El Ieral de Fundación Mediterránea espera una reactivación en el segundo semestre. Alertó que los salarios caerán hasta el primer trimestre.
Otra vez las apuestas son para un segundo semestre. Los economistas del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea se sumaron ayer a las voces que estiman que la recuperación del nivel de actividad se notará en la segunda mitad del año que viene.
Pero no será de una sola vez. Será escalón por escalón, con disparidades sectoriales, hasta alcanzar su mayor grado en el último trimestre.
“No es que el modelo haya fracasado, sino que tiene que moverse entre muchas restricciones”, argumentó Marcelo Capello, el presidente del Ieral, quien expuso en el encuentro de la Fundación en el que participó el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña (ver página 6 ).
Entre otros factores, Capello consideró que el más sensible de este año ha sido el recorte que experimentó la denominada masa salarial ampliada, que componen los sueldos de los trabajadores formales, las jubilaciones y los beneficios sociales.
En la primera mitad de este año, ese indicador se derrumbó 7,3 por ciento y la pérdida de poder adquisitivo impactó de lleno en los niveles de consumo.
Ahora se prevé una muy leve recuperación para el cierre de 2016 (0,3 por ciento), lo que está lejos de compensar la retracción previa.
Además, Capello advirtió que la caída de los salarios seguirá en el primer trimestre de 2017 (-5,8 por ciento). Pero consideró que desde abril, cuando empiecen a cerrarse los acuerdos paritarios, comenzará un incipiente rebote que se consolidará en el tercer y cuatro trimestre, con salarios creciendo por encima de la inflación.
Peña, por su parte, sostuvo que “la recuperación del salario real será más rápida que lo que algunos creen”. Y agregó: “No tenemos miedo, la reactivación va a llegar”.
Recesión
Entre los sectores relevados por el Ieral, apenas dos escapan de la recesión económica: la maquinaria agrícola y las ventas de autos cero kilómetros. El resto pasó y está terminando el año en rojo.
Para muchas industrias no ha sido fácil acomodarse de manera competitiva. Ayer, por ejemplo, el presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice), Pablo García, estuvo en Córdoba reunido con varias empresas, entre ellas Alladio, con la que analizó créditos para recuperar mercados perdidos en la región.
Aunque hay expectativas de rebote, igual persisten dudas sobre cuánto seguirá aumentando el déficit fiscal. En el Centro Cívico miran con cierto asombro el optimismo que corre por la lengua de algunos funcionarios nacionales.
Incluso, están con las antenas paradas para salir a tomar deuda otra vez (fondos para financiar obras de infraestructura) antes de que los mercados se tornen más caros y menos benévolos con la Argentina.
En el círculo íntimo del gobernador Juan Schiaretti, pese a las continuas muestras de apoyo a las políticas nacionales, creen que el año próximo será igual o más complicado que el que está terminando para las cuentas públicas.
El Ieral indicó que los factores positivos empezaron a aparecer recién en el último tramo de este año, como los efectos del blanqueo (sinceramiento fiscal), el inicio de algunas obras públicas, la cosecha de trigo y el pago de bonos de fin de año.
En esa línea, cree que la economía crecería tres por ciento en 2017, con la inflación alrededor de 20 por ciento y un tipo de cambio que llegaría a casi 19 pesos hacia el cierre del año próximo.
Entre los variables que ayudarán, identificó la obra pública y la construcción en el ámbito privado. Pero advirtió que después del año electoral, en 2018 debería empezar a ceder el déficit fiscal.
Reuniones. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se reunió ayer con integrantes de la mesa Córdoba Joven Productiva. En el encuentro, que se realizó en el Orfeo Suites, hubo un intercambio de expectativas.
Otra vez las apuestas son para un segundo semestre. Los economistas del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea se sumaron ayer a las voces que estiman que la recuperación del nivel de actividad se notará en la segunda mitad del año que viene.
Pero no será de una sola vez. Será escalón por escalón, con disparidades sectoriales, hasta alcanzar su mayor grado en el último trimestre.
“No es que el modelo haya fracasado, sino que tiene que moverse entre muchas restricciones”, argumentó Marcelo Capello, el presidente del Ieral, quien expuso en el encuentro de la Fundación en el que participó el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña (ver página 6 ).
Entre otros factores, Capello consideró que el más sensible de este año ha sido el recorte que experimentó la denominada masa salarial ampliada, que componen los sueldos de los trabajadores formales, las jubilaciones y los beneficios sociales.
En la primera mitad de este año, ese indicador se derrumbó 7,3 por ciento y la pérdida de poder adquisitivo impactó de lleno en los niveles de consumo.
Ahora se prevé una muy leve recuperación para el cierre de 2016 (0,3 por ciento), lo que está lejos de compensar la retracción previa.
Además, Capello advirtió que la caída de los salarios seguirá en el primer trimestre de 2017 (-5,8 por ciento). Pero consideró que desde abril, cuando empiecen a cerrarse los acuerdos paritarios, comenzará un incipiente rebote que se consolidará en el tercer y cuatro trimestre, con salarios creciendo por encima de la inflación.
Peña, por su parte, sostuvo que “la recuperación del salario real será más rápida que lo que algunos creen”. Y agregó: “No tenemos miedo, la reactivación va a llegar”.
Recesión
Entre los sectores relevados por el Ieral, apenas dos escapan de la recesión económica: la maquinaria agrícola y las ventas de autos cero kilómetros. El resto pasó y está terminando el año en rojo.
Para muchas industrias no ha sido fácil acomodarse de manera competitiva. Ayer, por ejemplo, el presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice), Pablo García, estuvo en Córdoba reunido con varias empresas, entre ellas Alladio, con la que analizó créditos para recuperar mercados perdidos en la región.
Aunque hay expectativas de rebote, igual persisten dudas sobre cuánto seguirá aumentando el déficit fiscal. En el Centro Cívico miran con cierto asombro el optimismo que corre por la lengua de algunos funcionarios nacionales.
Incluso, están con las antenas paradas para salir a tomar deuda otra vez (fondos para financiar obras de infraestructura) antes de que los mercados se tornen más caros y menos benévolos con la Argentina.
En el círculo íntimo del gobernador Juan Schiaretti, pese a las continuas muestras de apoyo a las políticas nacionales, creen que el año próximo será igual o más complicado que el que está terminando para las cuentas públicas.
El Ieral indicó que los factores positivos empezaron a aparecer recién en el último tramo de este año, como los efectos del blanqueo (sinceramiento fiscal), el inicio de algunas obras públicas, la cosecha de trigo y el pago de bonos de fin de año.
En esa línea, cree que la economía crecería tres por ciento en 2017, con la inflación alrededor de 20 por ciento y un tipo de cambio que llegaría a casi 19 pesos hacia el cierre del año próximo.
Entre los variables que ayudarán, identificó la obra pública y la construcción en el ámbito privado. Pero advirtió que después del año electoral, en 2018 debería empezar a ceder el déficit fiscal.
Reuniones. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se reunió ayer con integrantes de la mesa Córdoba Joven Productiva. En el encuentro, que se realizó en el Orfeo Suites, hubo un intercambio de expectativas.