Energizer Argentina, filial de la multinacional dedicada esencialmente a la venta de productos como pilas y baterías, pero que también tiene en su portfolio las marcas de cuidado personal Hawaiian Tropic y Banana Boat (protectores solares) y Schick (máquinas de afeitar), paga cada vez más caro el precio de la política importadora del Gobierno.
Desde 2013 la empresa, que importa la totalidad de lo que vende en la Argentina, comenzó con un fuerte proceso de reducción de personal, pero ahora decidió arrancar el año agudizando esta tendencia, ante la dificultad cada vez más grande de ingresar productos al país.
Hace dos años, Energizer Argentina se había desprendido nada menos que de 105 empleados, en tanto que un año después quedaron cesantes otros 85. Ahora continúa ese camino no solo desprendiéndose de 45 trabajadores más de la mitad del plantel sino que además descabezó a la cúpula local de la firma.
Este proceso se inició el jueves de la semana pasada, cuando perdieron sus puestos el gerente general, además de quienes tenían a su cargo los departamentos de Comercial, Ventas y Finanzas entre otros. Luego de esto, la compañía quedó a cargo de Gustavo Paz, quien acaba de ser ascendido al puesto de director Comercial.
Sobre el total de 45 trabajadores que ya no dependerán de Energizer Argentina, hoy se formalizará el despido de los últimos cinco. Todos contarán con tiempo hasta el 18 de febrero próximo para informar si aceptan o no la propuesta indemnizatoria de la empresa.
Según pudo saber El Cronista de fuentes que conocen la empresa desde adentro, la intención de la casa matriz ahora es reducir la operación a su mínima expresión, y reformular algunas cuestiones comerciales.
La explicación central de esta situación se debe buscar en la obligación que tienen las empresas de equilibar su balanza comercial, algo que Energizer no supo hacer. Apenas impuestas estas reglamentaciones, la firma salió a vender al exterior aceitunas desde Catamarca, aunque luego se abandonó ese negocio, lo que generó inconvenientes cada vez más serios para ingresar productos.
Los directivos locales habrían intentado en varias oportunidades convencer a la casa matriz de respetar las exigencias del Gobierno nacional para impulsar el negocio, pero estas se mostraron reticentes.
Como consecuencia, el año pasado la empresa registró una baja del 27% en el volumen de ventas medido en productos, y del 16% si se toman los montos de dinero como referencia.
La necesidad de achicar la compañía en la Argentina era fuerte, a tal punto que a los últimos despedidos las empresa ofreció el monto que corresponde, a lo que adicionaron hasta un 70% extra.
Los pasos de la empresa ahora son algo difusos, pero lo cierto es que Energizer Argentina comenzará a funcionar ahora en una suerte de piloto automático, al menos durante el primer semestre de 2015. Mientras tanto, se baraja la posibilidad de que la empresa cree una sociedad aparte con el segmento de cuidado personal, para luego venderlo a un tercero.
De hecho, las fuentes consultadas afirman que los productos que corresponden a este ítem cuyas ventas en el país cayeron 60% en 2014 contra la tendencia fronteras afuera ya no llegarán a la Argentina, al menos hasta que se resuelva cómo continuará su operatoria.