Por: Jorge G. Herrera
A pesar de que al Banco Central le resta informar el último día hábil de marzo para terminar de evaluar el cierre monetario del mes pasado, no caben dudas que, a diferencia de lo que se vio en febrero, parece haber retornado cierto desmadre emisor. Es que si bien la base monetaria sólo se expandió en $ 4.365 millones, los pasivos monetarios muestran un crecimiento de $ 22.584 millones, según datos del Estudio Broda. De modo que esto, casi, eliminó la fuerte contracción implementada en febrero (-$20.994 millones). Fue así que tras el abrupto ajuste monetario aplicado por el BCRA en febrero que determinó que los pasivos monetarios cayeran un 3,1% en marzo pasaron a crecer a una velocidad del 6,3%.
Parece haber durado poco el énfasis ortodoxo que desde el ente monetario se intentó presentar al mercado. Vale señalar que en febrero la base monetaria cayó un 3% mientras que el mes pasado creció un 0,5%. Es que en marzo, la emisión monetaria por la compra de dólares sólo justifica unos $ 3.650 millones. En cambio, la asistencia al sector público explica el grueso del crecimiento de los pasivos monetarios. De acuerdo con datos privados, no fue sólo la asistencia al Tesoro lo que obligó al BCRA a emitir sino también para financiar a las provincias. Días atrás el exsecretario de Finanzas Guillermo Nielsen había advertido sus sospechas de que la ayuda a las arcas públicas superaba lo que mostraba la expansión de la base monetaria al 28 de marzo, de $ 10.888 millones. De acuerdo con estimaciones del Estudio Broda, la emisión para financiar al sector público consolidado, esto es, al fisco vía Adelantos Transitorios (ATN), y a las arcas provinciales y/o al Estado nacional, sumó $ 28.221 millones. Por un lado hubo la expansión para el Tesoro de $ 10.888 millones, y por otro lado, para las provincias, a través de la recompra de Letras del BCRA (Lebac) otros $ 17.333 millones. Es decir que se pasó de tener un sector público contractivo, en términos monetarios, en febrero por $ 3.741 millones a uno netamente expansivo en marzo por $ 28.221 millones. Por ello el directorio del BCRA, tuvo que hacer algunos malabares para que la expansión no impactara de lleno, y así fue que vía Lebac logró esterilizar $ 8.338 millones. A la par, los bancos colocaron vía pases en el BCRA más de $ 18.000 millones.
Si bien, los números fiscales de marzo tardarán en conocerse, las estimaciones privadas apuntan a que el gasto público volvió a las andadas.Algunos proyectan que el Gobierno aumentó el gasto en más del 40% frente a un crecimiento de la recaudación inferior a la inflación. Ello explicaría por qué el BCRA comandado por Juan Carlos Fábrega debió abandonar, tras un mes, su aparente ortodoxia monetaria que tuvo por objetivo contener el drenaje de divisas y desacelerar las expectativas devaluatoria e inflacionarias. Desde el ente monetario ahora esperan que el Palacio de Hacienda haga parte de su tarea fiscal.