política monetaria
martes, 08 de enero de 2013
La forma legal de girar divisas a través de títulos públicos alcanzó en 2012 a u$s4.140 millones, gracias a las restricciones del Banco Central. Un año antes las operaciones de «contado con liquidación» habían sumado u$s6.100 millones. El Gobierno lo interpreta como una victoria
La fuga de capitales vía los bonos argentinos, conocida en la jerga financiera como «contado con liquidación» (comprar títulos en la Argentina y venderlos 72 horas después en el exterior para hacerse de los billetes verdes en Nueva York) cerró el año pasado en franco descenso.
Según datos oficiales, se observó una caída del 32% para totalizar 4.140 millones de dólares.
Este mecanismo, que es legal, terminó siendo una de las pocas alternativas que tienen los ahorristas y grandes empresas para hacerse de dólares en medio del férreo cepo cambiario.
Pero la caída observada en el caudal de operaciones tiene que ver con la presión que ejerció el Banco Central sobre las entidades financieras. Estos jugadores de la city operan en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), y fue precisamente en esa plaza (no tanto la Bolsa de Comercio) donde se desplomó el volumen.
Franca desaceleración
Entre junio y octubre pasado, en el MAE se operaban u$s8 millones por día, mientras que en noviembre pasado cayó a 240.000 dólares.
Es más, durante el primer semestre del año pasado, en el MAE los bancos movían en promedio u$s380 millones por mes. «Las mismas restricciones del Central, con respecto a la operatoria de bonos en cartera propia y de clientes, permitió que se redujeran los montos negociados», admitía una fuente oficial.
Los números muestran la tendencia: mientras que en enero del 2012 se fugaron más u$s1.000 millones vía bonos, en febrero fueron u$s580 millones, en marzo u$s600 millones y en abril u$s300 millones.
El quiebre fue en septiembre cuando cayó a 150 millones de dólares. En noviembre, no obstante, las empresas se apuraron para girar dividendos y eso espiralizó un poco el monto operado, que alcanzó 340 millones de dólares. Ya en diciembre retornó la «normalidad» con operaciones por 140 millones de dólares.
Según la visión oficial, que el precio del «contado con liqui» o dólar fuga esté estabilizado entre $6,80 y $6,90 y se haya reducido la cantidad de dólares que se fugan por esta vía, hace poco probable que intenten restringir aún más esta operatoria.
En los momentos más calientes de la dolarización de portafolios, habían surgido versiones (si bien desmentidas por funcionarios) acerca de extender el plazo obligatorio de permanencia en el país de la inversión.
Como es una operación legal, al comprar el bono el inversor tiene que mantenerlo en cartera 72 horas antes de poder venderlo en el exterior. De esta forma asume un riesgo «cambiario» por el precio del título aquí y en Nueva York, lo que desalienta la operatoria.
Lo cierto es que aquellos que tienen dinero en blanco, a cuentagotas por los controles oficiales y las posibles represalias, pueden dolarizarse a través de los títulos. Claro está, a un precio mucho más alto que la inaccesible cotización oficial.
Fuente: iProfesional
Categorías: Bancos – Bancos Centrales – Bancos Privados – Bancos Públicos – Economía – Finanzas
Tags: Banco Central – BCRA – Bonos – Dolar – fuga de capitales – fuga de dólares – MAE – mercado – Mercado Abierto Electrónico – restricciones – títulos públicos
martes, 08 de enero de 2013
La forma legal de girar divisas a través de títulos públicos alcanzó en 2012 a u$s4.140 millones, gracias a las restricciones del Banco Central. Un año antes las operaciones de «contado con liquidación» habían sumado u$s6.100 millones. El Gobierno lo interpreta como una victoria
La fuga de capitales vía los bonos argentinos, conocida en la jerga financiera como «contado con liquidación» (comprar títulos en la Argentina y venderlos 72 horas después en el exterior para hacerse de los billetes verdes en Nueva York) cerró el año pasado en franco descenso.
Según datos oficiales, se observó una caída del 32% para totalizar 4.140 millones de dólares.
Este mecanismo, que es legal, terminó siendo una de las pocas alternativas que tienen los ahorristas y grandes empresas para hacerse de dólares en medio del férreo cepo cambiario.
Pero la caída observada en el caudal de operaciones tiene que ver con la presión que ejerció el Banco Central sobre las entidades financieras. Estos jugadores de la city operan en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), y fue precisamente en esa plaza (no tanto la Bolsa de Comercio) donde se desplomó el volumen.
Franca desaceleración
Entre junio y octubre pasado, en el MAE se operaban u$s8 millones por día, mientras que en noviembre pasado cayó a 240.000 dólares.
Es más, durante el primer semestre del año pasado, en el MAE los bancos movían en promedio u$s380 millones por mes. «Las mismas restricciones del Central, con respecto a la operatoria de bonos en cartera propia y de clientes, permitió que se redujeran los montos negociados», admitía una fuente oficial.
Los números muestran la tendencia: mientras que en enero del 2012 se fugaron más u$s1.000 millones vía bonos, en febrero fueron u$s580 millones, en marzo u$s600 millones y en abril u$s300 millones.
El quiebre fue en septiembre cuando cayó a 150 millones de dólares. En noviembre, no obstante, las empresas se apuraron para girar dividendos y eso espiralizó un poco el monto operado, que alcanzó 340 millones de dólares. Ya en diciembre retornó la «normalidad» con operaciones por 140 millones de dólares.
Según la visión oficial, que el precio del «contado con liqui» o dólar fuga esté estabilizado entre $6,80 y $6,90 y se haya reducido la cantidad de dólares que se fugan por esta vía, hace poco probable que intenten restringir aún más esta operatoria.
En los momentos más calientes de la dolarización de portafolios, habían surgido versiones (si bien desmentidas por funcionarios) acerca de extender el plazo obligatorio de permanencia en el país de la inversión.
Como es una operación legal, al comprar el bono el inversor tiene que mantenerlo en cartera 72 horas antes de poder venderlo en el exterior. De esta forma asume un riesgo «cambiario» por el precio del título aquí y en Nueva York, lo que desalienta la operatoria.
Lo cierto es que aquellos que tienen dinero en blanco, a cuentagotas por los controles oficiales y las posibles represalias, pueden dolarizarse a través de los títulos. Claro está, a un precio mucho más alto que la inaccesible cotización oficial.
Fuente: iProfesional
Categorías: Bancos – Bancos Centrales – Bancos Privados – Bancos Públicos – Economía – Finanzas
Tags: Banco Central – BCRA – Bonos – Dolar – fuga de capitales – fuga de dólares – MAE – mercado – Mercado Abierto Electrónico – restricciones – títulos públicos