El politólogo, historiador y periodista revisó el primer tramo de la presidencia de Mauricio Macri, y analizó el “vaso medio vacío” y “el vaso medio lleno”. Además, analizó la importancia que tendrá el éxito o fracaso del mandatario para América Latina y Estados Unidos.
EN LA GACETA. Fraga bajó del avión ayer, pasadas las 10, y vino directamente a este diario para brindar la entrevista. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
Hay un vaso con agua sobre la mesa de la sala de entrevistas de LA GACETA. Rosendo Fraga lo señala, luego de escuchar la consulta periodística sobre los 100 días de la presidencia de Mauricio Macri, y expresa una metáfora que viene a la ocasión. “Hay que ver el vaso medio lleno y medio vacío”, apunta el periodista, historiador y abogado, argumentando que esta gimnasia forma parte de su tarea como analista político.
En la “mitad llena” observa independencia de poderes, y mejoras en la política exterior y en el rubro económico. En la “mitad vacía” detecta que, a su entender, Macri debería aceptar una coalición parlamentaria permanente; señala, además, el deterioro que produjo la conjunción “inflación + devaluación”, sobre todo en los sectores más vulnerables, y el consecuente malestar social que eso conlleva.
Fraga no se queda en los límites de la Argentina y va más allá de la frontera con su análisis. Menciona el contexto de América Latina -las crisis en Brasil y Venezuela, entre otras-, y subraya que los gobiernos populistas comienzan a perder terreno, mientras la centro-derecha reconquista espacios de poder. En ese escenario, explica, la gestión del Presidente implica algo más que un cambio de signo en la administración del país.
“Macri significa en la región lo que (Hugo) Chávez fue en 1998. El ex presidente de Venezuela estableció un punto de inflexión hacia una dirección. Ahora, Macri lo es en otro sentido. A EEUU le conviene que este movimiento se consolide. Recordemos que Macri ha avanzado con un discurso en política exterior que coincide con EEUU. El kirchnerismo tenía un discurso muy antinorteamericano”, señaló Fraga, respecto de la visita que el mandatario estadounidense Barack Obama concretará la semana próxima.
– ¿Qué toma como positivo en estos 100 días?
– En el vaso medio lleno vemos un país que está funcionando con una independencia de poderes que en el último cuarto de siglo pocas veces tuvo. Vemos un Congreso que negocia, que modifica proyectos para avanzar. Hay gobernadores con mayor peso, Justicia más independiente… La política es el arte del acuerdo, y este es un Gobierno que no tiene mayoría en las cámaras del Congreso. Es positivo esto, el arte del acuerdo. También en política exterior me parece que el cambio de dirección es correcto, al igual que en economía.
– ¿Lo negativo?
– Hay alertas. En lo político, me parece que Macri deberá aceptar que hace falta una colisión parlamentaria permanente. Esto de negociar un DNU o una ley, a la larga, es mas complicado. Y es un Gobierno que debe estar más atento a la protesta social en la calle; allí es donde el kirchnerismo va a sentar la oposición. También debe mirar con atención ese 10% (de la población) más vulnerable. Hay gente que no cobra ni siquiera subsidios. Y la combinación devaluación-inflación ha dejado un deterioro marcado, sobre todo para el trabajador que no es representado en sindicatos. Y en un equipo donde predominan los directivos de empresas y consultores, se debe entender que la gestión pública tiene su especificidad: no es lo mismo exactamente gestión privada que pública.
– ¿Impactará lo que está pasando en Brasil? ¿Cómo?
– Creo que va a impactar en toda la región y no sólo en Argentina. A gobiernos como el de Ecuador, Bolivia o Venezuela los debilita políticamente. Y al país, en lo económico, lo perjudica. Brasil en recesión es un problema para las exportaciones. Por otro lado, se produce un efecto de saneamiento político vía judicial. Vamos a ver, en Argentina y en la región, jueces más independientes, que van a avanzar sobre la política. Ese efecto, como todo proceso de estas características, tendrá tensiones, marchas y contramarchas. Pero Argentina tiene la circunstancia de que le han dado a su gestión el rol de ser una tendencia a nivel regional. Veamos: ganó Macri; luego, en Venezuela, la oposición triunfa en las (elecciones) legislativas; en febrero, pierde en Bolivia el referéndum planteado por Evo Morales. Y Perú probablemente vaya hacia la centro-derecha. Brasil y Venezuela también van moviéndose hacia el centro. Hay que ver los efectos que puede tener este papel de la Justicia en un saneamiento político.
– En Argentina, con una elección reciente y el cambio de signo, ¿cómo se dará ese “saneamiento”?
– En alguna medida el cambio político ya se dio. Pero vamos a tener jueces mucho más atentos al Gobierno. La experiencia nos dice que la Justicia se tornaba independiente al final de los mandatos. Pero a Dilma Rousseff se le tornó independiente al inicio de un nuevo mandato, no al final. La administración actual deberá ser consciente de que la Justicia estará más atenta.
– ¿Qué análisis hace de la visita de Obama a lugares simbólicos, a 40 años del Golpe?
– Obama aterriza en el país: eso es lo primero. Luego se adecua a la agenda. Es una visita importante. Lo miremos así: hubo seis presidentes norteamericanos en ejercicio que visitaron Argentina en la historia; Obama es el primero que se traslada a Sudamérica para venir exclusivamente aquí. Es una señal, un gesto político importante. Y me parece que el objetivo es reforzar el proceso argentino. Para los intereses de EEUU, conviene que Argentina funcione. A partir de eso, creo que la agenda del 24 de marzo es un, en ese sentido, accesoria. No creo que haya sido planificada, sino una coincidencia.
– ¿Qué puede tener esta gestión que le interese a EEUU?
– Hay una cuestión de índole regional. Obama está terminando su mandato y, hasta hoy, la única región que queda mejor de lo que la encontró es América Latina, (no así) Europa, Asia, Medio Oriente, África… Pero en este continente, Obama se va habiendo encauzado el conflicto histórico con Cuba. Y se va con el fracaso del populismo en América del Sur. En ese sentido, Macri es hoy a la región lo que Chávez en el 98: un punto de inflexión.
Conferencia
El politólogo Rosendo Fraga visitó Tucumán y brindó la conferencia un “Análisis de los primeros 100 días de gobierno de Mauricio Macri”. El evento, celebrado en el Sheraton, fue organizado por la fundación Federalismo y Libertad y la fundación Friedrich Naumann.
Mañana, Marcos Peña
En la edición del domingo, LA GACETA publicará una entrevista con Marcos Peña, jefe de Gabinete de la Nación y uno de los funcionarios de mayor confianza del presidente Mauricio Macri. En un diálogo con el periodista Indalecio Sánchez, Peña analiza los 100 días de la gestión.
EN LA GACETA. Fraga bajó del avión ayer, pasadas las 10, y vino directamente a este diario para brindar la entrevista. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
Hay un vaso con agua sobre la mesa de la sala de entrevistas de LA GACETA. Rosendo Fraga lo señala, luego de escuchar la consulta periodística sobre los 100 días de la presidencia de Mauricio Macri, y expresa una metáfora que viene a la ocasión. “Hay que ver el vaso medio lleno y medio vacío”, apunta el periodista, historiador y abogado, argumentando que esta gimnasia forma parte de su tarea como analista político.
En la “mitad llena” observa independencia de poderes, y mejoras en la política exterior y en el rubro económico. En la “mitad vacía” detecta que, a su entender, Macri debería aceptar una coalición parlamentaria permanente; señala, además, el deterioro que produjo la conjunción “inflación + devaluación”, sobre todo en los sectores más vulnerables, y el consecuente malestar social que eso conlleva.
Fraga no se queda en los límites de la Argentina y va más allá de la frontera con su análisis. Menciona el contexto de América Latina -las crisis en Brasil y Venezuela, entre otras-, y subraya que los gobiernos populistas comienzan a perder terreno, mientras la centro-derecha reconquista espacios de poder. En ese escenario, explica, la gestión del Presidente implica algo más que un cambio de signo en la administración del país.
“Macri significa en la región lo que (Hugo) Chávez fue en 1998. El ex presidente de Venezuela estableció un punto de inflexión hacia una dirección. Ahora, Macri lo es en otro sentido. A EEUU le conviene que este movimiento se consolide. Recordemos que Macri ha avanzado con un discurso en política exterior que coincide con EEUU. El kirchnerismo tenía un discurso muy antinorteamericano”, señaló Fraga, respecto de la visita que el mandatario estadounidense Barack Obama concretará la semana próxima.
– ¿Qué toma como positivo en estos 100 días?
– En el vaso medio lleno vemos un país que está funcionando con una independencia de poderes que en el último cuarto de siglo pocas veces tuvo. Vemos un Congreso que negocia, que modifica proyectos para avanzar. Hay gobernadores con mayor peso, Justicia más independiente… La política es el arte del acuerdo, y este es un Gobierno que no tiene mayoría en las cámaras del Congreso. Es positivo esto, el arte del acuerdo. También en política exterior me parece que el cambio de dirección es correcto, al igual que en economía.
– ¿Lo negativo?
– Hay alertas. En lo político, me parece que Macri deberá aceptar que hace falta una colisión parlamentaria permanente. Esto de negociar un DNU o una ley, a la larga, es mas complicado. Y es un Gobierno que debe estar más atento a la protesta social en la calle; allí es donde el kirchnerismo va a sentar la oposición. También debe mirar con atención ese 10% (de la población) más vulnerable. Hay gente que no cobra ni siquiera subsidios. Y la combinación devaluación-inflación ha dejado un deterioro marcado, sobre todo para el trabajador que no es representado en sindicatos. Y en un equipo donde predominan los directivos de empresas y consultores, se debe entender que la gestión pública tiene su especificidad: no es lo mismo exactamente gestión privada que pública.
– ¿Impactará lo que está pasando en Brasil? ¿Cómo?
– Creo que va a impactar en toda la región y no sólo en Argentina. A gobiernos como el de Ecuador, Bolivia o Venezuela los debilita políticamente. Y al país, en lo económico, lo perjudica. Brasil en recesión es un problema para las exportaciones. Por otro lado, se produce un efecto de saneamiento político vía judicial. Vamos a ver, en Argentina y en la región, jueces más independientes, que van a avanzar sobre la política. Ese efecto, como todo proceso de estas características, tendrá tensiones, marchas y contramarchas. Pero Argentina tiene la circunstancia de que le han dado a su gestión el rol de ser una tendencia a nivel regional. Veamos: ganó Macri; luego, en Venezuela, la oposición triunfa en las (elecciones) legislativas; en febrero, pierde en Bolivia el referéndum planteado por Evo Morales. Y Perú probablemente vaya hacia la centro-derecha. Brasil y Venezuela también van moviéndose hacia el centro. Hay que ver los efectos que puede tener este papel de la Justicia en un saneamiento político.
– En Argentina, con una elección reciente y el cambio de signo, ¿cómo se dará ese “saneamiento”?
– En alguna medida el cambio político ya se dio. Pero vamos a tener jueces mucho más atentos al Gobierno. La experiencia nos dice que la Justicia se tornaba independiente al final de los mandatos. Pero a Dilma Rousseff se le tornó independiente al inicio de un nuevo mandato, no al final. La administración actual deberá ser consciente de que la Justicia estará más atenta.
– ¿Qué análisis hace de la visita de Obama a lugares simbólicos, a 40 años del Golpe?
– Obama aterriza en el país: eso es lo primero. Luego se adecua a la agenda. Es una visita importante. Lo miremos así: hubo seis presidentes norteamericanos en ejercicio que visitaron Argentina en la historia; Obama es el primero que se traslada a Sudamérica para venir exclusivamente aquí. Es una señal, un gesto político importante. Y me parece que el objetivo es reforzar el proceso argentino. Para los intereses de EEUU, conviene que Argentina funcione. A partir de eso, creo que la agenda del 24 de marzo es un, en ese sentido, accesoria. No creo que haya sido planificada, sino una coincidencia.
– ¿Qué puede tener esta gestión que le interese a EEUU?
– Hay una cuestión de índole regional. Obama está terminando su mandato y, hasta hoy, la única región que queda mejor de lo que la encontró es América Latina, (no así) Europa, Asia, Medio Oriente, África… Pero en este continente, Obama se va habiendo encauzado el conflicto histórico con Cuba. Y se va con el fracaso del populismo en América del Sur. En ese sentido, Macri es hoy a la región lo que Chávez en el 98: un punto de inflexión.
Conferencia
El politólogo Rosendo Fraga visitó Tucumán y brindó la conferencia un “Análisis de los primeros 100 días de gobierno de Mauricio Macri”. El evento, celebrado en el Sheraton, fue organizado por la fundación Federalismo y Libertad y la fundación Friedrich Naumann.
Mañana, Marcos Peña
En la edición del domingo, LA GACETA publicará una entrevista con Marcos Peña, jefe de Gabinete de la Nación y uno de los funcionarios de mayor confianza del presidente Mauricio Macri. En un diálogo con el periodista Indalecio Sánchez, Peña analiza los 100 días de la gestión.
