El ministro del Interior se hizo cargo de la secretaría para imprimirle al área más «velocidad de ejecución»; dice que esto no tiene que ver con las elecciones y cree que el Gobierno será juzgado por su gestión
Tiene bajo su responsabilidad uno de los ministerios más sensibles de la administración pública. Por sus manos pasa la obra pública, la gran apuesta del presidente Mauricio Macri en un año electoral, pero también la relación con los gobernadores, intendentes y gremios. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio , no tiene tiempos muertos en su agenda, a su lado todo es vertiginoso. Esa velocidad es la que busca imprimirle a su área.
Eso explica, en parte, la salida de Daniel Chain, quien dejó la secretaría de Obras Públicas hace cuatro días. «Me voy a hacer cargo personalmente de ese lugar, este año la obra pública va a ser mi prioridad», anticipó Frigerio y, para que no haya dudas, completó: «Va a explotar la obra pública». Si bien aún no alcanzó la rapidez de ejecución que pretendía para ésta etapa, está conforme. «El gobierno anterior rompió la rueda, tuvimos que empezar de cero», dijo.
-¿Qué buscó con la salida de Chain del ministerio? ¿Por qué no lo reemplazó?
-Todavía no definimos el cambio más integral del ministerio. Queremos hacerlo más ágil. Hay siete millones de argentinos sin agua potable y 20 millones sin cloacas. El Presidente se comprometió a que el 100% de nuestros compatriotas va a tener esos servicios, que nos van a permitir bajar la pobreza estructural.
-Acaba de decir que se hará cargo personalmente de la obra pública, ¿qué significa eso?
-Tenemos que resolver el enorme déficit de viviendas que alcanza a más de 3 millones y medio de familias. Ahora vamos a contar con una herramienta muy potente, como el Procrear, que pasó a nuestro ministerio. También las obras que estamos haciendo contra las inundaciones son una prioridad para Macri. Lo mismo con los programas para mejorar el hábitat en los barrios más vulnerables. Nuestro objetivo es la reducción de la pobreza, lo que exige una dedicación total.
-¿Qué busca imprimirle a ese cargo?
-Siempre puedo mejorar la velocidad de la ejecución, igual no estoy disconforme. Ejecuté el 91% del presupuesto en ocho meses porque el primer cuatrimestre lo doy por perdido. Nosotros al final del día ejecutamos, pero siempre se puede hacer mejor.
-¿A qué se refiere?
-Desde la forma de licitación hasta la forma de control de las obras. Hoy en día no se compran los pliegos, puede entrar cualquiera siempre y cuando esté en el registro nacional de constructores. Los pliegos están online y eso ha generado una competencia de empresas mucho mayor, lo que bajó los costos frente a lo presupuestado en un 20% promedio.
-¿En ese 20% menos también incluye la corrupción?
-Evidentemente de lo que eso involucra también. Pero además tiene que ver con la mayor competencia, hoy hay más empresas compitiendo y con ganas de hacer obras. Otra cuestión que te baja el costo es la previsibilidad. Si el constructor sabe que va a cobrar no necesita generarse un colchón esperando meses sin cobrar.
-¿Los cambios y la búsqueda de mayor velocidad en la ejecución de la obra pública están relacionados con el año electoral?
-No, están vinculados con la impronta de la gestión, que es la misma que tuvo Macri en la ciudad. Lo que tiene que ver con mi responsabilidad es el agua potable, cloacas, saneamiento, viviendas? cosas muy concretas que le cambian la vida a la gente. Así entendemos la política nosotros.
-Pero también refuerzan la obra pública en un año electoral?
-No es mi culpa que cada dos años haya elecciones.
-Pero no se trata de una elección cualquiera, por primera vez enfrentarán comicios con el control de la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad.
-Estamos convencidos de que la gente nos va medir por la gestión. Así que es natural que nos preocupemos por hacer una buena gestión.
-¿Qué posibilidad hay de que se traten este año la reforma política y la electoral?
-Estamos convencidos de que se van a dar inexorablemente. Lo está pidiendo la gente. Si no va de la Nación a las provincias, llegará del interior a la Nación.
-¿Cree que todavía dan los tiempos para implementar la boleta única en la elección de este año?
-Vamos a poner el tema en discusión, pero no nos dan los tiempos para la boleta única electrónica.
-¿Y la boleta papel?
-No lo descarto, pero tiene su dificultad de implementación. Hay que evaluarlo y lo estamos haciendo.
-¿No cree que al priorizar algunos interlocutores entre los gremios y las organizaciones sociales no están replicando el método de división que utilizó el kirchnerismo?
-Nos juntamos con todos. No veo que dejemos de lado a nadie, pero hay algunas organizaciones más representativas que otras.
-¿Aún no se firmó el acuerdo que alcanzaron con los gremios y empresarios para potenciar Vaca Muerta. ¿Está en riesgo?
-No está en riesgo. Estamos replicando el mismo esquema en Chubut.
-¿El Gobierno busca replicar la paritaria que logró Vidal con los estatales bonaerense. ¿Cree que es posible repetir el 18% con la cláusula gatillo?
-Nos tenemos que acostumbrar a que por primera vez tenemos un presupuesto creíble, sustentado en variables objetivas y que ha sido largamente debatido en el Congreso. Ahí hay una meta inflacionaria del 17% y estamos convencidos de que la vamos a alcanzar.
-Pero los gremios piden primero recomponer lo que se perdió con la inflación del último año.
-Hubo gremios que consiguieron un bono y que pudieron recuperar la diferencia entre la paritaria y la inflación. No se puede hablar de un solo caso. Igualmente, las paritarias son libres.
Tiene bajo su responsabilidad uno de los ministerios más sensibles de la administración pública. Por sus manos pasa la obra pública, la gran apuesta del presidente Mauricio Macri en un año electoral, pero también la relación con los gobernadores, intendentes y gremios. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio , no tiene tiempos muertos en su agenda, a su lado todo es vertiginoso. Esa velocidad es la que busca imprimirle a su área.
Eso explica, en parte, la salida de Daniel Chain, quien dejó la secretaría de Obras Públicas hace cuatro días. «Me voy a hacer cargo personalmente de ese lugar, este año la obra pública va a ser mi prioridad», anticipó Frigerio y, para que no haya dudas, completó: «Va a explotar la obra pública». Si bien aún no alcanzó la rapidez de ejecución que pretendía para ésta etapa, está conforme. «El gobierno anterior rompió la rueda, tuvimos que empezar de cero», dijo.
-¿Qué buscó con la salida de Chain del ministerio? ¿Por qué no lo reemplazó?
-Todavía no definimos el cambio más integral del ministerio. Queremos hacerlo más ágil. Hay siete millones de argentinos sin agua potable y 20 millones sin cloacas. El Presidente se comprometió a que el 100% de nuestros compatriotas va a tener esos servicios, que nos van a permitir bajar la pobreza estructural.
-Acaba de decir que se hará cargo personalmente de la obra pública, ¿qué significa eso?
-Tenemos que resolver el enorme déficit de viviendas que alcanza a más de 3 millones y medio de familias. Ahora vamos a contar con una herramienta muy potente, como el Procrear, que pasó a nuestro ministerio. También las obras que estamos haciendo contra las inundaciones son una prioridad para Macri. Lo mismo con los programas para mejorar el hábitat en los barrios más vulnerables. Nuestro objetivo es la reducción de la pobreza, lo que exige una dedicación total.
-¿Qué busca imprimirle a ese cargo?
-Siempre puedo mejorar la velocidad de la ejecución, igual no estoy disconforme. Ejecuté el 91% del presupuesto en ocho meses porque el primer cuatrimestre lo doy por perdido. Nosotros al final del día ejecutamos, pero siempre se puede hacer mejor.
-¿A qué se refiere?
-Desde la forma de licitación hasta la forma de control de las obras. Hoy en día no se compran los pliegos, puede entrar cualquiera siempre y cuando esté en el registro nacional de constructores. Los pliegos están online y eso ha generado una competencia de empresas mucho mayor, lo que bajó los costos frente a lo presupuestado en un 20% promedio.
-¿En ese 20% menos también incluye la corrupción?
-Evidentemente de lo que eso involucra también. Pero además tiene que ver con la mayor competencia, hoy hay más empresas compitiendo y con ganas de hacer obras. Otra cuestión que te baja el costo es la previsibilidad. Si el constructor sabe que va a cobrar no necesita generarse un colchón esperando meses sin cobrar.
-¿Los cambios y la búsqueda de mayor velocidad en la ejecución de la obra pública están relacionados con el año electoral?
-No, están vinculados con la impronta de la gestión, que es la misma que tuvo Macri en la ciudad. Lo que tiene que ver con mi responsabilidad es el agua potable, cloacas, saneamiento, viviendas? cosas muy concretas que le cambian la vida a la gente. Así entendemos la política nosotros.
-Pero también refuerzan la obra pública en un año electoral?
-No es mi culpa que cada dos años haya elecciones.
-Pero no se trata de una elección cualquiera, por primera vez enfrentarán comicios con el control de la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad.
-Estamos convencidos de que la gente nos va medir por la gestión. Así que es natural que nos preocupemos por hacer una buena gestión.
-¿Qué posibilidad hay de que se traten este año la reforma política y la electoral?
-Estamos convencidos de que se van a dar inexorablemente. Lo está pidiendo la gente. Si no va de la Nación a las provincias, llegará del interior a la Nación.
-¿Cree que todavía dan los tiempos para implementar la boleta única en la elección de este año?
-Vamos a poner el tema en discusión, pero no nos dan los tiempos para la boleta única electrónica.
-¿Y la boleta papel?
-No lo descarto, pero tiene su dificultad de implementación. Hay que evaluarlo y lo estamos haciendo.
-¿No cree que al priorizar algunos interlocutores entre los gremios y las organizaciones sociales no están replicando el método de división que utilizó el kirchnerismo?
-Nos juntamos con todos. No veo que dejemos de lado a nadie, pero hay algunas organizaciones más representativas que otras.
-¿Aún no se firmó el acuerdo que alcanzaron con los gremios y empresarios para potenciar Vaca Muerta. ¿Está en riesgo?
-No está en riesgo. Estamos replicando el mismo esquema en Chubut.
-¿El Gobierno busca replicar la paritaria que logró Vidal con los estatales bonaerense. ¿Cree que es posible repetir el 18% con la cláusula gatillo?
-Nos tenemos que acostumbrar a que por primera vez tenemos un presupuesto creíble, sustentado en variables objetivas y que ha sido largamente debatido en el Congreso. Ahí hay una meta inflacionaria del 17% y estamos convencidos de que la vamos a alcanzar.
-Pero los gremios piden primero recomponer lo que se perdió con la inflación del último año.
-Hubo gremios que consiguieron un bono y que pudieron recuperar la diferencia entre la paritaria y la inflación. No se puede hablar de un solo caso. Igualmente, las paritarias son libres.