| VICENTE LÓPEZ | Empleados municipales exigen la apertura de bolsos para ingresar al paseo público de la costa. Vecinos denuncian abuso policial y el CELS destaca un caso típico de abuso policial.
Por Ariel Gómez Barbalace
Desde el año pasado la Municipalidad de Vicente López impuso restricciones al acceso del paseo público de la costa, mediante empleados municipales que exigen a quienes ingresan, la apertura de bolsos y mochilas. El procedimiento lo justifican con el fin de verificar la inexistencia de bebidas alcohólicas.
Está polémica medida viene generando malestar en muchos vecinos que consideran a estas requisas un avasallamiento injustificado a su derecho a la intimidad, lo cual lo llevaba, tras alguna discusión, a la decisión de irse o de cruzar el control sin cumplir con la exigencia.
El último viernes 2 de enero, horas después del medio día, Dolores Rodríguez Villegas de 24 años, junto a una amiga, se acercó al paseo de la costa “a tomar unos mates y a andar en rollers, cómo lo he hecho tantas veces desde hace años” según contó a Que Pasa.
“Al llegar a esa barrera de la calle San Martín tres trabajadoras municipales nos frenaron y nos pidieron que les mostremos nuestras mochilas. Le preguntamos la razón y nos dijeron que estaba prohibido el ingreso con bebidas alcoholicas. Le aclaramos que no traíamos bebidas alcohólicas pero que de ninguna manera pensábamos mostrarles nuestras cosas ya que eran nuestras pertenencias y ellos no tenían ningún tipo de derecho a hurgarlas u obligarnos a mostrarlas, ya que estamos en un espacio público y no estamos cometiendo ningún delito” recordó Dolores.
Frente a la negativa de las jóvenes, estos empleados municipales, que según pudo averiguar Que Pasa son empleados de comedores, limpieza y otras dependencias que realizan horas extras, llamaron a la patrulla municipal, que al encontrarse con la negativa de las jóvenes, convocó a la policía bonaerense.
“Cuando nos quisimos dar cuenta estábamos rodeadas de tres patrulleros y unos cinco o seis policías. A partir de ese entonces se desató una situación ridícula. La policía vino hacia nosotras con el mismo discurso que los municipales pero con un tono muchísimo más agresivo. Nosotras nos seguimos negando pero el nivel de de agresión y de abuso de autoridad de la policía era cada vez mayor. La violencia comenzó a traspasar la palabra. Este señor teniente (que nunca se identificó) nos comenzó a pechear y su compañera nos empezó a empujar y a amenazarnos con llevarnos a la comisaria si no mostrábamos nuestras cosas. Cuando decidimos irnos porque la situación no daba para más, los oficiales no nos dejaron, nos dijeron que nos habíamos buscado ésta situación y que ahora nos iban a llevar a la comisaria por disturbios en la vía pública” relató Dolores.
“Nos obligaron a darles nuestros documentos que retuvieron para que no nos pudiéramos ir y nos pusieron contra una reja para cacharnos porque, según ellos, estábamos escondiendo algo. Terminamos mostrando nuestras cosas y así y todo nos querían llevar igual. La señora policía hija de puta me hizo sacar absolutamente todo de mi cartera, me vació el agua del termo (siempre gritándome, claro). Por supuesto no teníamos más que mate, galletitas y los patines. Sin embargo, siguieron maltratándonos y diciendo que nos iban a llevar ´por el quilombo que habíamos armado´, ya sin importar si teníamos algo, si queríamos que nos revisen. Acá importaba que ellos mandaban y querían que lo recordemos. Luego de mucha discusión logramos que nos devuelvan nuestros documentos y nos dejaran ir” señaló Dolores.
Al mismo tiempo de estos hechos, a metros, otra situación similar sucedió con otras dos chicas, que según señalaron, a pesar de terminar mostrando sus pertenecías, una de ellas, tras ser separada violentamente de su hija de tres años, fue llevada detenida a la comisaria 5ta de Vicente López, donde estuvo privada de la libertad e incomunicada por casi 8hs, y con los empleados municipales como testigos, se le abrió una causa penal.
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Consultado por nuestro medio a raíz de este caso, Manuel Tufró, coordinador del Equipo de Políticas de Seguridad y Violencia Institucional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) afirmó que: “Ni la policía ni mucho menos empleados municipales puede revisar las pertenencias personales de una persona que transita por la vía pública, a menos que la persona sea atrapada en el momento de la comisión de un delito. Sin embargo, este tipo de abusos es cotidiano porque la policía concibe que la única manera de hacer «prevención» es abordando y controlando a personas sospechosas, seleccionadas según los propios criterios policiales de lo que resulta sospechoso, que en buena medida coinciden con los prejuicios sociales más extendidos. Si hay un espacio público en el cual está expresamente prohibido consumir alcohol, la policía estaría autorizada a decomisar el alcohol en el caso de que haya una situación de flagrancia, es decir, si la persona está efectivamente consumiendo alcohol en público, pero no si lo tiene guardado porque, por ejemplo, lo podría estar transportando a un lugar privado”.
“Por otro lado, la actuación policial posterior es típica de una policía violenta y mal formada, como la Bonaerense, que no tiene más recursos que las amenazas y la violencia física para intervenir en situaciones que claramente no requieren ese tipo de abordaje. La impunidad con la que se manejan estos efectivos policiales, circulando sin identificación, amenazando con realizar aprehensiones y agrediendo verbal y físicamente a las personas, es el resultado esperable de las políticas de seguridad provinciales que, con la excusa de que la población tiene miedo, otorgan cada vez más poder a fuerzas policiales violentas y corruptas” afirmó el referente del CELS.
Que Pasa consultó a la oficina de Prensa de la Municipalidad de Vicente López sobre esta situación, solicitando el contacto con algún funcionario que pudiera explicar la medida y/o el número de ordenanza que regula el uso del Paseo de la Costa, sin haber obtenido ninguna respuesta hasta el momento.