Los cancilleres Patriota (Brasil) y Timerman (Argentina) en su encuentro ayer en Brasilia. Foto: AFP
RIO DE JANEIRO.- Presionado por el aumento de las trabas comerciales que aplica Brasil, el gobierno argentino se comprometió ayer en Brasilia a agilizar el ingreso de productos desde el socio mayor del Mercosur.
«La decisión política que hemos tomado es resolver todos y cada uno de los problemas comerciales que hay», señaló con optimismo el canciller argentino, Héctor Timerman, en una conferencia de prensa conjunta con su par brasileño, Antonio Patriota, en el Palacio de Itamaraty.
Ambos habían compartido un almuerzo y una reunión de trabajo, de la que participaron también el secretario de Comercio Interior argentino, Guillermo Moreno, y, del lado de Brasil, los ministros de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, y de Agricultura, Jorge Mendes Ribeiro.
El encuentro ocurrió después de que Brasil suspendiera, la semana pasada, las licencias automáticas de importación de una decena de productos, varios de ellos que afectan directamente a la Argentina, como manzanas, papas, vinos, pasas de uva, aceites, aceitunas, chocolates y harina de trigo. Si bien el gobierno vecino aclaró que pone esos ítems dentro del régimen de licencias no automáticas para todo el mundo, fuentes del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior confirmaron ayer a LA NACION que la medida apunta a ser una represalia contra la Argentina.
Brasil se ha quejado varias veces que desde que en febrero la Argentina impuso como requisito para toda importación presentar una declaración jurada anticipada, las exportaciones de carne porcina brasileña se desplomaron más del 80%. «La Argentina se comprometió, como gesto de buena voluntad, a resolver estos problemas en los próximos días», señaló a LA NACION un funcionario que estuvo presente en las negociaciones.
Timerman y Moreno reiteraron las demandas argentinas de larga data de que Brasil se abra a las exportaciones de medicamentos, cítricos, langostinos y derivados de la uva, que según el canciller supondría ventas por más de US$ 2000 millones. Por su parte, Patriota, Pimentel y Mendes Ribeiro llamaron la atención sobre las demoras que sufren para ingresar a nuestro país maquinarias agrícolas, alimentos y varios productos manufacturados brasileños. Ambos cancilleres acordaron crear una comisión para supervisar el comercio bilateral y superar estos diferendos en un plazo máximo de 120 días.
«Hubo un compromiso de examinar con cuidado los pleitos argentinos y que la Argentina examine con mucho cuidado los pleitos brasileños. Esperamos avances significativos», destacó Patriota. El año pasado, el comercio bilateral alcanzó el récord de US$ 39.615 millones, con un superávit de 5803 millones para Brasil. La Argentina está buscando formas de equilibrar la balanza comercial, y desde que se estableció un nuevo régimen a las importaciones este año, las ventas brasileñas cayeron un 23 por ciento.
Timerman buscó restar importancia a las nuevas trabas brasileñas y señaló que no se trata de barreras «sino una continuación de la política que la Argentina viene tomando desde hace bastante tiempo». El ministro anticipó también que en la próxima cumbre del Mercosur, en Mendoza, del 26 al 28 de junio, la Argentina propondrá a Brasil, Paraguay y Uruguay aumentar el arancel externo común hasta el máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (35%) para favorecer el intercambio regional.
RIO DE JANEIRO.- Presionado por el aumento de las trabas comerciales que aplica Brasil, el gobierno argentino se comprometió ayer en Brasilia a agilizar el ingreso de productos desde el socio mayor del Mercosur.
«La decisión política que hemos tomado es resolver todos y cada uno de los problemas comerciales que hay», señaló con optimismo el canciller argentino, Héctor Timerman, en una conferencia de prensa conjunta con su par brasileño, Antonio Patriota, en el Palacio de Itamaraty.
Ambos habían compartido un almuerzo y una reunión de trabajo, de la que participaron también el secretario de Comercio Interior argentino, Guillermo Moreno, y, del lado de Brasil, los ministros de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, y de Agricultura, Jorge Mendes Ribeiro.
El encuentro ocurrió después de que Brasil suspendiera, la semana pasada, las licencias automáticas de importación de una decena de productos, varios de ellos que afectan directamente a la Argentina, como manzanas, papas, vinos, pasas de uva, aceites, aceitunas, chocolates y harina de trigo. Si bien el gobierno vecino aclaró que pone esos ítems dentro del régimen de licencias no automáticas para todo el mundo, fuentes del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior confirmaron ayer a LA NACION que la medida apunta a ser una represalia contra la Argentina.
Brasil se ha quejado varias veces que desde que en febrero la Argentina impuso como requisito para toda importación presentar una declaración jurada anticipada, las exportaciones de carne porcina brasileña se desplomaron más del 80%. «La Argentina se comprometió, como gesto de buena voluntad, a resolver estos problemas en los próximos días», señaló a LA NACION un funcionario que estuvo presente en las negociaciones.
Timerman y Moreno reiteraron las demandas argentinas de larga data de que Brasil se abra a las exportaciones de medicamentos, cítricos, langostinos y derivados de la uva, que según el canciller supondría ventas por más de US$ 2000 millones. Por su parte, Patriota, Pimentel y Mendes Ribeiro llamaron la atención sobre las demoras que sufren para ingresar a nuestro país maquinarias agrícolas, alimentos y varios productos manufacturados brasileños. Ambos cancilleres acordaron crear una comisión para supervisar el comercio bilateral y superar estos diferendos en un plazo máximo de 120 días.
«Hubo un compromiso de examinar con cuidado los pleitos argentinos y que la Argentina examine con mucho cuidado los pleitos brasileños. Esperamos avances significativos», destacó Patriota. El año pasado, el comercio bilateral alcanzó el récord de US$ 39.615 millones, con un superávit de 5803 millones para Brasil. La Argentina está buscando formas de equilibrar la balanza comercial, y desde que se estableció un nuevo régimen a las importaciones este año, las ventas brasileñas cayeron un 23 por ciento.
Timerman buscó restar importancia a las nuevas trabas brasileñas y señaló que no se trata de barreras «sino una continuación de la política que la Argentina viene tomando desde hace bastante tiempo». El ministro anticipó también que en la próxima cumbre del Mercosur, en Mendoza, del 26 al 28 de junio, la Argentina propondrá a Brasil, Paraguay y Uruguay aumentar el arancel externo común hasta el máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (35%) para favorecer el intercambio regional.
RIO DE JANEIRO.- Empujado por la tendencia alcista del dólar en todo el mundo, el real continuó con su depreciación de las últimas semanas ante la moneda norteamericana, que ayer cerró a 2 reales por unidad. Es la menor valorización del real desde julio de 2009. El real se depreció así un 4,93% en mayo, y en lo que va del año acumula una caída del 7,12%. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, reiteró ayer que la desvalorización del real no preocupa al gobierno de Dilma Rousseff en tanto no aumente la presión inflacionaria por la importación de insumos y productos más caros desde el exterior..
