Una extensión del escenario de conflicto de deuda sin la posibilidad de conseguir endeudarse en el exterior después de enero, las dificultades de implementación de un cambio de jurisdicción y los riesgos resultantes de un mayor estímulo para una aceleración fueron los puntos salientes de los análisis respecto al Cadena Nacional de anoche.
El anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de una serie de opciones que van desde el pago local hasta un canje de jurisdicción para evadir la sentencia del juez Thomas Griesa tomó con la guardia baja a economistas y analistas. El nuevo escenario que se abre es, como casi todo en este caso, terreno nunca antes pisado y hay muchos detalles legales por definir. Pero más allá de ello, los especialistas consultados coincidieron en señalar que el anuncio elimina la posibilidad de un default momentáneo con arreglo en enero, es decir, una solución a la falta de divisas. También en que el anuncio genera dudas respecto a la posibilidad de que fondos regidos por normas que les impiden tomar papeles que no estén sujetos a la ley de Nueva York puedan sumarse al canje y, por último, que de no existir una vía sencilla para esos bonistas el estímulo para acelerar la deuda será muy importante.
Perdura la falta de dólares
Desde el punto de vista de la economía, no te soluciona el problema de la falta de dólares, comentó Fausto Spotorno, economista de OJF. Todo este proceso te puede salir bien, más o menos o mal. Supongamos que sale bien: estás igual que estabas hace seis meses, porque no podés colocar deuda afuera, con lo cual la escasez de dólares la seguís teniendo. Hasta hoy a la mañana podías decir en enero arreglás, en febrero colocás deuda. Eso no existe más, dijo.
En líneas similares se expresaron Marina Dal Poggetto del estudio Bein y Ezequiel Asencio, economista y director de Balanz Capital.
Aunque el canje salga bien, no estoy segura que sea un escenario de apertura de crédito, dijo Dal Poggetto. El efecto macroeconómico es muy feo. Lo bueno de salir del default, con la restricción externa, era suavizar el camino a 2015. Hoy el default te lo hizo peor. Se sobredimensionó la posibilidad de que Argentina se iba a sentar a negociar. Se fue cayendo, y ahora el miedo a la aceleración. La RUFO (la cláusula que impide a la ARgentina pagar más a los holdouts que a los bonistas que entraron a los canjes 2005 y 2010, al menos hasta enero próximo) era una excusa. Ahora queda claro que el default es default y que se va a sufrir la cesación de pagos hasta que CFK no se vaya del gobierno, coincidió Ascencio.
Aceptación en duda
El riesgo principal que señalan los analistas a la hora de implementar un canje es la posibilidad de que fondos que por sus propias normas internas están imposibilitados de invertir en activos regidos por leyes que no sean las de los Estados Unidos entren al canje, aún queriendo.
La clave está en qué va a pasar con los que no puedan entrar al canje, el proyecto de ley prevé depositar el dinero en un fondo fiduciario, pero no queda claro si eso viola o no las condiciones de emisión de los bonos o si los tenedores de bonos del canje van a tener que salir a venderlos, dijo Spotorno.
El riesgo de aceleración
A partir de las dificultades que se generen para esos bonistas que, aún con la voluntad de aceptar al pago en la Argentina, la posibilidad de que tenedores de bonos argentinos del canje aceleren sus tenencias podría ser mayor.
En default, el 25% de de los tenedores de cualquier serie de bonos reestructurados que no recibió su pago puede votar para acelerar: exigir la totalidad del capital y los intereses que se le adeudan desde hoy hasta el futuro vencimiento de esos papeles.
Los tenedores de deuda que todavía no sufre el impago por ejemplo los tenedores de bonos Par que pagan el 30 de septiembre también pueden acelerar con el 25% de los votos, simplemente porque los tenedores de bonos que vencían el 30 de junio no recibieron su pago. Esto se llama cross default.
La aceleración depende de lo que pase con el precio de los bonos. Podrían haber incentivos de aceleración de las series más chicas, opinó Dal Poggetto. Por otro lado, si es parte de la estrategia para llegar a enero, entonces el canje se puede analizar como una herramienta de presión en la negociación para bajar el precio del arreglo en enero, agregó la economista.
La clave está en los tenedores que no puedan aceptar los nuevos términos, el mecanismo que se le ofrezca a esos bonistas va a ser determinante. Si quedan en esa situación no van a tener otra opción que salir a vender, estructurar una muy difícil forma de cobrar en la Argentina o acelerar, dijo Spotorno. Lo más positivo que le veo a todo esto es el depósito del dinero para que los holdouts lo vengan a buscar, es un cambio radical respecto de lo que fue en su momento la Ley Cerrojo, concluyó.