El Gobierno decidió avanzar en una pesificación de las operaciones inmobiliarias a partir de noviembre, ya que el cepo a la compra de divisas oficializado ayer por el Banco Central también incluye a los créditos hipotecarios. Quien no tenga los dólares atesorados previamente, la opción será recurrir al mercado paralelo o comprar la vivienda en pesos.
Mediante la comunicación 5318, la entidad monetaria dispuso que sólo podrán comprar dólares con pesos provenientes de un crédito hipotecario quienes hubieran gestionado carpetas preacordadas hasta la entrada en vigencia de la norma. Estas personas tendrán tiempo hasta el 31 de octubre para cambiar sus pesos a dólares y poder concretar así la compra de la vivienda, pero a partir de hoy quienes saquen un préstamo hipotecario ya no podrán cambiarlo a pesos a la cotización oficial, confirmaron fuentes del BCRA.
El objetivo de esta medida fue poner en igualdad de condiciones a quienes querían acceder a la compra de una vivienda sin un crédito, que debían comprar los dólares en el mercado paralelo, y los que calificaban para un préstamo y podían comprar las divisas al tipo de cambio oficial, dijeron las fuentes de la entidad.
La pesificación del mercado inmobiliario no se definirá mediante ninguna norma, sino que será una consecuencia de hecho que surgirá del flamante control. Y si bien muchas operaciones ya se están realizando hoy en la moneda local ante la imposibilidad de comprar dólares que rigen desde octubre, pero desde hace dos meses con más dureza, este nuevo cepo generará una parálisis mucho mayor de las operaciones y será el mercado el que regulará, en cada caso, cuál será el valor en pesos de la propiedad.
Sólo venderá quien esté urgido por hacerlo y si no puede obtener dólares, fijará el precio de su inmueble al dólar blue. En tanto, el comprador que tenga divisas norteamericanas tendrá más posibilidades de lograr una baja en el precio y el que disponga de los pesos buscará cerrar a un tipo de cambio intermedio. La concreción de la operación será producto de una intensa negociación que dependerá de las necesidades de ambas partes.
Según opinó Roberto Tizado, dueño de la inmobiliaria que lleva su nombre, el mercado se va a ir regulando solo y se va a ir adaptando a las nuevas circunstancias. Hoy la caída del mercado asciende al 25%, pero hay un 75% de operaciones que se siguen haciendo. El sector de clase media que depende del crédito está fuera del mercado hace tiempo, afirmó Tizado, quien sostuvo que el mercado está paralizado.
De los $ 280.000 millones otorgados de créditos, sólo el 10% corresponden a hipotecarios, y de las operaciones inmobiliarias, apenas el 8% se realiza con un crédito. Fuentes del Banco Ciudad manifestaron preocupación por la medida y consideraron que generará una parálisis del mercado aún mayor. Con esta imposibilidad de comprar dólares con los préstamos, se volverá difícil pedir un crédito porque el valor de la propiedad cambiará en función de la variación del dólar paralelo.
Mediante la comunicación 5318, la entidad monetaria dispuso que sólo podrán comprar dólares con pesos provenientes de un crédito hipotecario quienes hubieran gestionado carpetas preacordadas hasta la entrada en vigencia de la norma. Estas personas tendrán tiempo hasta el 31 de octubre para cambiar sus pesos a dólares y poder concretar así la compra de la vivienda, pero a partir de hoy quienes saquen un préstamo hipotecario ya no podrán cambiarlo a pesos a la cotización oficial, confirmaron fuentes del BCRA.
El objetivo de esta medida fue poner en igualdad de condiciones a quienes querían acceder a la compra de una vivienda sin un crédito, que debían comprar los dólares en el mercado paralelo, y los que calificaban para un préstamo y podían comprar las divisas al tipo de cambio oficial, dijeron las fuentes de la entidad.
La pesificación del mercado inmobiliario no se definirá mediante ninguna norma, sino que será una consecuencia de hecho que surgirá del flamante control. Y si bien muchas operaciones ya se están realizando hoy en la moneda local ante la imposibilidad de comprar dólares que rigen desde octubre, pero desde hace dos meses con más dureza, este nuevo cepo generará una parálisis mucho mayor de las operaciones y será el mercado el que regulará, en cada caso, cuál será el valor en pesos de la propiedad.
Sólo venderá quien esté urgido por hacerlo y si no puede obtener dólares, fijará el precio de su inmueble al dólar blue. En tanto, el comprador que tenga divisas norteamericanas tendrá más posibilidades de lograr una baja en el precio y el que disponga de los pesos buscará cerrar a un tipo de cambio intermedio. La concreción de la operación será producto de una intensa negociación que dependerá de las necesidades de ambas partes.
Según opinó Roberto Tizado, dueño de la inmobiliaria que lleva su nombre, el mercado se va a ir regulando solo y se va a ir adaptando a las nuevas circunstancias. Hoy la caída del mercado asciende al 25%, pero hay un 75% de operaciones que se siguen haciendo. El sector de clase media que depende del crédito está fuera del mercado hace tiempo, afirmó Tizado, quien sostuvo que el mercado está paralizado.
De los $ 280.000 millones otorgados de créditos, sólo el 10% corresponden a hipotecarios, y de las operaciones inmobiliarias, apenas el 8% se realiza con un crédito. Fuentes del Banco Ciudad manifestaron preocupación por la medida y consideraron que generará una parálisis del mercado aún mayor. Con esta imposibilidad de comprar dólares con los préstamos, se volverá difícil pedir un crédito porque el valor de la propiedad cambiará en función de la variación del dólar paralelo.