Argentina
Rafael Gentili: “Sobran argumentos para que quiten la concesión”
El legislador porteño denunció los “negocios paralelos” de Metrovías con alquileres y publicidad y promueve un nuevo marco regulatorio
Rafael Gentili propone pasarle la concesión a SBASE
–El ministro de Planificación, Julio De Vido, acusó a Metrovías y al grupo Roggio de manejar “irresponsablemente” la concesión del subte. ¿Qué denunció usted sobre el concesionario y sus empresas vinculadas?
–Nosotros decimos concretamente que el Grupo Roggio está ganando mucha plata que podría ganar Metrovías y que podría aliviar las tarifas o la cuenta de subsidios. Esto se da a través de diversos cánones que cobran sus empresas vinculadas, no sólo a partir de la operatoria de Metrovías sino también de la UGOFE, donde había un canon por asesoramiento que cobraba Metrovías hasta septiembre del 2010 y que a partir de entonces embolsa Benito Roggio Transportes (BRT), sin justificativo alguno. Además están las publicidades y los alquileres y el tendido de cable de fibra óptica que hace la empresa Metrotel, también de Roggio.
–¿Qué recomienda hacer para evitarlo?
–El contrato de concesión sigue estando en titularidad del concedente, que es el Estado nacional. Eso es lo que falta transferir. Nosotros hemos presentado en nuestros informes los suficientes elementos de prueba que ameritan que el Estado nacional revise en serio la concesión que actualmente tiene Metrovías del subte porteño y analice seriamente terminar con este modelo de concesión, algo que se debería haber hecho hace bastante tiempo.
–¿Pero la potestad no es de la Ciudad, según el acta que firmó Macri en enero?
–No. Faltan los “actos jurídicos” que preveía sustanciar el artículo 5º de ese acta y que nunca se llevaron adelante. Por eso la Nación sigue siendo el concedente.
–Entonces si la Nación rescindiera el contrato, ¿qué pasaría?
–Si se rescinde el contrato, la gestión quedaría automáticamente en manos de SBASE. Sería una forma indirecta pero muy concreta para destrabar este conflicto ridículo entre la Nación y la Ciudad.
–¿Sería viable que la Ciudad opere directamente el subte?
–Sí, sería muy viable. Por lo menos pararíamos la sangría de recursos que no van al subte sino a la empresa privada que lo explota. Y SBASE no lo haría peor que Metrovías.
–¿Por qué?
–Porque cuenta con personal técnico que conoce del subterráneo y porque conservaría a todos los trabajadores que están hoy en Metrovías. Yo estoy preparando un proyecto de reforma de la ley que regula mucho más estrictamente a SBASE.
–¿No pueden exigir una indemnización si se les rescinde el contrato?
–No necesariamente. Nosotros hemos presentado argumentos suficientes para terminar con este modelo de concesión, donde hay un concesionario pobre y accionistas ricos de ese concesionario. Es cuestión de que haya voluntad política y que se presenten los argumentos correctos. Y mañana (por hoy) presentamos una ampliación de la denuncia que hicimos ante la CNV por las maniobras de Roggio con las empresas vinculadas con Metrovías.
–La empresa dice que usted exageró con lo que estimó que factura por publicidades y alquileres…
–Nuestros cálculos no son inventados. Son estimaciones. Si quieren desmentirnos deberían abrir sus balances. Los de todas las empresas vinculadas con Metrovías del Grupo Roggio. Pero incluso si tomáramos como buenos sus datos sobre alquileres y publicidades, lo que deja de ganar Metrovías por esos negocios no son $100 millones, pero sí llega a $78 millones. La lógica es la misma.
–¿Cómo es con el resto de las concesionarias?
–Todas las privatizaciones fueron estructuradas igual. Con cánones por asesoramiento, actividades reguladas y no reguladas, negocios montados a partir de la explotación y servicios vinculados. Los actores privilegiados son Cirigliano, Roggio y Ferrovías. Nosotros imaginamos que una empresa en manos del Estado tendría la plata necesaria para funcionar en condiciones óptimas de calidad y seguridad, mejorando sensiblemente el servicio que hoy ofrece Metrovías. Y eso se puede hacer incluso con tarifas más justas, donde el subsidio a la empresa se reemplace por el subsidio al pasajero. Lo que hace falta es una autoridad supradistrital que coordine el transporte entre la Ciudad, la Nación y la provincia.
Rafael Gentili: “Sobran argumentos para que quiten la concesión”
El legislador porteño denunció los “negocios paralelos” de Metrovías con alquileres y publicidad y promueve un nuevo marco regulatorio
Rafael Gentili propone pasarle la concesión a SBASE
–El ministro de Planificación, Julio De Vido, acusó a Metrovías y al grupo Roggio de manejar “irresponsablemente” la concesión del subte. ¿Qué denunció usted sobre el concesionario y sus empresas vinculadas?
–Nosotros decimos concretamente que el Grupo Roggio está ganando mucha plata que podría ganar Metrovías y que podría aliviar las tarifas o la cuenta de subsidios. Esto se da a través de diversos cánones que cobran sus empresas vinculadas, no sólo a partir de la operatoria de Metrovías sino también de la UGOFE, donde había un canon por asesoramiento que cobraba Metrovías hasta septiembre del 2010 y que a partir de entonces embolsa Benito Roggio Transportes (BRT), sin justificativo alguno. Además están las publicidades y los alquileres y el tendido de cable de fibra óptica que hace la empresa Metrotel, también de Roggio.
–¿Qué recomienda hacer para evitarlo?
–El contrato de concesión sigue estando en titularidad del concedente, que es el Estado nacional. Eso es lo que falta transferir. Nosotros hemos presentado en nuestros informes los suficientes elementos de prueba que ameritan que el Estado nacional revise en serio la concesión que actualmente tiene Metrovías del subte porteño y analice seriamente terminar con este modelo de concesión, algo que se debería haber hecho hace bastante tiempo.
–¿Pero la potestad no es de la Ciudad, según el acta que firmó Macri en enero?
–No. Faltan los “actos jurídicos” que preveía sustanciar el artículo 5º de ese acta y que nunca se llevaron adelante. Por eso la Nación sigue siendo el concedente.
–Entonces si la Nación rescindiera el contrato, ¿qué pasaría?
–Si se rescinde el contrato, la gestión quedaría automáticamente en manos de SBASE. Sería una forma indirecta pero muy concreta para destrabar este conflicto ridículo entre la Nación y la Ciudad.
–¿Sería viable que la Ciudad opere directamente el subte?
–Sí, sería muy viable. Por lo menos pararíamos la sangría de recursos que no van al subte sino a la empresa privada que lo explota. Y SBASE no lo haría peor que Metrovías.
–¿Por qué?
–Porque cuenta con personal técnico que conoce del subterráneo y porque conservaría a todos los trabajadores que están hoy en Metrovías. Yo estoy preparando un proyecto de reforma de la ley que regula mucho más estrictamente a SBASE.
–¿No pueden exigir una indemnización si se les rescinde el contrato?
–No necesariamente. Nosotros hemos presentado argumentos suficientes para terminar con este modelo de concesión, donde hay un concesionario pobre y accionistas ricos de ese concesionario. Es cuestión de que haya voluntad política y que se presenten los argumentos correctos. Y mañana (por hoy) presentamos una ampliación de la denuncia que hicimos ante la CNV por las maniobras de Roggio con las empresas vinculadas con Metrovías.
–La empresa dice que usted exageró con lo que estimó que factura por publicidades y alquileres…
–Nuestros cálculos no son inventados. Son estimaciones. Si quieren desmentirnos deberían abrir sus balances. Los de todas las empresas vinculadas con Metrovías del Grupo Roggio. Pero incluso si tomáramos como buenos sus datos sobre alquileres y publicidades, lo que deja de ganar Metrovías por esos negocios no son $100 millones, pero sí llega a $78 millones. La lógica es la misma.
–¿Cómo es con el resto de las concesionarias?
–Todas las privatizaciones fueron estructuradas igual. Con cánones por asesoramiento, actividades reguladas y no reguladas, negocios montados a partir de la explotación y servicios vinculados. Los actores privilegiados son Cirigliano, Roggio y Ferrovías. Nosotros imaginamos que una empresa en manos del Estado tendría la plata necesaria para funcionar en condiciones óptimas de calidad y seguridad, mejorando sensiblemente el servicio que hoy ofrece Metrovías. Y eso se puede hacer incluso con tarifas más justas, donde el subsidio a la empresa se reemplace por el subsidio al pasajero. Lo que hace falta es una autoridad supradistrital que coordine el transporte entre la Ciudad, la Nación y la provincia.