Las plantas de Tierra del Fuego son beneficiadas por un régimen especial de promción creado por el gobierno K
La baja del consumo de productos de electrónica en el primer semestre se combinó con la incertidumbre sobre la continuidad del régimen de promoción industrial en Tierra del Fuego para que las fábricas radicadas en Río Grande y Ushuaia trabajen a la mitad de su capacidad instalada, según pudo constatar este diario en una recorrida por las plantas de Mirgor, BGH y Newsan.
Durante el primer semestre el consumo cayó un 25% a 30%, según explicaron. Después de que las fábricas consiguieran las divisas para producir durante las elecciones presidenciales, a todo vapor acumularon un stock que luego no pudieron vender.
Así es que las plantas redujeron la cantidad de turnos a la mitad. En el establecimiento que produce climatizadores para autos, de Iatec, del Grupo Mirgor, los turnos se redujeron a 1,5 respecto de los tres que hacían el año pasado. Los 210 empleados de la firma controlada por Nicolás Caputo deben ensamblar unos 15 mil equipos con origen 30% nacional.
El Gobierno está analizando en profundidad el régimen. Pretende cuidar el empleo (10.800 directos y 8100 indirectos), pero busca que bajen los precios de los productos, bajar el costo fiscal de la promoción industrial (de unos $ 30 mil millones), elevar la productividad del sector y diversificar la producción de la provincia (aporta el 35% de la recaudación).
La incertidumbre en el sector es grande: si el régimen continuará hasta 2023, si la protección se reducirá a la producción de TV, celulares, aires acondicionado (y microondas); si permitirá importar sin trabas equipos de audio, decodificadores, computadoras, si bajará los aranceles de importación de portátiles de 35% a 16%.
En la planta de BGH llegaron a tener 14 líneas de producción en dos turnos, pero hoy trabajan con tres líneas en un turno, debido a la baja del consumo y a la incertidumbre sobre el régimen, según contó el gerente de Planta, Héctor Quaranta. Sólo hasta noviembre contratará un segundo turno para aires acondicionado. Hoy con 1280 operarios, la línea que más sufrió fue la de celulares, que trabaja menos de un turno, y se salva la de televisores, con dos turnos. Microondas, monitores, decodificadores bajaron a un turno.
Los empleados entienden el contexto y tratan de salvarse de un despido faltando al trabajo: allí el ausentismo trepó al 18%. El sector viene conversando con el Gobierno la forma de volverse más competitivo y bajar los precios de los productos para el consumidor. Requiere que el proceso sea gradual, que el Estado bajando los gastos de logística y que el retail ceda ganancias.
Trata de mostrar que tiene un nivel de integración mayor que la automotriz y que los costos de las partes de origen nacional pueden elevarse, como los motores de los aires, desde u$s 7 de China a u$s 56. Y que es imposible competir con los precios de la electrónica china.
Newsan, la más grande, con 2600 operarios en seis plantas, y con sede en Ushuaia, también ocupa la mitad de su capacidad. En la fábrica de aires acondicionado, los turnos pasaron de 24 horas por siete días a 18 por cinco este año (con todo, está por incorporar una máquina que dobla caños por 300 mil euros). La producción de monitores y TV pasó de 1,2 millones de displays a 800 mil este año y está en mejor situación que la de celulares. «Estamos con un turno en todas las líneas y tuvimos que sacar una línea de fabricación, porque no sabemos qué va a pasar con el mercado», dijo Pierre Iribarren, gerente de Planta del grupo.
El riesgo de reconvertir la industria de Tierra del Fuego es la migración masiva de trabajadores, que sólo cuentan con cursos técnicos sobre el secundario y que es difícil que pasen a la industria de servicios con los mismos salarios. Hoy la isla paga tres veces los salarios de Brasil.
La planta de Mirgor que monta autoradios para Toyota replica los estándares de calidad japoneses de la planta de Tailandia, pero el costo por empleado es mayor (unos $ 40 mil). En la empresa defienden que los 100 em pleados están en mejores condiciones. Pero recalcan que, ante la necesidad de elevar la competitividad, el ausentismo (3% en esta fábrica y 10% en el mercado) es un costo a reducir.
La baja del consumo de productos de electrónica en el primer semestre se combinó con la incertidumbre sobre la continuidad del régimen de promoción industrial en Tierra del Fuego para que las fábricas radicadas en Río Grande y Ushuaia trabajen a la mitad de su capacidad instalada, según pudo constatar este diario en una recorrida por las plantas de Mirgor, BGH y Newsan.
Durante el primer semestre el consumo cayó un 25% a 30%, según explicaron. Después de que las fábricas consiguieran las divisas para producir durante las elecciones presidenciales, a todo vapor acumularon un stock que luego no pudieron vender.
Así es que las plantas redujeron la cantidad de turnos a la mitad. En el establecimiento que produce climatizadores para autos, de Iatec, del Grupo Mirgor, los turnos se redujeron a 1,5 respecto de los tres que hacían el año pasado. Los 210 empleados de la firma controlada por Nicolás Caputo deben ensamblar unos 15 mil equipos con origen 30% nacional.
El Gobierno está analizando en profundidad el régimen. Pretende cuidar el empleo (10.800 directos y 8100 indirectos), pero busca que bajen los precios de los productos, bajar el costo fiscal de la promoción industrial (de unos $ 30 mil millones), elevar la productividad del sector y diversificar la producción de la provincia (aporta el 35% de la recaudación).
La incertidumbre en el sector es grande: si el régimen continuará hasta 2023, si la protección se reducirá a la producción de TV, celulares, aires acondicionado (y microondas); si permitirá importar sin trabas equipos de audio, decodificadores, computadoras, si bajará los aranceles de importación de portátiles de 35% a 16%.
En la planta de BGH llegaron a tener 14 líneas de producción en dos turnos, pero hoy trabajan con tres líneas en un turno, debido a la baja del consumo y a la incertidumbre sobre el régimen, según contó el gerente de Planta, Héctor Quaranta. Sólo hasta noviembre contratará un segundo turno para aires acondicionado. Hoy con 1280 operarios, la línea que más sufrió fue la de celulares, que trabaja menos de un turno, y se salva la de televisores, con dos turnos. Microondas, monitores, decodificadores bajaron a un turno.
Los empleados entienden el contexto y tratan de salvarse de un despido faltando al trabajo: allí el ausentismo trepó al 18%. El sector viene conversando con el Gobierno la forma de volverse más competitivo y bajar los precios de los productos para el consumidor. Requiere que el proceso sea gradual, que el Estado bajando los gastos de logística y que el retail ceda ganancias.
Trata de mostrar que tiene un nivel de integración mayor que la automotriz y que los costos de las partes de origen nacional pueden elevarse, como los motores de los aires, desde u$s 7 de China a u$s 56. Y que es imposible competir con los precios de la electrónica china.
Newsan, la más grande, con 2600 operarios en seis plantas, y con sede en Ushuaia, también ocupa la mitad de su capacidad. En la fábrica de aires acondicionado, los turnos pasaron de 24 horas por siete días a 18 por cinco este año (con todo, está por incorporar una máquina que dobla caños por 300 mil euros). La producción de monitores y TV pasó de 1,2 millones de displays a 800 mil este año y está en mejor situación que la de celulares. «Estamos con un turno en todas las líneas y tuvimos que sacar una línea de fabricación, porque no sabemos qué va a pasar con el mercado», dijo Pierre Iribarren, gerente de Planta del grupo.
El riesgo de reconvertir la industria de Tierra del Fuego es la migración masiva de trabajadores, que sólo cuentan con cursos técnicos sobre el secundario y que es difícil que pasen a la industria de servicios con los mismos salarios. Hoy la isla paga tres veces los salarios de Brasil.
La planta de Mirgor que monta autoradios para Toyota replica los estándares de calidad japoneses de la planta de Tailandia, pero el costo por empleado es mayor (unos $ 40 mil). En la empresa defienden que los 100 em pleados están en mejores condiciones. Pero recalcan que, ante la necesidad de elevar la competitividad, el ausentismo (3% en esta fábrica y 10% en el mercado) es un costo a reducir.