De los tres mil habitantes que tiene Belisle, hay un 80 por ciento que apenas llega a fin de mes. Los comedores escolares aumentaron la demanda; los vecinos intentan aunar sus pocos ahorros y armar una sola lista de compras; los negocios temen tener que cerrar.
Para hacerle frente a la crisis, cuatro comercios de la ciudad, junto con el municipio, acordaron organizar la “caravana de la economía popular”, una suerte de feria ambulante que se realizará hoy, a partir de las 10 de la mañana, cuando recorran las calles de esta pequeña localidad para ofrecer mercadería a precio de costo.
Los productos que los vecinos podrán adquirir van desde alimentos no perecederos, a verduras frescas, pan, o leche. De acuerdo a la organización, los vecinos podrán adquirir hasta dos paquetes de cada uno de estos productos .
Esta primera etapa del año, en Belisle, se conjugaron varios factores adversos: una muy mala temporada frutícola, la dependencia casi exclusiva de una empresa, y la caída de la construcción erosionaron la economía del lugar.
“En el pueblo, el promedio de sueldos es de 6800 pesos. Es difícil poder sobrevivir con estos ingresos” , dijo el intendente, David Mendoza, del Frente para la Victoria.
“Se necesita reactivar la construcción. Si una obra emplea a 5 trabajadores, para nosotros son cinco familias con ingresos y eso es mucho”, agrega.
Hasta ayer, los locales y el municipio habían reunido zapallo, harina, aceite, arroz, fideos, polenta, yerba y azúcar entre otros productos, para poder ofrecer en la caravana que se pondrá en marcha hoy.
“La actividad la podemos llevar adelante gracias a la solidaridad de los comercios que se sumaron para enfrentar los aumentos”, agregó Mendoza.
Días difíciles
No es la primera vez que Mendoza alerta sobre la situación económica de esta localidad.
Días atrás, cuando los intendentes de la zona presentaron un recurso de amparo contra los tarifazos de los servicios, el jefe comunal había descripto que Belisle estaba atravesando una fuerte caída en la actividad de varios sectores.
El propio Mendoza señaló ayer por la mañana que la cantidad de chicos en el comedor ha crecido de manera considerable. “Ahora, todos los días se les da de comer a 85 chicos”, dijo.
Además, explicó, se suman otras personas que son enviadas desde el hospital por los asistentes sociales para que puedan comer.
“Hay chicos que llevan a sus hermanos más chicos. Y tienen sólo esa comida por lo que a veces se les da una vianda para que se lleven a sus casas. En el municipio todos los días tenemos gente, así que les damos bolsas de comida”, agregó.
“Estos días que estuvo lloviendo, los vecinos que trabajan en el campo perdieron muchísimo. No llegan a fin de mes. Van a Choele a buscar una que otra oferta, o se juntan entre dos o tres familias para poder ir a comprar. Pero hay muchos que están desde temprano hasta tarde, pidiendo en el municipio”, señaló Mendoza.
es el sueldo promedio de los habitantes, según los datos del Municipio. Bajó la construcción y la mayoría trabaja en una sola empresa frutícola.
“Si lo necesitas llevalo y sino dejalo para aquel que lo necesite”, dice el cartel, junto a un enorme canasto lleno de bolsas de pan. La familia Phof, que tiene su panadería en Mitre y Expedicionarios al Desierto, se propuso ayudar y desde ayer puso en marcha la “canasta solidaria de pan”. “Con esto solo queremos aportar un granito de arena”, señaló la dueña de la panadería, que destacó el espíritu solidario de la clientela: “mucha gente compró pan para dejarlo en el canasto.” Los responsables de la idea destacaron que no existen limites: “Lo iremos controlando y cada vez que falte pan se repondrá”, dijeron, y contaron que “durante todo el día se acercaron muchas personas que fueron retirando el pan. Fueron muy educados: entraban y pedían permiso para llevarse una o dos bolsas de pan”.
Para hacerle frente a la crisis, cuatro comercios de la ciudad, junto con el municipio, acordaron organizar la “caravana de la economía popular”, una suerte de feria ambulante que se realizará hoy, a partir de las 10 de la mañana, cuando recorran las calles de esta pequeña localidad para ofrecer mercadería a precio de costo.
Los productos que los vecinos podrán adquirir van desde alimentos no perecederos, a verduras frescas, pan, o leche. De acuerdo a la organización, los vecinos podrán adquirir hasta dos paquetes de cada uno de estos productos .
Esta primera etapa del año, en Belisle, se conjugaron varios factores adversos: una muy mala temporada frutícola, la dependencia casi exclusiva de una empresa, y la caída de la construcción erosionaron la economía del lugar.
“En el pueblo, el promedio de sueldos es de 6800 pesos. Es difícil poder sobrevivir con estos ingresos” , dijo el intendente, David Mendoza, del Frente para la Victoria.
“Se necesita reactivar la construcción. Si una obra emplea a 5 trabajadores, para nosotros son cinco familias con ingresos y eso es mucho”, agrega.
Hasta ayer, los locales y el municipio habían reunido zapallo, harina, aceite, arroz, fideos, polenta, yerba y azúcar entre otros productos, para poder ofrecer en la caravana que se pondrá en marcha hoy.
“La actividad la podemos llevar adelante gracias a la solidaridad de los comercios que se sumaron para enfrentar los aumentos”, agregó Mendoza.
Días difíciles
No es la primera vez que Mendoza alerta sobre la situación económica de esta localidad.
Días atrás, cuando los intendentes de la zona presentaron un recurso de amparo contra los tarifazos de los servicios, el jefe comunal había descripto que Belisle estaba atravesando una fuerte caída en la actividad de varios sectores.
El propio Mendoza señaló ayer por la mañana que la cantidad de chicos en el comedor ha crecido de manera considerable. “Ahora, todos los días se les da de comer a 85 chicos”, dijo.
Además, explicó, se suman otras personas que son enviadas desde el hospital por los asistentes sociales para que puedan comer.
“Hay chicos que llevan a sus hermanos más chicos. Y tienen sólo esa comida por lo que a veces se les da una vianda para que se lleven a sus casas. En el municipio todos los días tenemos gente, así que les damos bolsas de comida”, agregó.
“Estos días que estuvo lloviendo, los vecinos que trabajan en el campo perdieron muchísimo. No llegan a fin de mes. Van a Choele a buscar una que otra oferta, o se juntan entre dos o tres familias para poder ir a comprar. Pero hay muchos que están desde temprano hasta tarde, pidiendo en el municipio”, señaló Mendoza.
es el sueldo promedio de los habitantes, según los datos del Municipio. Bajó la construcción y la mayoría trabaja en una sola empresa frutícola.
“Si lo necesitas llevalo y sino dejalo para aquel que lo necesite”, dice el cartel, junto a un enorme canasto lleno de bolsas de pan. La familia Phof, que tiene su panadería en Mitre y Expedicionarios al Desierto, se propuso ayudar y desde ayer puso en marcha la “canasta solidaria de pan”. “Con esto solo queremos aportar un granito de arena”, señaló la dueña de la panadería, que destacó el espíritu solidario de la clientela: “mucha gente compró pan para dejarlo en el canasto.” Los responsables de la idea destacaron que no existen limites: “Lo iremos controlando y cada vez que falte pan se repondrá”, dijeron, y contaron que “durante todo el día se acercaron muchas personas que fueron retirando el pan. Fueron muy educados: entraban y pedían permiso para llevarse una o dos bolsas de pan”.