La busca las promociones. Cada 100 pesos que se gastan 20 son con esta modalidad. foto Gerardo Dell’Oro
En el marco de una inflación que ya alcanzó el 40% anual, se impone cada vez más la necesidad de estirar el presupuesto familiar. Una prueba de esto son algunas estrategias de los consumidores que se intensificaron en el primer trimestre del año. La búsqueda de promociones y marcas de menor valor, la compra de envases o formatos más económicos y la elección de canales que permitan “no tentarse” y encontrar alternativas de precio reales son las aristas más visibles de esta precarización del consumo.
Estas son algunas de las conclusiones de la consultora KantarWorld Panel, que presentó un análisis ante unos 250 clientes de la industria del consumo masivo. Juan Manuel Primbas, uno de sus analistas, aporta otros datos: «En el primer trimestre del año, de cada $ 100 gastados en las cadenas de supermercados, $ 20 corresponden a productos bajo promoción. Y este valor es un 16% superior respecto del último trimestre del año pasado». Esto sucede, en un contexto inflacionario que está pesando mucho entre los consumidores frente a salarios que no lograron absorber esas subas, dice.
Entre los recursos más utilizados, el formato doypack (sachet de repuesto) es el más dinámico en las distintas categorías porque tiene un precio medio por litro menor: esto crece en el jabón para la ropa, jabón de tocador y limpiadores de grandes superficies. También el “granel” o suelto gana espacio en el mercado de jabón para la ropa líquido. Yen los snacks y en los productos para mascotas, cuenta Primbas.
Según los datos relevados por la consultora, por fuera de la canasta básica, los hogares realizan todo tipo de ajustes: el 70% compra con menor frecuencia productos electrónicos, celulares e indumentaria; el 65% espacía las compras grandes, de muchos productos y un 60% disminuye las salidas a comer afuera, ir a bares o restaurantes, cine o teatro.
En materia de consumo masivo, las primeras marcas fueron las más afectadas en el consumo: registraron una caída en volumen de un 6% en el primer trimestre del año, mientras que las segundas marcas y las marcas propias de los retailers crecieron 6% y 4% respectivamente, según contó Federico Filipponi, director comercial de Kantar durante la presentación. El consumidor directamente reemplazó una primera marca por una segunda o propia, en lugar de intercalarlas en la compra”, explicó el analista. Los hogares ajustaron su gasto cambiando de marcas en todos los rubros de consumo masivo, excepto congelados. El cambio fue más marcado en infusiones, lácteos limpieza, y bebidas.
En este contexto de deterioro del poder adquisitivo, el consumo cayó el 3% en el primer trimestre del año, según Kantar. Y se espera una baja acumulada similar para todo el año. «Sucede que, si bien el panorama se presentaría mejor en el tercer trimestre, no lograría eclipsar la caída abrupta que se dio en los primeros seis meses del año», explica Primbas. “Los ajustes sobre los servicios públicos y el transporte impactaron fuerte en la capacidad de gasto de los hogares y comprometieron seriamente las expectativas de que el consumo pueda sostenerse en un nivel similar al del año anterior», afirmó Primbas. Por eso, los fabricantes van a tener que redefinir surtidos y formatos, para mantenerse accesibles a un mayor número de compradores”.
En el marco de una inflación que ya alcanzó el 40% anual, se impone cada vez más la necesidad de estirar el presupuesto familiar. Una prueba de esto son algunas estrategias de los consumidores que se intensificaron en el primer trimestre del año. La búsqueda de promociones y marcas de menor valor, la compra de envases o formatos más económicos y la elección de canales que permitan “no tentarse” y encontrar alternativas de precio reales son las aristas más visibles de esta precarización del consumo.
Estas son algunas de las conclusiones de la consultora KantarWorld Panel, que presentó un análisis ante unos 250 clientes de la industria del consumo masivo. Juan Manuel Primbas, uno de sus analistas, aporta otros datos: «En el primer trimestre del año, de cada $ 100 gastados en las cadenas de supermercados, $ 20 corresponden a productos bajo promoción. Y este valor es un 16% superior respecto del último trimestre del año pasado». Esto sucede, en un contexto inflacionario que está pesando mucho entre los consumidores frente a salarios que no lograron absorber esas subas, dice.
Entre los recursos más utilizados, el formato doypack (sachet de repuesto) es el más dinámico en las distintas categorías porque tiene un precio medio por litro menor: esto crece en el jabón para la ropa, jabón de tocador y limpiadores de grandes superficies. También el “granel” o suelto gana espacio en el mercado de jabón para la ropa líquido. Yen los snacks y en los productos para mascotas, cuenta Primbas.
Según los datos relevados por la consultora, por fuera de la canasta básica, los hogares realizan todo tipo de ajustes: el 70% compra con menor frecuencia productos electrónicos, celulares e indumentaria; el 65% espacía las compras grandes, de muchos productos y un 60% disminuye las salidas a comer afuera, ir a bares o restaurantes, cine o teatro.
En materia de consumo masivo, las primeras marcas fueron las más afectadas en el consumo: registraron una caída en volumen de un 6% en el primer trimestre del año, mientras que las segundas marcas y las marcas propias de los retailers crecieron 6% y 4% respectivamente, según contó Federico Filipponi, director comercial de Kantar durante la presentación. El consumidor directamente reemplazó una primera marca por una segunda o propia, en lugar de intercalarlas en la compra”, explicó el analista. Los hogares ajustaron su gasto cambiando de marcas en todos los rubros de consumo masivo, excepto congelados. El cambio fue más marcado en infusiones, lácteos limpieza, y bebidas.
En este contexto de deterioro del poder adquisitivo, el consumo cayó el 3% en el primer trimestre del año, según Kantar. Y se espera una baja acumulada similar para todo el año. «Sucede que, si bien el panorama se presentaría mejor en el tercer trimestre, no lograría eclipsar la caída abrupta que se dio en los primeros seis meses del año», explica Primbas. “Los ajustes sobre los servicios públicos y el transporte impactaron fuerte en la capacidad de gasto de los hogares y comprometieron seriamente las expectativas de que el consumo pueda sostenerse en un nivel similar al del año anterior», afirmó Primbas. Por eso, los fabricantes van a tener que redefinir surtidos y formatos, para mantenerse accesibles a un mayor número de compradores”.