• Unas 500 compañías debían mandar el jueves pasado sus datos sobre producción, distribución y comercialización
Por: Carlos Burgueño
El 50% de las empresas que enviaron datos al Ministerio de Economía el jueves pasado, cumpliendo con el mandato del secretario de Comercio, Augusto Costa, de que antes del 24 de abril debían enviar los datos sobre sus plantas de producción, no habrían satisfecho los requerimientos y se les pediría que amplíen la información que deben enviar a la repartición. Lo que no hubo, según fuentes oficiales, grandes incumplimientos, con lo que en principio no habría mayores sanciones por no haber enviado en tiempo y forma lo que desde Economía se les pedía. Ahora, comenzarán a actuar a pleno los funcionarios «referentes únicos y directos», convocados por el Palacio de Hacienda, y que tienen como misión ser los nexos entre el Gobierno y las empresas; y transmitirles a las compañías los datos que falta enviar, bajo amenaza de sanciones directas.
Unas 500 empresas tenían la obligación de girar a la Subsecretaría de Comercio Interior que comanda Ariel Langer los datos sobre la producción de los principales bienes de consumo masivo, alimentos y bebidas que se comercializan en todo el país; incluyendo cantidad de producción, número de ventas, sistemas de comercialización, costos de producción, consumo de insumos, canales de envíos, capacidad instalada utilizada, inversión en publicidad, etc. Todo esto a través de un soporte informático que hasta el jueves los privados debían enviar a Economía. Entre otras empresas, fueron obligadas por el Gobierno a cumplir con el mandato Arcor, Molinos, Quilmes, Coca Cola, Pepsico, Procter & Gamble, Unilever, AGD, Sancor, Quickfood, La Serenísima, Vicentin, Prodea (Cunnington), Adeco, Canale, Mondelez, Molinos Cañuelas, Ledesma, Clorox y Bunge, entre otras. Todas estas compañías tienen que estar ahora atentas a los llamados que les harán los «referentes», que les exigirán los datos que según la subsecretaría de Langer les falta para poder controlarlas mejor.
Estos «referentes» fueron convocados desde enero hasta marzo por Economía, en un casting entre graduados recientes o estudiantes avanzados de universidades de economía públicas, formando un grupo de jóvenes que Langer seleccionó casi personalmente y que tienen como misión ser el nexo único entre una compañía y el Gobierno.
El funcionario que sea delegado para una compañía recibe el reporte diario del responsable que el privado nombre, pero que debe tener el poder de dar respuestas concretas y rápidas sobre por qué falta un producto, por qué subió sus precios y cuánto tiempo demandará que el bien vuelva a su precio original. Ahora además transmitirá los datos que resta enviar para que Economía haga la evaluación correcta sobre el manejo productivo de cada empresa. El funcionario delegado, por otra parte, no contestará preguntas sobre la evaluación oficial que se haga sobre la forma en que los privados manejen sus empresas, ya que este tipo de cuestiones sólo pueden ser discutidas con Costa o Langer a través de las reuniones periódicas que mantienen con las diferentes cámaras sectoriales.
Por: Carlos Burgueño
El 50% de las empresas que enviaron datos al Ministerio de Economía el jueves pasado, cumpliendo con el mandato del secretario de Comercio, Augusto Costa, de que antes del 24 de abril debían enviar los datos sobre sus plantas de producción, no habrían satisfecho los requerimientos y se les pediría que amplíen la información que deben enviar a la repartición. Lo que no hubo, según fuentes oficiales, grandes incumplimientos, con lo que en principio no habría mayores sanciones por no haber enviado en tiempo y forma lo que desde Economía se les pedía. Ahora, comenzarán a actuar a pleno los funcionarios «referentes únicos y directos», convocados por el Palacio de Hacienda, y que tienen como misión ser los nexos entre el Gobierno y las empresas; y transmitirles a las compañías los datos que falta enviar, bajo amenaza de sanciones directas.
Unas 500 empresas tenían la obligación de girar a la Subsecretaría de Comercio Interior que comanda Ariel Langer los datos sobre la producción de los principales bienes de consumo masivo, alimentos y bebidas que se comercializan en todo el país; incluyendo cantidad de producción, número de ventas, sistemas de comercialización, costos de producción, consumo de insumos, canales de envíos, capacidad instalada utilizada, inversión en publicidad, etc. Todo esto a través de un soporte informático que hasta el jueves los privados debían enviar a Economía. Entre otras empresas, fueron obligadas por el Gobierno a cumplir con el mandato Arcor, Molinos, Quilmes, Coca Cola, Pepsico, Procter & Gamble, Unilever, AGD, Sancor, Quickfood, La Serenísima, Vicentin, Prodea (Cunnington), Adeco, Canale, Mondelez, Molinos Cañuelas, Ledesma, Clorox y Bunge, entre otras. Todas estas compañías tienen que estar ahora atentas a los llamados que les harán los «referentes», que les exigirán los datos que según la subsecretaría de Langer les falta para poder controlarlas mejor.
Estos «referentes» fueron convocados desde enero hasta marzo por Economía, en un casting entre graduados recientes o estudiantes avanzados de universidades de economía públicas, formando un grupo de jóvenes que Langer seleccionó casi personalmente y que tienen como misión ser el nexo único entre una compañía y el Gobierno.
El funcionario que sea delegado para una compañía recibe el reporte diario del responsable que el privado nombre, pero que debe tener el poder de dar respuestas concretas y rápidas sobre por qué falta un producto, por qué subió sus precios y cuánto tiempo demandará que el bien vuelva a su precio original. Ahora además transmitirá los datos que resta enviar para que Economía haga la evaluación correcta sobre el manejo productivo de cada empresa. El funcionario delegado, por otra parte, no contestará preguntas sobre la evaluación oficial que se haga sobre la forma en que los privados manejen sus empresas, ya que este tipo de cuestiones sólo pueden ser discutidas con Costa o Langer a través de las reuniones periódicas que mantienen con las diferentes cámaras sectoriales.
