Un grupo de periodistas mexicanos presentó este lunes una carta suscrita por más de 400 escritores, artistas e intelectuales de todo el mundo en la que exigen al presidente de México, Enrique Peña Nieto, que haga una revisión inmediata de los mecanismos de protección de reporteros e investigue los homicidios de más de 100 comunicadores, ocurridos entre los años 2000 y 2014, que aún permanecen impunes.
En la misiva demandan, especialmente, que se esclarezca el reciente muerte del fotoperiodista Rubén Espinosa, quien el pasado 31 de julio fue asesinado junto a cuatro jóvenes mujeres en un departamento en el sur de la Ciudad de México.
«Señor Presidente, no debe haber más asesinatos: el homicidio de Espinosa y de Alejandra Negrete, Yesenia Quiroz, Nadia Vera y Mile Virginia Maríb, las cuatro jóvenes que murieron junto con él [Espinosa], deben ser investigadas con integridad», dice la carta presentada por los periodistas mexicanos Marcela Turati, Francisco Goldman, Norma Trujillo y Guillermo Osorno durante una conferencia de prensa que se celebró este lunes en la capital mexicana.
El documento clama por respuestas y soluciones en medio de la grave crisis que atraviesa la prensa mexicana, donde los hostigamientos, la persecución, las agresiones y los crímenes se han vuelto cotidianos. Según datos de la Fiscalía para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (Feadle), más de 102 periodistas fueron asesinados en México entre los años 2000 y 2014. Es por cifras como ésta que, en el más reciente informe de Reporteros Sin Fronteras, México ocupa el lugar número 148 en la lista de 180 países que integran la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.
Entre las personalidades que firman la misiva destacan los directores de cine Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, los actores Diego Luna y Gael García Bernal así como cientos de periodistas de reconocimiento internacional. La iniciativa cuenta con el apoyo de PEN International, una institución defensora de la libertad de expresión, y del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
“Esta carta significa algo nuevo. Esto no es la carta de siempre firmada por la gente de siempre, de la izquierda. Aquí tenemos periodistas amigos de periódicos que son básicamente de la derecha, que apoyaban muchísimo las reformas de Peña. Ahí están firmados también. Esta ya es una etapa nueva”, recalcó Francisco Goldman, periodista y escritor estadounidense.
La muerte del fotoperiodista mexicano, Rubén Espinosa, de 31 años, ha generado especial indignación entre la prensa mundial y es considerado como un punto de inflexión en la larga historia de agresiones a las que se han visto expuestos los reporteros en el ejercicio de su profesión.
“Queremos un compromiso y que realmente haya voluntad de que se desmonten los mecanismos de la impunidad, que se activen cada vez que asesinen a un periodista. No se investiga generalmente la profesión”, exigió la periodista mexicana Marcela Turati, fundadora de la organización Periodistas de Pie.
Espinosa había huido de Veracruz, catalogado por la ong mexicana Artículo 19 como el estado más mortal para ejercer el periodismo. Buscaba en la Ciudad de México un refugio pero fue justo en la capital en donde perdió la vida por un disparo que le propinaron en la cabeza.
Trujillo hizo insistió en la necesidad de exigir al Gobierno que esclarezca «todos los casos, todos los crímenes, desapariciones de periodistas» y que no haya impunidad. La periodista también denuncio que cinco compañeros cercanos a Espinosa, y que integran este colectivo Voz Alterna, están siendo hostigados y perseguidos.
En su reclamo de justicia, los periodistas criticaron que el actual mecanismo de protección para periodistas no funciona, desde ningún punto de vista.
“La mayoría de los reporteros que han pasado por ahí se han quejado de que las medidas son tardías. Hay quejas que los celulares no funcionan, que los botones de pánico se desconfiguran. A veces meten a periodistas desplazados de distintos niveles de riesgo y de diferentes lugares en una misma casa y entonces amenazan a todos”, recalcó Turati.
A falta de un refugio para periodistas, explicó Turati, muchos se ven obligados a buscar refugio en Estados Unidos, donde las leyes no les permiten trabajar.
“Sobreviven como pueden, vendiendo hot dogs, cortando césped, cuando son de los mejores periodistas investigadores que tenemos. Tenemos que lograr que los periodistas tengan donde continuar su trabajo para que sigan siendo periodistas”, resaltó Turati, colaboradora de la revista Proceso.
La expectativa de Guillermo Osorno, exdirector de la revista Gatopardo y columnista del diario El Universal, es que este documento genere un cambio en el sistema. «Pensamos que es lo suficientemente poderosa para hacer un llamado al Presidente para que revise el mecanismo de protección a periodistas. Hay una preocupación de que no está funcionando», alertó Guillermo Osorno.
Además de la protección preventiva, también fallan los métodos de investigación que suelen aplicarse cuando un comunicador es asesinado y que tienden a la criminalización de la víctima.
«No se investiga generalmente la profesión. Sabemos que siempre es la culpa del reportero que fue asesinado. Queremos que siempre que asesinan a un periodista, se investigue y se le dé prioridad prioridad sobre lo que estaba publicando y se llegue a los culpables”, agregó Turati.
El gremio periodístico y los firmantes de la carta esperan recibir una respuesta del gobierno de Enrique Peña Nieto en el transcurso del próximo mes.
En la misiva demandan, especialmente, que se esclarezca el reciente muerte del fotoperiodista Rubén Espinosa, quien el pasado 31 de julio fue asesinado junto a cuatro jóvenes mujeres en un departamento en el sur de la Ciudad de México.
«Señor Presidente, no debe haber más asesinatos: el homicidio de Espinosa y de Alejandra Negrete, Yesenia Quiroz, Nadia Vera y Mile Virginia Maríb, las cuatro jóvenes que murieron junto con él [Espinosa], deben ser investigadas con integridad», dice la carta presentada por los periodistas mexicanos Marcela Turati, Francisco Goldman, Norma Trujillo y Guillermo Osorno durante una conferencia de prensa que se celebró este lunes en la capital mexicana.
El documento clama por respuestas y soluciones en medio de la grave crisis que atraviesa la prensa mexicana, donde los hostigamientos, la persecución, las agresiones y los crímenes se han vuelto cotidianos. Según datos de la Fiscalía para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (Feadle), más de 102 periodistas fueron asesinados en México entre los años 2000 y 2014. Es por cifras como ésta que, en el más reciente informe de Reporteros Sin Fronteras, México ocupa el lugar número 148 en la lista de 180 países que integran la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa.
Entre las personalidades que firman la misiva destacan los directores de cine Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón, los actores Diego Luna y Gael García Bernal así como cientos de periodistas de reconocimiento internacional. La iniciativa cuenta con el apoyo de PEN International, una institución defensora de la libertad de expresión, y del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
“Esta carta significa algo nuevo. Esto no es la carta de siempre firmada por la gente de siempre, de la izquierda. Aquí tenemos periodistas amigos de periódicos que son básicamente de la derecha, que apoyaban muchísimo las reformas de Peña. Ahí están firmados también. Esta ya es una etapa nueva”, recalcó Francisco Goldman, periodista y escritor estadounidense.
La muerte del fotoperiodista mexicano, Rubén Espinosa, de 31 años, ha generado especial indignación entre la prensa mundial y es considerado como un punto de inflexión en la larga historia de agresiones a las que se han visto expuestos los reporteros en el ejercicio de su profesión.
“Queremos un compromiso y que realmente haya voluntad de que se desmonten los mecanismos de la impunidad, que se activen cada vez que asesinen a un periodista. No se investiga generalmente la profesión”, exigió la periodista mexicana Marcela Turati, fundadora de la organización Periodistas de Pie.
Espinosa había huido de Veracruz, catalogado por la ong mexicana Artículo 19 como el estado más mortal para ejercer el periodismo. Buscaba en la Ciudad de México un refugio pero fue justo en la capital en donde perdió la vida por un disparo que le propinaron en la cabeza.
Trujillo hizo insistió en la necesidad de exigir al Gobierno que esclarezca «todos los casos, todos los crímenes, desapariciones de periodistas» y que no haya impunidad. La periodista también denuncio que cinco compañeros cercanos a Espinosa, y que integran este colectivo Voz Alterna, están siendo hostigados y perseguidos.
En su reclamo de justicia, los periodistas criticaron que el actual mecanismo de protección para periodistas no funciona, desde ningún punto de vista.
“La mayoría de los reporteros que han pasado por ahí se han quejado de que las medidas son tardías. Hay quejas que los celulares no funcionan, que los botones de pánico se desconfiguran. A veces meten a periodistas desplazados de distintos niveles de riesgo y de diferentes lugares en una misma casa y entonces amenazan a todos”, recalcó Turati.
A falta de un refugio para periodistas, explicó Turati, muchos se ven obligados a buscar refugio en Estados Unidos, donde las leyes no les permiten trabajar.
“Sobreviven como pueden, vendiendo hot dogs, cortando césped, cuando son de los mejores periodistas investigadores que tenemos. Tenemos que lograr que los periodistas tengan donde continuar su trabajo para que sigan siendo periodistas”, resaltó Turati, colaboradora de la revista Proceso.
La expectativa de Guillermo Osorno, exdirector de la revista Gatopardo y columnista del diario El Universal, es que este documento genere un cambio en el sistema. «Pensamos que es lo suficientemente poderosa para hacer un llamado al Presidente para que revise el mecanismo de protección a periodistas. Hay una preocupación de que no está funcionando», alertó Guillermo Osorno.
Además de la protección preventiva, también fallan los métodos de investigación que suelen aplicarse cuando un comunicador es asesinado y que tienden a la criminalización de la víctima.
«No se investiga generalmente la profesión. Sabemos que siempre es la culpa del reportero que fue asesinado. Queremos que siempre que asesinan a un periodista, se investigue y se le dé prioridad prioridad sobre lo que estaba publicando y se llegue a los culpables”, agregó Turati.
El gremio periodístico y los firmantes de la carta esperan recibir una respuesta del gobierno de Enrique Peña Nieto en el transcurso del próximo mes.
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