Nadie sabe cuántos despidos se produjeron en lo que va del año. Es la tragedia tras la destrucción de las estadísticas públicas que impulsaron Néstor y Cristina Kirchner en los últimos nueve años en el Indec.
Los datos oficiales estarán disponibles recién el 23 de agosto, cuando el instituto publique por primera vez indicadores sobre el mercado laboral argentino luego del apagón estadístico obligado por el cambio de gobierno en diciembre último.
En ese contexto, los revoleos de cifras se multiplican. Ayer la consultora privada Tendencias Económicas informó que en los primeros cinco meses del año los trabajadores despedidos fueron 154.570. «La mayor parte correspondió al sector privado, lo que afectó principalmente al gremio de la construcción y, en menor medida, a la metalurgia y a la prensa, entre otras», indicó.
La consultora -que releva su información de los mismos medios de prensa- afirmó que las desvinculaciones sumaron 15.174 personas durante el mes pasado. Esto representó, según su propio relevamiento, 9,7 veces más a lo registrado en igual período del año pasado.
Los datos de Tendencias Económicas son similares a los que mide el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que dirige Hernán Letcher, concejal de Frente Para la Victoria (FPV) en San Martín y que en Twitter se define como un «militante nacional y popular».
Según el CEPA, entre diciembre de 2015 y abril de este año hubo 154.000 despidos, prácticamente la misma cifra que estimó Tendencias Económicas sólo un mes después. Algunos sindicalistas y legisladores del FPV indicaron, en tanto, que las desvinculaciones habrían llegado a 200.000. Son las cifras que impulsaron en el Congreso el último debate sobre la llamada ley antidespidos (prohibición para echar por 180 días y doble indemnización), que fue vetada por el presidente Mauricio Macri.
Las limitadas cifras oficiales que el Gobierno difunde están en las antípodas de las que muestran estas consultoras y los gremios. De acuerdo con el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). en el primer trimestre del año sólo hubo 4185 despidos (esa es la cantidad de los CUIL que fueron dados de baja). Más específicamente, en diciembre había 6.240.133 trabajadores privados registrados. En marzo, última cifra oficial disponible, hubo 6.235.948. Se trata de una caída del empleo de 0,07 por ciento. A eso hay que sumarle los cerca de 11.000 despidos en la administración central (mientras hubo desvinculaciones también hubo altas de funcionarios).
Sin embargo, los números oficiales no contemplan lo ocurrido ni en el empleo público provincial o municipal ni tampoco entre los trabajadores informales (sumados los cuentapropistas son casi un 48% de los trabajadores en el país). No obstante, las medidas sobre trabajadores privados registrados del SIPA están lejos de coincidir con los del CEPA y Tendencias Económicas.
Es la práctica en la que sumió al país el kirchnerismo: la de los debates sin argumentos científicos.
Sube el valor de la canasta de alimentos
En mayo, el costo de la Canasta Básica Alimentaria de la Ciudad de Buenos Aires por adulto equivalente (CBA) -que determina la línea de indigencia- alcanzó los $ 1491, en tanto que el de la Canasta Básica Total -que determina la línea de pobreza- ascendió a $ 3484.
Para una familia tipo de cuatro miembros, el costo de la CBA fue de $ 4610 y el de la CBT, alcanzó los 10.770 pesos. Niveles de ingreso -netos de impuestos- inferiores a estos montos convierten a ese hogar en «indigente» o «pobre», respectivamente.
Los datos oficiales estarán disponibles recién el 23 de agosto, cuando el instituto publique por primera vez indicadores sobre el mercado laboral argentino luego del apagón estadístico obligado por el cambio de gobierno en diciembre último.
En ese contexto, los revoleos de cifras se multiplican. Ayer la consultora privada Tendencias Económicas informó que en los primeros cinco meses del año los trabajadores despedidos fueron 154.570. «La mayor parte correspondió al sector privado, lo que afectó principalmente al gremio de la construcción y, en menor medida, a la metalurgia y a la prensa, entre otras», indicó.
La consultora -que releva su información de los mismos medios de prensa- afirmó que las desvinculaciones sumaron 15.174 personas durante el mes pasado. Esto representó, según su propio relevamiento, 9,7 veces más a lo registrado en igual período del año pasado.
Los datos de Tendencias Económicas son similares a los que mide el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que dirige Hernán Letcher, concejal de Frente Para la Victoria (FPV) en San Martín y que en Twitter se define como un «militante nacional y popular».
Según el CEPA, entre diciembre de 2015 y abril de este año hubo 154.000 despidos, prácticamente la misma cifra que estimó Tendencias Económicas sólo un mes después. Algunos sindicalistas y legisladores del FPV indicaron, en tanto, que las desvinculaciones habrían llegado a 200.000. Son las cifras que impulsaron en el Congreso el último debate sobre la llamada ley antidespidos (prohibición para echar por 180 días y doble indemnización), que fue vetada por el presidente Mauricio Macri.
Las limitadas cifras oficiales que el Gobierno difunde están en las antípodas de las que muestran estas consultoras y los gremios. De acuerdo con el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). en el primer trimestre del año sólo hubo 4185 despidos (esa es la cantidad de los CUIL que fueron dados de baja). Más específicamente, en diciembre había 6.240.133 trabajadores privados registrados. En marzo, última cifra oficial disponible, hubo 6.235.948. Se trata de una caída del empleo de 0,07 por ciento. A eso hay que sumarle los cerca de 11.000 despidos en la administración central (mientras hubo desvinculaciones también hubo altas de funcionarios).
Sin embargo, los números oficiales no contemplan lo ocurrido ni en el empleo público provincial o municipal ni tampoco entre los trabajadores informales (sumados los cuentapropistas son casi un 48% de los trabajadores en el país). No obstante, las medidas sobre trabajadores privados registrados del SIPA están lejos de coincidir con los del CEPA y Tendencias Económicas.
Es la práctica en la que sumió al país el kirchnerismo: la de los debates sin argumentos científicos.
Sube el valor de la canasta de alimentos
En mayo, el costo de la Canasta Básica Alimentaria de la Ciudad de Buenos Aires por adulto equivalente (CBA) -que determina la línea de indigencia- alcanzó los $ 1491, en tanto que el de la Canasta Básica Total -que determina la línea de pobreza- ascendió a $ 3484.
Para una familia tipo de cuatro miembros, el costo de la CBA fue de $ 4610 y el de la CBT, alcanzó los 10.770 pesos. Niveles de ingreso -netos de impuestos- inferiores a estos montos convierten a ese hogar en «indigente» o «pobre», respectivamente.