Cerca del mediodía de ayer unos pocos agentes de la Gendarmería y empleados de la FSSiscalía federal N° 2 llegaron a la sede de la imprenta Ciccone Calcográfica para buscar documentación de interés para la causa en la que se investiga si el vicepresidente Amado Boudou intercedió -cuando era ministro de Economía- para que un grupo de sus allegados se quedara a cargo de la compañía que estuvo a punto de conseguir un negocio millonario del Estado: imprimir billetes de 100 pesos.
El allanamiento -pedido por el fiscal Carlos Rívolo y ordenado por el juez Daniel Rafecas- se realizó para determinar el modo en que el extraño fondo de inversión The Old Fund se quedó con el control de la Compañía de Valores Sudamericana (nuevo nombre de Ciccone), que funciona en el kilómetro 24,5 de la Panamericana donde ayer se realizó el operativo. Ese fondo es dirigido por Alejandro Vandenbroele quien fue acusado por Laura Muñoz, su ex esposa, de ser el “testaferro” del vicepresidente.
El viernes de la semana pasada se produjeron otros tres procedimientos en la causa judicial: las fuerzas de seguridad entraron a las oficinas que The Old Fund tiene en Puerto Madero, a la casa donde alguna vez vivió Vandenbroele y a la casa de Muñoz en la provincia de Mendoza. De esos procedimientos la Justicia obtuvo pruebas que están bajo análisis del fiscal Rívolo.
El fiscal pidió y el juez ordenó otro procedimiento que se realizó ayer. La Justicia le solicitó al Banco Provincia de Buenos Aires el legajo crediticio de la empresa Ciccone que tenía deudas por algo más de 6.000.000 de pesos con esa entidad bancaria. Ese banco -que era acreedor de Ciccone Calcográfica- no se opuso al levantamiento de la quiebra .
El Banco Provincia colaboró con los que realizaron el operativo y entregó lo solicitado por el fiscal Rívolo.
En 2010, cuando se levantó la quiebra de Ciccone, hubo una misión de Vandenbroele y otro abogado para explicar cuál era la situación del fondo de inversión que iba a hacerse cargo de la empresa.
Algunas fuentes del Banco Provincia señalan que fue el propio Nicolás Ciccone quien le pidió a las autoridades del Banco que escucharan a Vandenbroele. Otra versión señala que desde el Ministerio de Economía solicitaron que Vandenbroele fuera recibido.
El Banco Provincia sometió el pedido de The Old Fund a consideración del directorio que aprobó la decisión que se tomó durante la presidencia de Guillermo Francos. En Tribunales quieren corroborar cómo se produjo la aceptación del Provincia de lo planteado por The Old Fund para el levantamiento de la quiebra y quiénes fueron los actores.
Mientras niega conocer al vicepresidente, Vandenbroele admitió conocer a José María “Nariga” Núñez Carmona, amigo de la infancia y socio de Boudou en varios emprendimientos privados.
Núñez Carmona aparece nombrado por varios protagonistas del Caso Ciccone -que aún no dieron testimonio con nombre y apellido ante la Justicia- como la persona que decía representar a Boudou en las negociaciones por Ciccone en compañía de Vandenbroele.
Ayer Núñez Carmona se dio por imputado en la causa cuando nombró abogado. Eligió a Diego Pirota, integrante del estudio de Darío Richarte, ex número dos de la Secretaría de Inteligencia del Estado en el gobierno de Fernando de la Rúa, que defiende, por ejemplo, a Claudio Uberti en el caso de la valija del venezolano Antonini Wilson.
Richarte tejió una importante red de contactos judiciales cuando integró el gobierno de la Alianza. A eso le sumó los que había conseguido en dos décadas de caminar por Tribunales Javier Fernández, integrante de la Auditoría General de la Nación (AGN).
Juntos, Richarte y Fernández ejercen influencia en las decisiones de algunos camaristas, jueces y fiscales, especialmente cuando los expedientes afectan a gente vinculada al ministro de Planificación, Julio De Vido.
El allanamiento -pedido por el fiscal Carlos Rívolo y ordenado por el juez Daniel Rafecas- se realizó para determinar el modo en que el extraño fondo de inversión The Old Fund se quedó con el control de la Compañía de Valores Sudamericana (nuevo nombre de Ciccone), que funciona en el kilómetro 24,5 de la Panamericana donde ayer se realizó el operativo. Ese fondo es dirigido por Alejandro Vandenbroele quien fue acusado por Laura Muñoz, su ex esposa, de ser el “testaferro” del vicepresidente.
El viernes de la semana pasada se produjeron otros tres procedimientos en la causa judicial: las fuerzas de seguridad entraron a las oficinas que The Old Fund tiene en Puerto Madero, a la casa donde alguna vez vivió Vandenbroele y a la casa de Muñoz en la provincia de Mendoza. De esos procedimientos la Justicia obtuvo pruebas que están bajo análisis del fiscal Rívolo.
El fiscal pidió y el juez ordenó otro procedimiento que se realizó ayer. La Justicia le solicitó al Banco Provincia de Buenos Aires el legajo crediticio de la empresa Ciccone que tenía deudas por algo más de 6.000.000 de pesos con esa entidad bancaria. Ese banco -que era acreedor de Ciccone Calcográfica- no se opuso al levantamiento de la quiebra .
El Banco Provincia colaboró con los que realizaron el operativo y entregó lo solicitado por el fiscal Rívolo.
En 2010, cuando se levantó la quiebra de Ciccone, hubo una misión de Vandenbroele y otro abogado para explicar cuál era la situación del fondo de inversión que iba a hacerse cargo de la empresa.
Algunas fuentes del Banco Provincia señalan que fue el propio Nicolás Ciccone quien le pidió a las autoridades del Banco que escucharan a Vandenbroele. Otra versión señala que desde el Ministerio de Economía solicitaron que Vandenbroele fuera recibido.
El Banco Provincia sometió el pedido de The Old Fund a consideración del directorio que aprobó la decisión que se tomó durante la presidencia de Guillermo Francos. En Tribunales quieren corroborar cómo se produjo la aceptación del Provincia de lo planteado por The Old Fund para el levantamiento de la quiebra y quiénes fueron los actores.
Mientras niega conocer al vicepresidente, Vandenbroele admitió conocer a José María “Nariga” Núñez Carmona, amigo de la infancia y socio de Boudou en varios emprendimientos privados.
Núñez Carmona aparece nombrado por varios protagonistas del Caso Ciccone -que aún no dieron testimonio con nombre y apellido ante la Justicia- como la persona que decía representar a Boudou en las negociaciones por Ciccone en compañía de Vandenbroele.
Ayer Núñez Carmona se dio por imputado en la causa cuando nombró abogado. Eligió a Diego Pirota, integrante del estudio de Darío Richarte, ex número dos de la Secretaría de Inteligencia del Estado en el gobierno de Fernando de la Rúa, que defiende, por ejemplo, a Claudio Uberti en el caso de la valija del venezolano Antonini Wilson.
Richarte tejió una importante red de contactos judiciales cuando integró el gobierno de la Alianza. A eso le sumó los que había conseguido en dos décadas de caminar por Tribunales Javier Fernández, integrante de la Auditoría General de la Nación (AGN).
Juntos, Richarte y Fernández ejercen influencia en las decisiones de algunos camaristas, jueces y fiscales, especialmente cuando los expedientes afectan a gente vinculada al ministro de Planificación, Julio De Vido.