En el Gobierno hay preocupación por la situación económica. La inflación acumulada sumada al aumento de tarifas está minando la realidad de los clases más bajas y media bajas y erosionando una base electoral que puede ser decisiva el año que viene, con elecciones a la vista; sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Con ese horizonte, el presidente Mauricio Macri prepara una batería de medidas para aliviar el peso de los aumentos. En los próximos días, el jefe de Estado habilitará la Asignación Universal por Hijo (AUH) para los monotributistas que menos ganan y destinará una partida para incrementar las asignaciones hasta que el Congreso sancione la devolución del IVA a los productos de la canasta básica. Con la idea de generar puestos de trabajo y dinamizar la economía comenzarán a moverse proyectos de obra pública que hasta ahora estaban parados, como los del Fondo Nacional de Vivienda (FONAVI).
“Pasar el Rubicón” es el eufemismo con el que en el Gobierno se refieren al duro pasaje desde el enfriamiento de la economía para bajar la inflación y reactivar el flujo de negocios. Los miembros más optimistas del gabinete creen que demorará dos o tres meses, los más pesimistas ven un escenario de 5 meses. Como sea, hay consenso en que urge tomar medidas para determinados sectores. “Para los más vulnerables, pero fundamentalmente para los vulnerados”, afirmó un miembro de la mesa nacional del PRO que ayer por la tarde volvió a reunirse en la Casa Rosada. En el Ejecutivo sostienen que la AUH alivia al segmento más desprotegido, pero ven con mayor preocupación el impacto del aumento de tarifas en la clases media-baja que pagan impuestos y transporte y que en los últimos años disfrutaron del consumo que impulsaba la anterior gestión, aunque fuera a base de emisión monetaria.
La discusión de esas herramientas fue el tema preponderante de las dos reuniones que el Presidente encabezó ayer. Al mediodía en un almuerzo en Olivos con sus aliados de Cambiemos y por la tarde en Balcarce 50 junto a los referentes del PRO. En ambos encuentros se habló del “regreso” de Cristina Kirchner al centro de la escena, que -temen- puede tensar más el descontento. “De la situación judicial de la ex presidenta se encargará la Justicia”, coincidieron.
En el encuentro vespertino en el que participaron (al igual igual que al mediodía) la vicepresidenta Gabriela Michetti, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, Marcos Peña mostró algunos números de las encuestas propios. Los Panamá Papers -aseguran- no golpearon la imagen del Presidente: el principal reclamo sigue siendo la inflación y las tarifas.
Argumentos similares escucharon en Olivos los radicales Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, Mario Negri, Angel Rozas, José Corral y Ernesto Sanz. Elisa Carrió se manifestó preocupada por la inestabilidad que pueda generar Cristina y el peronismo más combativo. En ninguna de las dos cumbres se habló de la suerte del juez Norberto Oyarbide.
“Pasar el Rubicón” es el eufemismo con el que en el Gobierno se refieren al duro pasaje desde el enfriamiento de la economía para bajar la inflación y reactivar el flujo de negocios. Los miembros más optimistas del gabinete creen que demorará dos o tres meses, los más pesimistas ven un escenario de 5 meses. Como sea, hay consenso en que urge tomar medidas para determinados sectores. “Para los más vulnerables, pero fundamentalmente para los vulnerados”, afirmó un miembro de la mesa nacional del PRO que ayer por la tarde volvió a reunirse en la Casa Rosada. En el Ejecutivo sostienen que la AUH alivia al segmento más desprotegido, pero ven con mayor preocupación el impacto del aumento de tarifas en la clases media-baja que pagan impuestos y transporte y que en los últimos años disfrutaron del consumo que impulsaba la anterior gestión, aunque fuera a base de emisión monetaria.
La discusión de esas herramientas fue el tema preponderante de las dos reuniones que el Presidente encabezó ayer. Al mediodía en un almuerzo en Olivos con sus aliados de Cambiemos y por la tarde en Balcarce 50 junto a los referentes del PRO. En ambos encuentros se habló del “regreso” de Cristina Kirchner al centro de la escena, que -temen- puede tensar más el descontento. “De la situación judicial de la ex presidenta se encargará la Justicia”, coincidieron.
En el encuentro vespertino en el que participaron (al igual igual que al mediodía) la vicepresidenta Gabriela Michetti, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó y Rogelio Frigerio, Marcos Peña mostró algunos números de las encuestas propios. Los Panamá Papers -aseguran- no golpearon la imagen del Presidente: el principal reclamo sigue siendo la inflación y las tarifas.
Argumentos similares escucharon en Olivos los radicales Gerardo Morales, Alfredo Cornejo, Mario Negri, Angel Rozas, José Corral y Ernesto Sanz. Elisa Carrió se manifestó preocupada por la inestabilidad que pueda generar Cristina y el peronismo más combativo. En ninguna de las dos cumbres se habló de la suerte del juez Norberto Oyarbide.