BUENOS AIRES.- Las elecciones legislativas en Argentina confirmaron lo que muchos inversionistas habían anticipado durante meses: el régimen populista encabezado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner podría ser reemplazado por un gobierno que trate de mejorar el clima de inversión del país una vez que termine su gestión en 2015.
Tales esperanzas han apuntalado un auge de dos meses y medio en los precios de las acciones y los bonos de Argentina. Los inversionistas consideran que los valores del país se siguen cotizando con un descuento significativo después de años de inflación alta y nacionalizaciones de empresas y se podrían apreciar.
El Frente para la Victoria de Kirchner y sus aliados conservaron sus mayorías en el Senado y la Cámara de Diputados en los comicios del domingo. Sus candidatos, sin embargo, tuvieron un pobre desempeño en distritos electorales clave, como los de las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, donde se impuso con una holgada mayoría Sergio Massa, un ex jefe de gabinete de la mandataria que se ha transformado en uno de los principales detractores de su política económica.
Las acciones y los bonos se han disparado desde que las elecciones primarias del 11 de agosto sugirieran que Kirchner no conseguiría un mandato político lo suficientemente robusto como para enmendar la Constitución con el fin de volverse a postular a la presidencia. Líderes moderados como Daniel Scioli, el influyente gobernador de Buenos Aires, y el propio Massa ya han indicado sus planes de presentarse a las elecciones presidenciales en 2015.
Observadores políticos señalan que estos líderes moderados, que también pertenecen al movimiento peronista gobernante, se encuentran en una posición sólida para desafiar el liderazgo de facto de Kirchner dentro del peronismo y allanar el camino para las reformas económicas. Se espera, igualmente, que la mandataria enfrente la presión de algunos de los principales gobernadores y legisladores peronistas para asumir el costo político de corregir algunos desequilibrios económicos.
Pocos mercados en el mundo están parcialmente protegidos de los movimientos en las tasas de interés estadounidenses y tienen «un claro sendero hacia un cambio de gobierno a favor de una mejoría del clima de inversión», manifestó Daniel Freifeld, director ejecutivo del fondo Callaway Capital Management LLC, que ha invertido millones de dólares en valores de los mercados emergentes.
Después de las primarias de agosto, el fondo compró bonos soberanos de Argentina denominados en dólares y acciones de YPF SA, la principal petrolera del país, que cotizan en EE.UU., apostando a que los precios subirán bajo un nuevo gobierno.
El índice Merval, que agrupa a las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires, acumula un alza de 40% desde comienzos de agosto y de 60% en lo que va del año. Los bonos de referencia también han repuntado. El Bonar denominado en dólares que vence en 2017 ha subido 40% en lo que va del año y casi la mitad de ese avance se ha producido después de las primarias del 11 de agosto. El Merval cerró el lunes con una caída de 1% luego de que los inversionistas aprovecharan la jornada para cosechar ganancias tras las elecciones del domingo.
«Argentina está pagando deudas, su flujo de caja proviene de las exportaciones, de modo que sigo invirtiendo en el país», dijo Ray Zucaro, director gerente principal de SW Asset Management, que gestiona US$382 millones en activos y posee bonos de provincias argentinas y valores vinculados al crecimiento. «Las políticas del gobierno son malas, así que si hay un cambio de régimen, eso sería como la cereza sobre el pastel para nosotros».
Observadores indican que la gran pregunta ahora es si el gobierno de Kirchner tratará de arreglar algunos de los problemas económicos antes de dejar el poder o si pasará esa tarea a su sucesor. Entre los problemas figuran una inflación de dos dígitos y la escasez de divisas extranjeras, que han mermado el crecimiento.
«Aún faltan dos años y los próximos pasos del gobierno serán mucho más importantes a la hora de fijar el tono del mercado que los resultados de la votación», indicó Adrián Mayoral, operador de la corredora Mayoral Bursátil.
Kirchner, por su parte, no ha aparecido en público desde que se sometiera a una intervención quirúrgica el 8 de octubre por un hematoma craneal. Los analistas no prevén cambios de política importantes hasta que reanude sus funciones en noviembre. Ahora que habría quedado descartada su reelección, podría estar ocupada tratando de impedir deserciones desde su Frente para la Victoria hacia las facciones más moderadas del peronismo que tendrían mejores posibilidades de triunfar en 2015.
La inflación ha minado la confianza del público en el peso argentino. La respuesta del gobierno -controles de capital y barreras comerciales- no han evitado que sus reservas extranjeras cayeran a un mínimo de seis años y medio, a unos US$34.000 millones.
Muchos economistas anticipan que Kirchner redoblará el racionamiento de dólares y las restricciones a las importaciones para frenar la salida de reservas, que utiliza para pagar a los acreedores del gobierno.
-Prabha Natarajan y Ken Parks contribuyeron a este artículo. .
Tales esperanzas han apuntalado un auge de dos meses y medio en los precios de las acciones y los bonos de Argentina. Los inversionistas consideran que los valores del país se siguen cotizando con un descuento significativo después de años de inflación alta y nacionalizaciones de empresas y se podrían apreciar.
El Frente para la Victoria de Kirchner y sus aliados conservaron sus mayorías en el Senado y la Cámara de Diputados en los comicios del domingo. Sus candidatos, sin embargo, tuvieron un pobre desempeño en distritos electorales clave, como los de las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, donde se impuso con una holgada mayoría Sergio Massa, un ex jefe de gabinete de la mandataria que se ha transformado en uno de los principales detractores de su política económica.
Las acciones y los bonos se han disparado desde que las elecciones primarias del 11 de agosto sugirieran que Kirchner no conseguiría un mandato político lo suficientemente robusto como para enmendar la Constitución con el fin de volverse a postular a la presidencia. Líderes moderados como Daniel Scioli, el influyente gobernador de Buenos Aires, y el propio Massa ya han indicado sus planes de presentarse a las elecciones presidenciales en 2015.
Observadores políticos señalan que estos líderes moderados, que también pertenecen al movimiento peronista gobernante, se encuentran en una posición sólida para desafiar el liderazgo de facto de Kirchner dentro del peronismo y allanar el camino para las reformas económicas. Se espera, igualmente, que la mandataria enfrente la presión de algunos de los principales gobernadores y legisladores peronistas para asumir el costo político de corregir algunos desequilibrios económicos.
Pocos mercados en el mundo están parcialmente protegidos de los movimientos en las tasas de interés estadounidenses y tienen «un claro sendero hacia un cambio de gobierno a favor de una mejoría del clima de inversión», manifestó Daniel Freifeld, director ejecutivo del fondo Callaway Capital Management LLC, que ha invertido millones de dólares en valores de los mercados emergentes.
Después de las primarias de agosto, el fondo compró bonos soberanos de Argentina denominados en dólares y acciones de YPF SA, la principal petrolera del país, que cotizan en EE.UU., apostando a que los precios subirán bajo un nuevo gobierno.
El índice Merval, que agrupa a las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires, acumula un alza de 40% desde comienzos de agosto y de 60% en lo que va del año. Los bonos de referencia también han repuntado. El Bonar denominado en dólares que vence en 2017 ha subido 40% en lo que va del año y casi la mitad de ese avance se ha producido después de las primarias del 11 de agosto. El Merval cerró el lunes con una caída de 1% luego de que los inversionistas aprovecharan la jornada para cosechar ganancias tras las elecciones del domingo.
«Argentina está pagando deudas, su flujo de caja proviene de las exportaciones, de modo que sigo invirtiendo en el país», dijo Ray Zucaro, director gerente principal de SW Asset Management, que gestiona US$382 millones en activos y posee bonos de provincias argentinas y valores vinculados al crecimiento. «Las políticas del gobierno son malas, así que si hay un cambio de régimen, eso sería como la cereza sobre el pastel para nosotros».
Observadores indican que la gran pregunta ahora es si el gobierno de Kirchner tratará de arreglar algunos de los problemas económicos antes de dejar el poder o si pasará esa tarea a su sucesor. Entre los problemas figuran una inflación de dos dígitos y la escasez de divisas extranjeras, que han mermado el crecimiento.
«Aún faltan dos años y los próximos pasos del gobierno serán mucho más importantes a la hora de fijar el tono del mercado que los resultados de la votación», indicó Adrián Mayoral, operador de la corredora Mayoral Bursátil.
Kirchner, por su parte, no ha aparecido en público desde que se sometiera a una intervención quirúrgica el 8 de octubre por un hematoma craneal. Los analistas no prevén cambios de política importantes hasta que reanude sus funciones en noviembre. Ahora que habría quedado descartada su reelección, podría estar ocupada tratando de impedir deserciones desde su Frente para la Victoria hacia las facciones más moderadas del peronismo que tendrían mejores posibilidades de triunfar en 2015.
La inflación ha minado la confianza del público en el peso argentino. La respuesta del gobierno -controles de capital y barreras comerciales- no han evitado que sus reservas extranjeras cayeran a un mínimo de seis años y medio, a unos US$34.000 millones.
Muchos economistas anticipan que Kirchner redoblará el racionamiento de dólares y las restricciones a las importaciones para frenar la salida de reservas, que utiliza para pagar a los acreedores del gobierno.
-Prabha Natarajan y Ken Parks contribuyeron a este artículo. .