre a competir en el mercado libre, como debe ser.
-¿Cómo lidia con los controles de precios en la Argentina?
-Yo no estoy a favor de los controles. Yo le decía al señor Moreno que por un lado es bueno que haya ciertos controles, porque el país ha pasado tantas hiperinflaciones que hay que tener cuidado y hoy todos están obligados a ser más eficientes. Pero el control de importaciones que hay en la Argentina hoy será a la larga muy negativo para el país, y le va a traer menos inversiones.
-¿Le preocupa al alto nivel de inflación de la Argentina?
-Me preocupa mucho. Dentro de los cinco países de América latina en los que estamos, por lejos la inflación más alta la tiene la Argentina. La inflación no se puede sujetar con decretos y con leyes. Si se quiere tapar la olla a presión con un dedo, va a reventar nomás. Le pido a Dios por favor que no terminemos en la hiperinflación, porque es lo peor para la gente trabajadora. Ojalá eso no suceda más en su país, porque ya hemos tenido suficiente experiencia.
-¿Le parece bien que haya subsidios en la Argentina?
-Yo defiendo los mercados abiertos y no soy amigo de los subsidios, porque al final terminan en ineficiencia y eso no es bueno para un país.
-¿Le provocó temor la estatización de YPF ? –
Ahí no puedo opinar porque no conozco los pormenores. A mí no me gusta cuando expropian una compañía, pero no soy argentino y no conozco los pormenores.
-Hay unos terrenos en El Calafate, Santa Cruz, que eran del ex presidente Néstor Kirchner y que usted compró, pero no le dio ningún uso. ¿Piensa construir un supermercado ahí?
-Hace muchos años tenemos la idea de construir ahí un Easy, un Vea o un Disco, y eso ha quedado con el tiempo. Son terrenos que compramos hace cinco años. Nos costó mucho encontrar buenos terrenos y estamos muy contentos de estar ahí, pero no está aún para abrir ni hoy ni mañana. Está en el programa de nuevos proyectos.
-¿Por qué se demoró?
-Porque no se puede estar en todos lados. Hoy tenemos más de 300 locales en la Argentina y hacemos más de 15 inauguraciones al año ahí. No se puede hacer todo junto. Pero el plan está.MONACO (De un invitado especial).- A Horst Paulmann le quedó grabada una frase que le dijo Rolf Stocker, el ex gerente del Deutsche Bank: «Señor Paulmann, si usted viene a la Argentina, no lo haga para invertir y volver con su plata a los tres o cuatro años. Tiene que hacer un plan de inversión a largo plazo. Y después de ese, otro por diez años más». Por eso, dice, nunca apuesta al corto plazo, sino que va a los países para quedarse.
-¿A qué apunta para el corto plazo en la Argentina?
-En nuestras inversiones en otros países nunca apostamos por el corto plazo. Así que no vamos a un país a hacer una pasada, sino que vamos para quedarnos.
-¿Cómo se hace para lograr eso en un país con tantos vaivenes como la Argentina?
-En 30 años allí nunca tuvimos un balance negativo. En Chile preguntan por qué a Paulmann le va bien en la Argentina cuando a casi todas las empresas chilenas les fue mal. Yo les digo que eso pasa porque las chilenas siempre mandan al último contador, porque nadie quiere irse afuera de Chile, porque allí está bien. Hay que ir a la Argentina y conocer su cultura. No hay que enseñarles a los argentinos, sino aprender de ellos; somos invitados.
-¿Cuál es su objetivo en América latina?
-Construir la mejor compañía de retail regional y dar la mejor fuente de trabajo a la gente, algo por lo que este año ganamos el premio Great Place to Work.
Horst paulmann
Cargo: CEO de Cencosud.
Edad: 77 años.
Origen: Kassel, Alemania; luego se radicó en Chile.
Trayectoria: en 1952 empezó en Chile en el restaurante familiar que luego se transformó en supermercado. En 1965 abrió, con su hermano Jürgen, el segundo supermercado. En 1981 llegó a la Argentina y en 2007 se expandió a Brasil, Colombia y Perú. Cencosud facturó US$ 15.625 en 2011. En junio salió a la Bolsa, en Wall Street..
MONACO.- Horst Paulmann aprendió a rezar en la Argentina… para sobrevivir. Sorprende oír esta confesión de boca de un hombre que debió huir con su familia de Alemania a fines de la Segunda Guerra Mundial y pelearla luego desde lo más bajo para pasar de un pequeño restaurante en el norte de Chile a la construcción de uno de los mayores imperios supermercadistas de la región. Simpático y locuaz, el CEO de Cencosud, dueño de Jumbo, Disco, Easy y Vea, usa esa frase para explicar que está acostumbrado a los vaivenes de la economía local.
Feliz de estar en este principado, para ser uno de los 59 empresarios que participaron en el World Entrepreneur Of The Year Awards 2012, de Ernst & Young, Paulmann comentó que le hubiera gustado tener aquí al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para mostrarle lo que se logra con una economía abierta. Con tono amable y sereno, el ejecutivo mostró su precupación por la inflación argentina, dijo que no le gustan los controles ni las trabas a las importaciones y que los subsidios llevan a la ineficiencia. «Creo que mi amigo Guillermo Moreno está por el camino equivocado», opinó.
-¿Cómo ve hoy la economía argentina?
-Yo digo que hay que invertir en Brasil y la Argentina. La economía en la región siempre sube y baja, pero la Argentina es un gran país y siempre lo será. Tenemos mucha confianza en los argentinos.
-¿Qué opina de las trabas a las importaciones?
-El solo hecho de que haya llegado un argentino [Marcos Galperín, CEO de MercadoLibre] a competir aquí en un grupo de 59 empresarios de distintos países, es muy importante. Viendo esto, me gustaría invitar a Guillermo Moreno y decirle: «Ven para acá, para Mónaco, a ver cómo está esto». La Argentina está para ser mucho más, pero esto de cerrar las importaciones trae una consecuencia, porque la gente deja de invertir. Nosotros vamos a seguir invirtiendo, pero la Argentina tiene que dejar la economía libre y ahí sí va a subir como esponja. Hay una posibilidad tremenda, pero yo creo que mi amigo Guillermo Moreno está por el camino equivocado.
-¿Eso puede hacer que Brasil pase a ser para Cencosud más importante que la Argentina?
-Nuestra operación de supermercados allí ya es más grande que la de la Argentina y la de Chile. Pero no dejamos de lado su país y seguimos invirtiendo ahí. Crecemos mucho en Perú también, gracias al apoyo impresionante de ese gobierno a los empresarios, a los que recibe con los brazos abiertos. El gobierno peruano me preguntó: «Señor Paulmann, ¿qué podemos hacer para que usted invierta más aquí?» La Argentina, si abre un poquito la economía, va a ser un país al que no lo va a sujetar nadie. Por lógica, debería ser el que lidere América latina. Y eso, con un mercado abierto, lo puede conseguir de un día para otro.
-¿Cree que el actual gobierno hará esa apertura?
-Hay distintas formas de pensar. Estoy seguro de que Moreno está convencido de que está bien lo que está haciendo. Yo estoy convencido de que no es el camino correcto; pero es difícil saber cuál es el camino correcto, porque ninguno es un sabio que sabe todo. Aprendemos todos los días. Y en la Argentina hay que aprender todos los días, hay que adaptarse al mercado.
-Ahora se desacelera el consumo ¿Cómo piensa manejarse Cencosud en ese nuevo escenario?
-Hemos pasado allí épocas muy difíciles. Yo empecé a aprender a rezar en la Argentina, para sobrevivir. Han tenido subidas y bajadas fabulosas. Estamos acostumbrados a la vida en la Argentina. Hoy se siente un poquito la baja del consumo, pero esto es nada al lado de lo que hemos pasado. Yo espero que, gracias a los precios altos de la soja, despegue de vuelta. Ojalá sea así de aquí a dos años más, que se levante la restricción a la compra de dólares y se entre a competir en el mercado libre, como debe ser.
-¿Cómo lidia con los controles de precios en la Argentina?
-Yo no estoy a favor de los controles. Yo le decía al señor Moreno que por un lado es bueno que haya ciertos controles, porque el país ha pasado tantas hiperinflaciones que hay que tener cuidado y hoy todos están obligados a ser más eficientes. Pero el control de importaciones que hay en la Argentina hoy será a la larga muy negativo para el país, y le va a traer menos inversiones.
-¿Le preocupa al alto nivel de inflación de la Argentina?
-Me preocupa mucho. Dentro de los cinco países de América latina en los que estamos, por lejos la inflación más alta la tiene la Argentina. La inflación no se puede sujetar con decretos y con leyes. Si se quiere tapar la olla a presión con un dedo, va a reventar nomás. Le pido a Dios por favor que no terminemos en la hiperinflación, porque es lo peor para la gente trabajadora. Ojalá eso no suceda más en su país, porque ya hemos tenido suficiente experiencia.
-¿Le parece bien que haya subsidios en la Argentina?
-Yo defiendo los mercados abiertos y no soy amigo de los subsidios, porque al final terminan en ineficiencia y eso no es bueno para un país.
-¿Le provocó temor la estatización de YPF ? –
Ahí no puedo opinar porque no conozco los pormenores. A mí no me gusta cuando expropian una compañía, pero no soy argentino y no conozco los pormenores.
-Hay unos terrenos en El Calafate, Santa Cruz, que eran del ex presidente Néstor Kirchner y que usted compró, pero no le dio ningún uso. ¿Piensa construir un supermercado ahí?
-Hace muchos años tenemos la idea de construir ahí un Easy, un Vea o un Disco, y eso ha quedado con el tiempo. Son terrenos que compramos hace cinco años. Nos costó mucho encontrar buenos terrenos y estamos muy contentos de estar ahí, pero no está aún para abrir ni hoy ni mañana. Está en el programa de nuevos proyectos.
-¿Por qué se demoró?
-Porque no se puede estar en todos lados. Hoy tenemos más de 300 locales en la Argentina y hacemos más de 15 inauguraciones al año ahí. No se puede hacer todo junto. Pero el plan está.MONACO (De un invitado especial).- A Horst Paulmann le quedó grabada una frase que le dijo Rolf Stocker, el ex gerente del Deutsche Bank: «Señor Paulmann, si usted viene a la Argentina, no lo haga para invertir y volver con su plata a los tres o cuatro años. Tiene que hacer un plan de inversión a largo plazo. Y después de ese, otro por diez años más». Por eso, dice, nunca apuesta al corto plazo, sino que va a los países para quedarse.
-¿A qué apunta para el corto plazo en la Argentina?
-En nuestras inversiones en otros países nunca apostamos por el corto plazo. Así que no vamos a un país a hacer una pasada, sino que vamos para quedarnos.
-¿Cómo se hace para lograr eso en un país con tantos vaivenes como la Argentina?
-En 30 años allí nunca tuvimos un balance negativo. En Chile preguntan por qué a Paulmann le va bien en la Argentina cuando a casi todas las empresas chilenas les fue mal. Yo les digo que eso pasa porque las chilenas siempre mandan al último contador, porque nadie quiere irse afuera de Chile, porque allí está bien. Hay que ir a la Argentina y conocer su cultura. No hay que enseñarles a los argentinos, sino aprender de ellos; somos invitados.
-¿Cuál es su objetivo en América latina?
-Construir la mejor compañía de retail regional y dar la mejor fuente de trabajo a la gente, algo por lo que este año ganamos el premio Great Place to Work.
Horst paulmann
Cargo: CEO de Cencosud.
Edad: 77 años.
Origen: Kassel, Alemania; luego se radicó en Chile.
Trayectoria: en 1952 empezó en Chile en el restaurante familiar que luego se transformó en supermercado. En 1965 abrió, con su hermano Jürgen, el segundo supermercado. En 1981 llegó a la Argentina y en 2007 se expandió a Brasil, Colombia y Perú. Cencosud facturó US$ 15.625 en 2011. En junio salió a la Bolsa, en Wall Street..