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¿Vos te vas a jubilar? ¿Y vos?
– No, no … – sonaron, desparejas, las respuestas.
– Entonces no seamos cerrados, abrámonos, compartamos poder, generemos poder…
Juan Carlos Dante Gullo , «El Canca» , bosquejó el escenario de la derrota que minutos después simplificó, más llano y brutal, el jefe de la CGT, Antonio Caló.
– El 27 de octubre no se termina la nación -dijo el jefe de la CGT y ensayó un diagnóstico: «Vamos a perder en porcentaje pero no en diputados», firmó el resultado adverso.
En la euforia, Caló dejó fluir su vena de sindicalista ortodoxo, apostol de Lorenzo Miguel, y citó, no como ironía sino como vindicación, a Herminio Iglesias.
– Me acuerdo cuando Herminio decía que había que trabajar las 24 horas del día y a la noche también…
Risas, murmullos.
– Sí, sí… -dijo Caló como si no entendiera la reacción de los demás- hay que tomar lo que dijo Herminio y redoblar los esfuerzos para mejorar la elección.
A esa altura, el pedido de Aníbal Fernández de incrustar en la declaración del PJ una referencia a los peronistas díscolos, a los que calificó como «una manga de rufianes» en referencia al massista Frente Renovador, había mutado en catarsis.
Alboroto
La foto familiar del PJ estaba alborotada y la cita protocolar convertida en un show de reproches y sobreactuaciones que la escuadra K representada por Juan Manuel Abal Medina , Carlos Kunkel, Eduardo «Wado» De Pedro y Juan Cabandié escuchó en silencio.
«Vieron los que decían que esto iba a durar 5 minutos…» intervinó, ante de volver a prestar el micrófono, Daniel Scioli que agotó teléfonos para garantizar una asistencia razonable de gobernadores. De trece peronistas, hubo diez: José Luis Gioja, Eduardo Fellner, Gildo Insfrán, Luis Beder Herrera -que recibirá al bonaerense en La Rioja-, el pampeano Oscar Jorge , el mendocino Francisco «Paco» Pérez, Juan Manuel Urtubey , el chubutense Martín Buzzi y Jorge «Coqui» Capitanich . Fue ostensible el faltazo del entrerriano Sergio Urribarri , el más K de los gobernadores y la ausencia de los Alperovich, José y Beatriz. El PJ de Catamarca estuvo representado por el vicgobernador Dalmacio Mera, que promete que revertirán el traspie del 11 de agosto.
El taxista Omar Viviani , el quilmeño Eduardo Camaño , y el pampeano Rubén Marín sumaron parrafadas ácidas. Los primeros pidieron peronizar el texto redactado por Diego Bossio , titular de la ANSES, y gerenciador de Gestar. Bossio arrebató a Capitanich el oficio de amanuense partidario pero ayer su texto, quizá para evitar perdigonadas más hirientes, fue el blanco de los reproches: por la «tibieza», por no mencionar a «Perón y Evita» o por no incluir una referencia ácidas sobre Massa , como reclamó Camaño.
Capitanich, en una dulce venganza, improvisó una corrección y terminó, cuando afuera Mario Ishii era vitoreado por sus fans paceños como un «rock star», encerrado en una oficina de la planta baja reescribiendo el documento ante la atenta mirada del apoderado Jorge Landau.
Volver
Marín , que aliado al neomassista Carlos Verna perdió en las PASO con el gobernador Jorge, recitó una oda del cristinismo ferviente pero deslizó que el apoyo a la Presidente no siempre es recíproco. Para no ser menos que su coterráneo, Jorge también habló de las bondades K.
Agustín Rossi , sentado junto a Julián Domínguez y Miguel Ángel Pichetto , se aventuró a las respuestas. «Lo importante no es una palabra más o menos en el documento sino que estamos acá…» dijo el ministro de Defensa, antibélico.
– Que sepan que no va a ser fácil lograr que esto sea un fin de ciclo -agregó, luego desafiante.
El cerrador oficial de reuniones peronistas, el sanjuanino Gioja , repitió su rap encendido y cobijó en una frase, a modo de respuesta, los elogios duales sobre la reactivación de los encuentros del PJ -los últimos con pimienta remiten a 2008, durante la crisis del campo- y, a la vez, los pedidos para mantener reuniones periódicas.
– Nos vamos a a reunir cada vez que sea necesario – avisó Gioja sin dar parámetros sobre cómo definir lo necesario.
La «marchita», al final, apagó los murmullos mientras Fernando Espinoza, Hugo Curto, José María Díaz Bancalari, Andrés Rodríguez y Carlos «Camau» Espínola , entre muchos otros, se apretujaban en la escalera en busca de la salida.
Un puñado se entregó a la prensa sin definiciones sobre el calendario de las primarias. «Sigue» dijo Scioli.
¿Vos te vas a jubilar? ¿Y vos?
– No, no … – sonaron, desparejas, las respuestas.
– Entonces no seamos cerrados, abrámonos, compartamos poder, generemos poder…
Juan Carlos Dante Gullo , «El Canca» , bosquejó el escenario de la derrota que minutos después simplificó, más llano y brutal, el jefe de la CGT, Antonio Caló.
– El 27 de octubre no se termina la nación -dijo el jefe de la CGT y ensayó un diagnóstico: «Vamos a perder en porcentaje pero no en diputados», firmó el resultado adverso.
En la euforia, Caló dejó fluir su vena de sindicalista ortodoxo, apostol de Lorenzo Miguel, y citó, no como ironía sino como vindicación, a Herminio Iglesias.
– Me acuerdo cuando Herminio decía que había que trabajar las 24 horas del día y a la noche también…
Risas, murmullos.
– Sí, sí… -dijo Caló como si no entendiera la reacción de los demás- hay que tomar lo que dijo Herminio y redoblar los esfuerzos para mejorar la elección.
A esa altura, el pedido de Aníbal Fernández de incrustar en la declaración del PJ una referencia a los peronistas díscolos, a los que calificó como «una manga de rufianes» en referencia al massista Frente Renovador, había mutado en catarsis.
Alboroto
La foto familiar del PJ estaba alborotada y la cita protocolar convertida en un show de reproches y sobreactuaciones que la escuadra K representada por Juan Manuel Abal Medina , Carlos Kunkel, Eduardo «Wado» De Pedro y Juan Cabandié escuchó en silencio.
«Vieron los que decían que esto iba a durar 5 minutos…» intervinó, ante de volver a prestar el micrófono, Daniel Scioli que agotó teléfonos para garantizar una asistencia razonable de gobernadores. De trece peronistas, hubo diez: José Luis Gioja, Eduardo Fellner, Gildo Insfrán, Luis Beder Herrera -que recibirá al bonaerense en La Rioja-, el pampeano Oscar Jorge , el mendocino Francisco «Paco» Pérez, Juan Manuel Urtubey , el chubutense Martín Buzzi y Jorge «Coqui» Capitanich . Fue ostensible el faltazo del entrerriano Sergio Urribarri , el más K de los gobernadores y la ausencia de los Alperovich, José y Beatriz. El PJ de Catamarca estuvo representado por el vicgobernador Dalmacio Mera, que promete que revertirán el traspie del 11 de agosto.
El taxista Omar Viviani , el quilmeño Eduardo Camaño , y el pampeano Rubén Marín sumaron parrafadas ácidas. Los primeros pidieron peronizar el texto redactado por Diego Bossio , titular de la ANSES, y gerenciador de Gestar. Bossio arrebató a Capitanich el oficio de amanuense partidario pero ayer su texto, quizá para evitar perdigonadas más hirientes, fue el blanco de los reproches: por la «tibieza», por no mencionar a «Perón y Evita» o por no incluir una referencia ácidas sobre Massa , como reclamó Camaño.
Capitanich, en una dulce venganza, improvisó una corrección y terminó, cuando afuera Mario Ishii era vitoreado por sus fans paceños como un «rock star», encerrado en una oficina de la planta baja reescribiendo el documento ante la atenta mirada del apoderado Jorge Landau.
Volver
Marín , que aliado al neomassista Carlos Verna perdió en las PASO con el gobernador Jorge, recitó una oda del cristinismo ferviente pero deslizó que el apoyo a la Presidente no siempre es recíproco. Para no ser menos que su coterráneo, Jorge también habló de las bondades K.
Agustín Rossi , sentado junto a Julián Domínguez y Miguel Ángel Pichetto , se aventuró a las respuestas. «Lo importante no es una palabra más o menos en el documento sino que estamos acá…» dijo el ministro de Defensa, antibélico.
– Que sepan que no va a ser fácil lograr que esto sea un fin de ciclo -agregó, luego desafiante.
El cerrador oficial de reuniones peronistas, el sanjuanino Gioja , repitió su rap encendido y cobijó en una frase, a modo de respuesta, los elogios duales sobre la reactivación de los encuentros del PJ -los últimos con pimienta remiten a 2008, durante la crisis del campo- y, a la vez, los pedidos para mantener reuniones periódicas.
– Nos vamos a a reunir cada vez que sea necesario – avisó Gioja sin dar parámetros sobre cómo definir lo necesario.
La «marchita», al final, apagó los murmullos mientras Fernando Espinoza, Hugo Curto, José María Díaz Bancalari, Andrés Rodríguez y Carlos «Camau» Espínola , entre muchos otros, se apretujaban en la escalera en busca de la salida.
Un puñado se entregó a la prensa sin definiciones sobre el calendario de las primarias. «Sigue» dijo Scioli.