Para el gobernador de Neuquén Jorge Sapag la cosa es simple. El acuerdo entre Chevron y YPF que involucra a su provincia se reduce a una ecuación de tiempo y dinero. El tiempo es una prerrogativa de Neuquén y el dinero, el argumento que tienen las petroleras para inclinar la balanza a su favor en la negociación. En los próximos días, los legisladores neuquinos deberán refrendar el decreto que Sapag firmó el jueves con YPF. Este documento autoriza a YPF una extensión por 22 años (hasta 2048) del área General Mosconi que será explotada por la empresa y por Chevron. Sapag dijo a Clarín
que el convenio “es simple”. A pesar de sus afirmaciones hasta ahora muy pocos tuvieron acceso al texto que les fue enviado desde Nación por el cual Neuquén y el joint-venture entre YPF y Chevron inician una nueva etapa de explotación con suculentos beneficios para la empresa norteamericana. Según Sapag, esa es agua de otro pozo. “A nosotros nos interesa el convenio con YPF. Durante siete días estuvimos estudiando el tema y llegamos a esta acta acuerdo entre YPF y la provincia, del acuerdo YPF-Chevron ellos resuelven sus cuestiones”, aseguró.
–
La aprobación del acuerdo está sujeta a mucha presión y es de una complejidad que no se condice con la urgencia del gobierno por ratificarlo en la Legislatura neuquina.
-No, no, no, es simple, es simple. Es la extensión del plazo de concesión. Somos socios de YPF.
–Pero incluye la cesión de importantes recursos, hay temas ambientales, técnicos, económicos.
-Hemos trabajado toda la semana viendo los aspectos ambientales, los controles de producción, el uso del agua. Pero el tema no es complejo, no, no. Es un tema sobre extender el contrato con la provincia y establecer los impuestos provinciales. Habrá 5% de participación de las ganancias.
–Según esta visión, lo único que importa aquí es lo que establezcan Neuquén e YPF. Con Chevron-YPF ustedes no se meten.
–Ellos resuelven sus cuestiones. YPF no tiene la capacidad financiera para hacer la inversión y se asocia a Chevron. Si ese acuerdo entre YPF y Chevron se hubiera hecho sin extensión de plazo no hubiera sido necesario nada, ni el decreto. Lo que pasó acá es que hubo una extensión de plazo.
–Pero el acuerdo Chevron-YPF será en Neuquén.
–(Se ríe) Otro pero… Bueno, en el convenio entre ellos habrá secretos tecnológicos, especificaciones sobre las fracturas, sobre si el pozo es frontal o vertical, tiene estipulaciones financieras, cómo harán desde el punto de vista comercial. Nosotros y la Nación lo que hacemos es el control de legalidad de los capitales, el control ambiental y ecológico.
–¿Cómo explica la polémica que rodea al acuerdo?
–Está el tema electoral, la desinformación. Lo que se dice no es real. Nosotros estamos haciendo habitualmente contratos con petroleras, con Shell, con todas, y hay un montón de inversiones. No estamos entregando la provincia. Estamos hablando de 20 kilómetros cuadrados, con proyección a 395 más, esto representa el 3% de la extensión explotable que tiene Neuquén en esa zona.
–Sin embargo, es un acuerdo muy favorable a Chevron.
–Es facultativo poder conceder pedidos de extensión. Si viene una empresa y me dice que va a invertir US$ 16.000 millones y que necesita 20 años más para recuperar la inversión, se analiza y, si a mí me favorece, se hace. No es como dijo (Jorge) Lanata que no se van a pagar impuestos. En 35 años de concesión, la provincia va a recibir US$ 11.000 millones por regalías y la Nación 11.000 millones más por impuestos a las ganancias. Eso según el modelo económico que han presentado.
–Desde distintos sectores este acuerdo está siendo criticado. ¿Qué lectura hace eso?
–Es un tema electoralista. Guillermo Pereyra (el precandidato a senador por la Lista Azul y Blanca del MPN) es el titular del gremio petrolero. Este convenio va a asegurar 1500 puestos de trabajo directos y 12.000 empleos de manera indirecta. El gremio tiene 12.000 afiliados. Esto es una fábrica, se quedan, se perforará y los 19 equipos se quedan en forma estable.
que el convenio “es simple”. A pesar de sus afirmaciones hasta ahora muy pocos tuvieron acceso al texto que les fue enviado desde Nación por el cual Neuquén y el joint-venture entre YPF y Chevron inician una nueva etapa de explotación con suculentos beneficios para la empresa norteamericana. Según Sapag, esa es agua de otro pozo. “A nosotros nos interesa el convenio con YPF. Durante siete días estuvimos estudiando el tema y llegamos a esta acta acuerdo entre YPF y la provincia, del acuerdo YPF-Chevron ellos resuelven sus cuestiones”, aseguró.
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La aprobación del acuerdo está sujeta a mucha presión y es de una complejidad que no se condice con la urgencia del gobierno por ratificarlo en la Legislatura neuquina.
-No, no, no, es simple, es simple. Es la extensión del plazo de concesión. Somos socios de YPF.
–Pero incluye la cesión de importantes recursos, hay temas ambientales, técnicos, económicos.
-Hemos trabajado toda la semana viendo los aspectos ambientales, los controles de producción, el uso del agua. Pero el tema no es complejo, no, no. Es un tema sobre extender el contrato con la provincia y establecer los impuestos provinciales. Habrá 5% de participación de las ganancias.
–Según esta visión, lo único que importa aquí es lo que establezcan Neuquén e YPF. Con Chevron-YPF ustedes no se meten.
–Ellos resuelven sus cuestiones. YPF no tiene la capacidad financiera para hacer la inversión y se asocia a Chevron. Si ese acuerdo entre YPF y Chevron se hubiera hecho sin extensión de plazo no hubiera sido necesario nada, ni el decreto. Lo que pasó acá es que hubo una extensión de plazo.
–Pero el acuerdo Chevron-YPF será en Neuquén.
–(Se ríe) Otro pero… Bueno, en el convenio entre ellos habrá secretos tecnológicos, especificaciones sobre las fracturas, sobre si el pozo es frontal o vertical, tiene estipulaciones financieras, cómo harán desde el punto de vista comercial. Nosotros y la Nación lo que hacemos es el control de legalidad de los capitales, el control ambiental y ecológico.
–¿Cómo explica la polémica que rodea al acuerdo?
–Está el tema electoral, la desinformación. Lo que se dice no es real. Nosotros estamos haciendo habitualmente contratos con petroleras, con Shell, con todas, y hay un montón de inversiones. No estamos entregando la provincia. Estamos hablando de 20 kilómetros cuadrados, con proyección a 395 más, esto representa el 3% de la extensión explotable que tiene Neuquén en esa zona.
–Sin embargo, es un acuerdo muy favorable a Chevron.
–Es facultativo poder conceder pedidos de extensión. Si viene una empresa y me dice que va a invertir US$ 16.000 millones y que necesita 20 años más para recuperar la inversión, se analiza y, si a mí me favorece, se hace. No es como dijo (Jorge) Lanata que no se van a pagar impuestos. En 35 años de concesión, la provincia va a recibir US$ 11.000 millones por regalías y la Nación 11.000 millones más por impuestos a las ganancias. Eso según el modelo económico que han presentado.
–Desde distintos sectores este acuerdo está siendo criticado. ¿Qué lectura hace eso?
–Es un tema electoralista. Guillermo Pereyra (el precandidato a senador por la Lista Azul y Blanca del MPN) es el titular del gremio petrolero. Este convenio va a asegurar 1500 puestos de trabajo directos y 12.000 empleos de manera indirecta. El gremio tiene 12.000 afiliados. Esto es una fábrica, se quedan, se perforará y los 19 equipos se quedan en forma estable.