Debate sobre el éxito escolar
Domingo 03 de julio de 2011 | Publicado en edición impresa
Lucía Abellán
El país
MADRID.- La herencia genética pesa más en el rendimiento escolar de un alumno que su entorno socioeconómico. Y el gasto en educación no es lo más importante en la obtención de resultados. Son dos de las hipótesis en las que descansa la reforma educativa que presentó hace dos semanas la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El presidente de los empresarios, Juan Rosell, ya advirtió que las reformas que defiende resultan políticamente incorrectas y añadió: «Lo que pedimos tendría costos electorales».
La educativa encabeza la primera entrega de reformas que el Instituto de Estudios Económicos, enclavado en CEOE, presentó con solemnidad en la sede madrileña de la patronal. Junto a propuestas más convencionales, como la necesidad de mejorar la formación del profesorado o el compromiso de los padres en la educación, el texto incluye supuestos heterodoxos como que la herencia genética «tiene una importancia sustantiva en el rendimiento escolar de los hijos equivalente o algo superior a la del origen socioeconómico».
El origen socioeconómico, sin embargo, es el factor más determinante en el rendimiento escolar, según la opinión unánime de los expertos responsables del informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Juan Carlos Rodríguez, coautor de este capítulo, explica que la conclusión proviene de estudios sobre el nivel educativo que alcanzan hijos biológicos y adoptivos de una misma familia. El resultado es una mayor correlación entre el nivel educativo de los padres y el de los hijos biológicos que respecto al de los adoptivos.
«Cada vez estamos más convencidos de que no todo es condicionamiento social», asegura Rodríguez. Esa convicción no deriva en una propuesta de segregación de alumnos en función de sus capacidades, aunque el autor de este informe que participó en la presentación, Víctor Pérez-Díaz, abogó por «una multitud diversa, no por la homogeneización» de la oferta educativa.
Este experto dedicó buena parte de su intervención a glosar la importancia de la familia en los resultados académicos y desdeñó el papel que, según su opinión, desempeña la cultura española: «La cultura de los padres no es gran cosa. Los padres españoles son complacientes en exigencias cognitivas».
Respecto del profesorado, el estudio incluye otra apreciación controvertida: la mayor presencia femenina entre los docentes «no ha sido bien recibida por todo el mundo». El estudio lo argumenta así: al asumir la mujer las labores profesionales y las tareas del hogar, en el gremio han primado las reducciones de jornada.
«El énfasis en la reducción de jornada lo habría pagado el resto de las madres trabajadoras», pues no pueden acomodar sus jornadas al horario escolar. También se insistió en restar importancia al papel del gasto público en la calidad educativa. El informe señala que, alcanzado un nivel de gasto, «incrementos superiores tienden a tener efectos nulos en el rendimiento».
Los autores defienden que los centros públicos y los concertados compitan entre sí para mejorar la calidad y abogan por implantar el cheque escolar, que se entregaría a las familias para sufragar el gasto de la escuela que elijan y que, por tanto, favorecería a las más demandadas.
Reforma sanitaria
Pese a ser una de las más relevantes para el Estado de bienestar, la reforma sanitaria mereció el último lugar en la jornada de reformas económicas organizada por CEOE. El encargado de defenderla fue el director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Pablo Vázquez, que dibujó un panorama de demanda creciente y recursos limitados para subrayar la necesidad de cambios en el sistema. En el centro de todos ellos situó el copago sanitario.
«Toca apretarse el cinturón», advirtió el también profesor de la Universidad Complutense de Madrid, que defendió esta medida como la «manera de atacar una bolsa de ineficiencia» en el sistema. Aseguró que el político que la adopte «tendrá un plus de legitimidad para hacer otras cosas». Vázquez consideró perjudicial que todo sea gratis para el paciente (en realidad se sufraga con los impuestos).
Domingo 03 de julio de 2011 | Publicado en edición impresa
Lucía Abellán
El país
MADRID.- La herencia genética pesa más en el rendimiento escolar de un alumno que su entorno socioeconómico. Y el gasto en educación no es lo más importante en la obtención de resultados. Son dos de las hipótesis en las que descansa la reforma educativa que presentó hace dos semanas la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El presidente de los empresarios, Juan Rosell, ya advirtió que las reformas que defiende resultan políticamente incorrectas y añadió: «Lo que pedimos tendría costos electorales».
La educativa encabeza la primera entrega de reformas que el Instituto de Estudios Económicos, enclavado en CEOE, presentó con solemnidad en la sede madrileña de la patronal. Junto a propuestas más convencionales, como la necesidad de mejorar la formación del profesorado o el compromiso de los padres en la educación, el texto incluye supuestos heterodoxos como que la herencia genética «tiene una importancia sustantiva en el rendimiento escolar de los hijos equivalente o algo superior a la del origen socioeconómico».
El origen socioeconómico, sin embargo, es el factor más determinante en el rendimiento escolar, según la opinión unánime de los expertos responsables del informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Juan Carlos Rodríguez, coautor de este capítulo, explica que la conclusión proviene de estudios sobre el nivel educativo que alcanzan hijos biológicos y adoptivos de una misma familia. El resultado es una mayor correlación entre el nivel educativo de los padres y el de los hijos biológicos que respecto al de los adoptivos.
«Cada vez estamos más convencidos de que no todo es condicionamiento social», asegura Rodríguez. Esa convicción no deriva en una propuesta de segregación de alumnos en función de sus capacidades, aunque el autor de este informe que participó en la presentación, Víctor Pérez-Díaz, abogó por «una multitud diversa, no por la homogeneización» de la oferta educativa.
Este experto dedicó buena parte de su intervención a glosar la importancia de la familia en los resultados académicos y desdeñó el papel que, según su opinión, desempeña la cultura española: «La cultura de los padres no es gran cosa. Los padres españoles son complacientes en exigencias cognitivas».
Respecto del profesorado, el estudio incluye otra apreciación controvertida: la mayor presencia femenina entre los docentes «no ha sido bien recibida por todo el mundo». El estudio lo argumenta así: al asumir la mujer las labores profesionales y las tareas del hogar, en el gremio han primado las reducciones de jornada.
«El énfasis en la reducción de jornada lo habría pagado el resto de las madres trabajadoras», pues no pueden acomodar sus jornadas al horario escolar. También se insistió en restar importancia al papel del gasto público en la calidad educativa. El informe señala que, alcanzado un nivel de gasto, «incrementos superiores tienden a tener efectos nulos en el rendimiento».
Los autores defienden que los centros públicos y los concertados compitan entre sí para mejorar la calidad y abogan por implantar el cheque escolar, que se entregaría a las familias para sufragar el gasto de la escuela que elijan y que, por tanto, favorecería a las más demandadas.
Reforma sanitaria
Pese a ser una de las más relevantes para el Estado de bienestar, la reforma sanitaria mereció el último lugar en la jornada de reformas económicas organizada por CEOE. El encargado de defenderla fue el director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Pablo Vázquez, que dibujó un panorama de demanda creciente y recursos limitados para subrayar la necesidad de cambios en el sistema. En el centro de todos ellos situó el copago sanitario.
«Toca apretarse el cinturón», advirtió el también profesor de la Universidad Complutense de Madrid, que defendió esta medida como la «manera de atacar una bolsa de ineficiencia» en el sistema. Aseguró que el político que la adopte «tendrá un plus de legitimidad para hacer otras cosas». Vázquez consideró perjudicial que todo sea gratis para el paciente (en realidad se sufraga con los impuestos).
totalmente opuesto a lo que defendi en mis catedras durante 40 años.Aunque yo podria haberme equivocado(y las fuentes en que me apoye),pero en principio observo una muestras de pensamiento retrogrado propio de estos tiempos en que lo neoliberal se defiende como puede,incluso lo facistoide.La genetica en si misma,tan ssotenida en EEUU,es una busqueda de argumentos para decubrir una»raza superior».Ahora bien,para algo esta ls psicologia:el comportamiento escolar(y educativo)responde a la historia personal.El niño adoptado,por bien que se lo trate,es comun que desarrolle una mentalidad distinta y tal vez acomplejada,comparado al hijo natural.Por otro lado,el ambiente socioeconomico resulta ser un estimulo para los mas pobres en las ocasiones en que estos desenvuelven ambiciones propias de ,este sistema competitivo,mientras la comodidad,tambien fomentada por el posmodernismo,induce al conformismo a jovenes de hogares medios,sobre todo cuando son esceppticos respecto al futuro colectivo o individual.No vaya a ser lo que leemos en el articulo otro cuento de gallegos.
Desde las ciencias sociales se ha negado la influencia de la herencia con el énfasis de un anatema.
No tengo duda de que entre todos los miles de genes que tenemos, algunos van a tener que ver con la capacidad de aprender, y con muchos caracteres cognitivos también.
Los perros se separan muy temprano de la madre, igual vemos grandes diferencias entre razas (en perros es bastante correcto hablar de razas) en capacidad de aprender, caracter, etc. O sea que son caracteres heredables hasta cierto punto.
Pero desde mi punto de vista el factor nro uno es la actitud de los padres con respecto a la educación. Y eso no es genético.