Por Belarmino Balbuena
22/06/12 – 10:30
DIBUJO: PABLO TEMES.
Como movimiento campesino rechazamos categóricamente los argumentos que los parlamentarios utilizaron para llevar a juicio político al presidente Lugo, carentes de validez y justificativo. Esta decisión no es otra cosa que un golpe de Estado, lo que significa para nosotros que aquí se enfrenta su poder contra el nuestro. Movilizaremos pacíficamente a nuestra gente en todo Paraguay.
La masacre de Curuguaty fue una escena montada como parte de este plan para llevar a Lugo a juicio político. Fue un complot contra el presidente. Nadie puede creer que cincuenta campesinos sean capaces de enfrentar a trescientos policías. Hay evidencias que indican que quienes efectuaron los disparos contra las fuerzas de seguridad fueron personas infiltradas. Fue un montaje que involucró a profesionales del crimen, que asesinaron a policías y campesinos a fin de generar un hecho como el que se generó, para motivar el juicio político. El presidente Lugo comparte esta idea de que hubo un complot: esto no fue un enfrentamiento entre policías y campesinos, sino una escena tendiente a eliminar a ambos.
Detrás del juicio a Lugo hay una larga lucha de fondo, relacionada con los 8 millones de hectáreas “mal habidas” que aún hoy existen en Paraguay. Se trata de tierras entregadas irregularmente por el ex dictador Stroessner a un grupo minoritario que fue beneficiado por su gobierno. Lugo intentó avanzar contra esa injusticia, pero el Parlamento bloquea todas las iniciativas de corte social que impulsa el presidente.
De aquí en adelante, será clave el rol que jueguen Brasil y la Argentina. Si ambos países consideran que esto fue un golpe de Estado, conforme al protocolo de Ushuaia, impondrán un total boicot político, económico y diplomático a un eventual nuevo gobierno. Esto tiene las características de lo que ocurrió en Honduras y Ecuador, aunque con peculiaridades propias del caso. La solidaridad de Unasur siempre es bienvenida para los pueblos democráticos.
La oligarquía no podrá resistir esa presión. La conspiración contra Lugo proviene de fuerzas conservadoras que ven en este proceso de cambio iniciado en 2008 un momento en la historia paraguaya que rompe con toda la tradición de prebendarismo, corrupción y sometimiento del Estado a los poderes económicos dominantes. En un momento en que el Poder Ejecutivo intenta aclarar la situación de aquellos 8 millones de hectáreas, surgió este burdo complot.
Ahora nos queda prepararnos para un paréntesis de nueve meses al proceso de cambio, y en 2013 el pueblo paraguayo votará de nuevo a favor de la transformación. Entonces tenemos que prepararnos mucho mejor de lo que hicimos para este gobierno.
*Dirigente campesino. Líder del Movimiento Patriótico Popular.