En medio de los rumores de cambios en el gabinete económico, los empresarios empezaron a perderle el miedo a Guillermo Moreno y avanzan con aumentos de precios sin pasar por las oficinas de la Secretaría de Comercio Interior.
Desde hace un mes, Moreno tiene suspendidos prácticamente todos los encuentros con los ejecutivos de las grandes fabricantes de alimentos y bebidas que buscan obtener la luz verde para avanzar con un aumento en sus listas de precios. «Venime a ver después de las elecciones», es la respuesta que se habituaron a escuchar los hombres de negocios.
En las últimas semanas, sin embargo, los empresarios empezaron a cansarse de los tiempos que impone Moreno y decidieron avanzar con sus aumentos en forma unilateral, sin esperar los resultados de las elecciones de fin de mes.
En un primer momento, las nuevas listas de precios se canalizan a través del llamado canal tradicional, que reúne a los almacenes, pequeños negocios y autoservicios chinos, que tienen un poder de negociación frente a los grandes proveedores mucho menor que el de las principales cadenas de supermercados.
«Nosotros no tenemos muchas opciones porque los proveedores nos dicen que aceptemos la nueva lista o te amenazan con dejarte sin producto», explicó Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, la cámara que reúne a los autoservicios chinos.
Marcas líderes
La avanzada es comandada por las marcas líderes, como Coca-Cola, Villa del Sur o Fargo, que empezaron a colar pequeñas subas en sus listas de precios dirigidas al comercio tradicional, aunque los grandes supermercados también reconocen la existencia de los aumentos.
«Las grandes cadenas tenemos más espalda para rechazar de entrada los aumentos, y por eso los primeros en caer son los comercios más chicos, porque tienen un poder de negociación mucho menor, pero nosotros también estamos sufriendo la presión para aceptar las nuevas listas de precios», explicaron en una cadena líder.
En otro supermercado destacan que los controles oficiales están enfocados casi exclusivamente en las grandes cadenas, lo que a su vez deja el terreno liberado en el resto de los canales comerciales. El peso que tienen los pequeños comercios no es precisamente menor, ya que en la actualidad las grandes cadenas de híper y supermercados controlan menos del 40% de las ventas de productos de la canasta básica, mientras que el otro 60% queda en manos de autoservicios (chinos y nacionales), almacenes, tiendas de descuento y negocios tradicionales.
«Todos los días nos controlan para ver si los aumentos oficiales coinciden con los que otorga la Secretaría de Comercio Interior, con lo cual prácticamente no tenemos margen de acción para tocar ningún precio, y menos aún en el caso de los 500 productos congelados», explicó el director de la cadena.
Aceleración
El cambio en la tendencia de la inflación también es ratificado por algunas mediciones privadas que después un par de meses más tranquilos empezaron a detectar aumentos de precios en los últimos días.
«Durante la última semana la inflación registró una reaceleración respecto de las semanas previas, quebrando la tendencia decreciente», explican en la consultora Elypsis, que viene relevando desde febrero de este año en forma semanal los precios de más de 140.000 productos.
Según la medición de Elypsis, la inflación acumulada en las últimas cuatro semanas en alimentos, bebidas, artículos de tocador, limpieza y electrodomésticos alcanzó a 1,4%, y lo más preocupante es que un cuarto de los 141.000 artículos relevados registraron una suba en los últimos siete días. «Durante esta semana aumentó fuertemente la proporción de subas en relación con las semanas anteriores, mientras que el número de bajas se mantuvo relativamente estable, reflejando la aceleración inflacionaria», señalaron en Elypsis.
En una medición mucho más acotada, el ex diputado socialista Héctor Polino también dio cuenta de una aceleración en el ritmo de los aumentos de precios, con una suba en septiembre de 2,29 por ciento y un incremento acumulado en los primeros nueve meses del año de 13,1 por ciento. .
Del editor: por qué es importante.
La cantidad de áreas que asumió y los constantes fracasos debilitaron la figura del supersecretario. Ahora se le animan.