“Reclama tu derecho a decir o hacer cualquier cosa que esté de acuerdo con la naturaleza, y no prestes atención a lo que dicen tus críticos. Si es bueno decir o hacer algo, entonces es aún mejor ser criticado por haberlo dicho o hecho”.
Marco Aurelio.
Esta es la cita al pie de un mail de Mark Brodsky, el lider de Aurelius Capital, uno de los fondos buitre que protagoniza una extensa y dura pelea junto a su colega Paul Singer, de NML Capital, contra la Argentina por la deuda en default.
Queda más que clara la admiración al emperador romano de este abogado, especialista en Ciencias Políticas graduado «cum laudae» en Harvard que trabajó codo a codo con Singer en Elliot Associates. No solo cita frases de Marco Aurelio en sus comunicaciones electrónicas sino que tomó su nombre para el fondo de inversión que lidera, y en su escueto sitio web se muestra un fragmento de un rostro de bronce de Marco Aurelio.
Según un artículo de 2013 del diario británico The Independent, “el multimillonario fondo de inversión de Mark Brodsky es, como dijo un financista, Terminator”, porque nunca para.
Otros tildan a los fondos buitre, como Elliot de “turistas legales”, porque “van alrededor del mundo buscando oportunidades para congelar activos y ganar control”.
Brodsky reconoce cuando una empresa tiene un precio muy bajo por su deuda. Entonces la compra, pese a los malos pronósticos de analistas. Y en ausencia de una quiebra, existe una buena oportunidad para que los acreedores insistan en conseguir los pagos de las cuotas, casi en su totalidad, describe el artículo. Y agrega que en en vez de aceptar quitas en las deudas, “Brodsky y sus colegas de los fondos buitre se niegan a jugar el juego. La ley los ampara y ellos ganan”.
El periodista Greg Palast, que hace unos días publicó un artículo en el diario The Guardian en el que describía cómo el presidente Barack Obama podría ayudar a la Argentina en medio del panorama de default, asegura que la táctica de los fondos buitre se parece a “negociar mientras se sostiene el detonador de la granada”.
Desde Jubilee Debt Campaing, un movimiento que reclama la libertad en torno a la esclavitud de las deudas injustas, sostienen que “los fondos buitre muestran lo más crudo de las fallas morales del sistema financiero» ya que «especulando sobre las deudas baratas, persiguen beneficios a costa de la gente”.
Sin embargo, no todos ven a Brodsky como un villano. El partido conservador Tea Party de Estados Unidos mostró su respaldo a los fondos como Aurelius y NML asegurando que los verdaderos “buitres” no son los fondos de inversión sino los políticos argentinos.
En concreto, poco se conoce sobre la vida de Brodsky, más allá de su rica carrera en los sectores financieros que lo incluyó como abogado especialista en corporaciones y casos de bancarrota. Estuvo relacionado a los casos de la quiebra de Enron, por ejemplo. Y también trabajó para Elliot Management, el fondo dueño de NML Capital, que maneja Singer.
En febrero de 2004, un juez federal en Nueva Jersey se negó a excusarse de un caso de quiebra multimillonaria y pidió a la corte del Tercer Circuito que rechace el “doble juego” y astucia “hipócrita” luego de que Brodsky presentara un moción de recusación contra el juez. En ese momento, Brodsky manejaba los dos fondos que eran acreedores y que iniciaron el movimiento recusación.
En 2006, Brodsky fundó, junto a Adam Stanislavky, Aurelius Capital Management, un fondo multi-estratega de inversión de deuda que hoy lidera las demandas contra la Argentina junto a NML.
Prácticamente no se conocen fotos públicas del director de Aurelius. Pero su imagen sí figura en la invitación a una charla en la National Conference of Banckrupcy Judges en la que Brodsky será parte de un panel para debatir el crecimiento de los fondos de inversión y el enfoque de sus líderes.