El cerco se sigue estrechando en torno de las mineras, que observan, con cautela y poca oposición, cómo el Gobierno ciñe el lazo sobre su actividad. En una nueva medida para proteger el superávit comercial y frenar la salida de divisas, la Secretaría de Minería publicó ayer una resolución que ordena a las empresas del sector priorizar las compras de insumos locales, privilegiar los fletes nacionales y presentar ante un comité gubernamental las previsiones de compras de bienes y servicios en el exterior con una antelación de 120 días.
Eso no es todo. Además, las compañías deberán crear un departamento propio dedicado a la sustitución de importaciones. Esta nueva exigencia se suma al permiso que todas las firmas del país deben tramitar desde febrero ante la AFIP para tener acceso a los dólares necesarios para financiar importaciones.
«Nuestra postura es de expectación y acompañamos, pero hay que ver si es posible llevar a cabo todo lo que se pide», afirmó una fuente. Las mineras consultadas por LA NACION afirmaron que ya se trabaja en acciones tendientes a sustituir importaciones, pero que no es posible cumplir ese objetivo de un día para otro. Cerca del 70% de los insumos usados por la industria minera son importados. «Además, hay grandes maquinarias y repuestos que jamás se podrán fabricar en el país», acotó una fuente cercana al sector.
En un comunicado, el Gobierno dijo que los mayores controles a la minería son necesarios para «preservar las fuentes laborales, creando nuevas oportunidades de trabajo y profundizando el proceso de sustitución de importaciones». Sin embargo, un hombre que conoce de cerca la industria comentó que no es más que otra cara del «capitalismo de amigos que fomenta el kirchnerismo», ya que se beneficia a fabricantes afines al Gobierno.
En tanto, la Unión Europea presentó el viernes una demanda contra la Argentina ante la Organización Mundial de Comercio porque aduce que las restricciones a las importaciones infringen las normas de comercio internacional. Por lo bajo, varias empresas multinacionales reconocieron que reclamaron a sus embajadas y a algunos gobernadores que solucionen lo que ven como una intromisión en su actividad.
«Se puede analizar cuáles son los insumos factibles de fabricar en el país, pero lo que no se entiende es que demoren el proceso de producción parando los contenedores en el puerto», se lamentó un hombre que pidió no ser mencionado.
Otras voces confiaron que, para peor, el sector quedó en medio de una pelea entre el secretario de Minería, Jorge Mayoral, y la ministra de Industria, Débora Giorgi, que luchan por imponer su propio plan de sustitución de importaciones. «Cada uno nos presiona para que no vayamos a las reuniones que convoca el otro -dijo una fuente-. Como Giorgi se metió en un terreno que le corresponde a Mayoral, éste cada tanto tira una resolución como la de hoy [por ayer] para marcar su poder.»
Hoy algunas mineras tienen una cita con Giorgi. Pese a la presión del secretario de Minería, su decisión es dar el presente..
Eso no es todo. Además, las compañías deberán crear un departamento propio dedicado a la sustitución de importaciones. Esta nueva exigencia se suma al permiso que todas las firmas del país deben tramitar desde febrero ante la AFIP para tener acceso a los dólares necesarios para financiar importaciones.
«Nuestra postura es de expectación y acompañamos, pero hay que ver si es posible llevar a cabo todo lo que se pide», afirmó una fuente. Las mineras consultadas por LA NACION afirmaron que ya se trabaja en acciones tendientes a sustituir importaciones, pero que no es posible cumplir ese objetivo de un día para otro. Cerca del 70% de los insumos usados por la industria minera son importados. «Además, hay grandes maquinarias y repuestos que jamás se podrán fabricar en el país», acotó una fuente cercana al sector.
En un comunicado, el Gobierno dijo que los mayores controles a la minería son necesarios para «preservar las fuentes laborales, creando nuevas oportunidades de trabajo y profundizando el proceso de sustitución de importaciones». Sin embargo, un hombre que conoce de cerca la industria comentó que no es más que otra cara del «capitalismo de amigos que fomenta el kirchnerismo», ya que se beneficia a fabricantes afines al Gobierno.
En tanto, la Unión Europea presentó el viernes una demanda contra la Argentina ante la Organización Mundial de Comercio porque aduce que las restricciones a las importaciones infringen las normas de comercio internacional. Por lo bajo, varias empresas multinacionales reconocieron que reclamaron a sus embajadas y a algunos gobernadores que solucionen lo que ven como una intromisión en su actividad.
«Se puede analizar cuáles son los insumos factibles de fabricar en el país, pero lo que no se entiende es que demoren el proceso de producción parando los contenedores en el puerto», se lamentó un hombre que pidió no ser mencionado.
Otras voces confiaron que, para peor, el sector quedó en medio de una pelea entre el secretario de Minería, Jorge Mayoral, y la ministra de Industria, Débora Giorgi, que luchan por imponer su propio plan de sustitución de importaciones. «Cada uno nos presiona para que no vayamos a las reuniones que convoca el otro -dijo una fuente-. Como Giorgi se metió en un terreno que le corresponde a Mayoral, éste cada tanto tira una resolución como la de hoy [por ayer] para marcar su poder.»
Hoy algunas mineras tienen una cita con Giorgi. Pese a la presión del secretario de Minería, su decisión es dar el presente..