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El default podría desencadenar golpes al empleo, el consumo, la inversión, entre otros sectores. Foto: Archivo
Suba del dólar, aumento de la inflación y freno del financiamiento son los principales efectos que acarreará el default en el que cayó la Argentina el miércoles pasado si fracasan los últimos intentos de llegar a un acuerdo con los holdouts y la cesación de pagos se prolonga en el tiempo.
Según analistas consultados por LA NACION, el default profundizará algunas de las tendencias negativas que ya muestra la economía, como la destrucción de empleos, la baja en el consumo y la caída de la inversión. A continuación, algunas de las consencuencias esperadas:
1. suba del dólar
El economista Miguel Boggiano, fundador de cartafinanciera.com, opinó que el dólar va a subir porque cualquier flujo de divisas que estuviera por llegar al país, por mínimo que fuera, ahora va a quedar frenado. «En consecuencia, el poco financiamiento que había se va a tener que pasar a pesos, el Banco Central va a tener que emitir y eso va a hacer subir la cotización del dólar, y no sólo la del blue, sino también la del oficial», estimó Boggiano.
A la escasez de dólares que ya había, se le agrega ahora la imposibilidad de acceder al mercado cambiario. Según estimaciones de la consultora Orlando J. Ferreres y Asociados, el tipo de cambio oficial para este año terminaría en torno de $ 10, 2,50 por encima de la cotización actual. El paralelo podría pasar de 13 a 15,50 pesos. Además, se va a intensificar la pérdida de reservas, algo que presionará todavía más la cotización del dólar.
2. inflación en aumento
Según Orlando J. Ferreres y Asociados, la inflación podría terminar arriba de 42%, cuando la estimación en un contexto sin default era de 39,4 por ciento. «Esto sería básicamente por la devaluación obligada que se daría ante la escasez de dólares», explicó Fausto Spotorno, economista de la consultora.
Además, algunas provincias que estaban por colocar deuda, ahora no lo van a poder hacer y van a tener que recurrir a la Nación. Eso también puede crear presión inflacionaria porque la Nación se va a ver obligada a emitir más. «Sobre la inflación juegan dos variables que se contraponen: por un lado, la devaluación y -en menor medida- la mayor emisión monetaria; por el otro, el menor nivel de actividad que frenaría la suba de precios en algunos rubros», explica Camilo Tiscornia, economista y director de C & T Asesores Económicos.
3. freno del crédito
Cuando un país entra en default, en el extranjero, bancos y otros agentes económicos revisan lo que ellos entienden como su riesgo con el país. «En consecuencia, más de uno puede empezar a restringir particularmente el crédito comercial, que aquí se manifiesta como la prefinanciación de exportaciones y financiamiento de importaciones», señaló Daniel Marx, economista y ex secretario de Finanzas.
En tanto, todo lo que son emisiones de bonos desde la Argentina, sea de las provincias o del sector privado, tiende a hacerse muy oneroso o casi imposible. «Por ahí existe alguien que igual quiera prestarle a la Argentina, pero con tasas de retorno sustancialmente superiores a las que se piden en la actualidad», advirtió Marx.
4. bancos con problemas
El economista y director de Econviews, Miguel Kiguel, afirmó que a los bancos les puede pegar el default si tienen algunos bonos del país en su poder, aunque aclaró que en este momento no poseen demasiados. «No debería ser un impacto muy grande porque tienen una exposición al sector público mucho más chica de la que tenían antes», evaluó Kiguel.
El temor en los bancos, agregó el economista, es que esta cesación de pagos les pegue indirectamente por aumento de la mora. También pueden sufrir por una menor liquidez, que se producirá ante la menor entrada de dinero desde el exterior.
Según Daniel Marx, queda en duda su capacidad para conseguir líneas de crédito y, aquellos que poseen títulos públicos tendrán una pérdida. «Además, se pueden planchar aún más los depósitos», alertó.
5. pérdida DE empleos
El actual nivel de desempleo, según Orlando J. Ferreres y Asociados, es de 8,8%. En un escenario normal crecería hasta 9,5%, mientras que con el default treparía a 10,6%. Esto se produciría por la caída de actividad, que se estima que con la cesación de pagos será de 2,1% en lugar del 1,5% que se había previsto para este año.
En tanto, para Kiguel, si este escenario se mantiene, habrá menos crédito, menor entrada de capitales y un dólar blue más alto. «Y cada vez que se dio eso, la economía se paró y se produjeron despidos».
Dante Sica, director de abeceb.com, advirtió que muchas empresas que atraviesan procesos de suspensión van a tener que transformar esas suspensiones en despidos.
6. menor consumo
El consumo, que ya viene bastante castigado en los últimos tiempos, sufrirá un golpe más. Camilo Tiscornia, economista y director de C &T Asesores Económicos, comentó que este mal momento del consumo se debe a que aumentó un poco el desempleo, cayeron los salarios reales y se cortaron los créditos bancarios.
¿Qué cabe esperar ahora? «Todo esto se va a acentuar», respondió Tiscornia. «Si la inflación sube, va a ir en contra de los salarios reales; si las tasas aumentan, habrá menos crédito, y si hay menor actividad económica, como ya se está viendo, se va a producir una destrucción de puestos de trabajo», vaticinó.
En conclusión, la cesación de pagos del país pegará de lleno en uno de los motores del modelo económico kirchnerista.
7. caída de la inversión
En un contexto donde los inversores externos ven a la economía argentina como riesgosa, se va a tornar muy difícil la llegada de inversiones.
«De movida, algo que no va a haber es crédito internacional, con lo que empresas como YPF no van a contar con financimiento para invertir», dice Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso.
No es casualidad que todas las inversiones que se pactan con la Argentina tengan jurisdicción internacional. «Ahora, si encima no se cumple un fallo de la justicia de otro país, es mucho más difícil que alguien desembolse capitales en la Argentina», dijo el economista. También se va a diluir el crédito comercial, con lo que habrá menos inversión de las empresas en bienes de capital, necesarios para la producción.
8. desabastecimiento
Se producirán nuevamente problemas en las cadenas de pagos y habrá faltantes de productos, por el hecho de que al haber menos dólares se va a poder importar mucho menos (desde bebidas alcohólicas hasta repuestos para autos e insumos médicos para remedios). «Si antes había pocos dólares que limitaban las importaciones, ahora hay menos, porque los que eventualmente iban a entrar no van a llegar», comentó Boggiano.
Este desabastecimiento que sufrirían los consumidores también impactará en la industria, que no podrá contar con insumos básicos para la producción. «De esta manera -acotó Boggiano- se verá aún más resentido el aparato productivo nacional, algo que pegará en la oferta de bienes y en el empleo.»
9. menos comercio exterior
Antes del default, se estimaba para este año una balanza comercial favorable de US$ 6500 millones, mientras que ahora, si se extiende el período del default, se prevé que sea de US$ 5600 millones en 2014, que se convertiría en déficit de -2967 millones en 2015, según OJF y Asoc.
Para Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), esto se debe a que se cortan las líneas de financiamiento que se daban a través de los bancos al comercio exterior, tanto para las empresas importadoras como exportadoras.
«Esto puede hacer que se tengan que plantear operaciones cash o incluso pagar por adelantado», dijo. El efecto inmediato es que caerán tanto las exportaciones como las importaciones.
Además, las empresas exportadoras de un país en default pasan a ser menos «elegibles» a la hora de ser proveedores, al competir contra firmas de países que no están en situación de impago.
10. construcción en baja
En el sector inmobiliario, que ya está en uno de sus peores momentos de la historia, con 30 meses de caída de la actividad, el default sólo puede empeorar las cosas .
«A los niveles en que estamos hoy, creo que los precios podrían bajar más de 10%, que fue lo que cayeron en los últimos 12 meses, para que se reactive la demanda», comentó Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario.
Por el lado de la construcción también está complicada la presentación de proyectos, porque se tornará muy difícil conseguir financiamiento para iniciar nuevas obras.
Se reducirán la obra pública nacional y provincial..