Los fondos buitre están sumando artillería política de alto rango para fortalecer cada vez más su poder de lobby en el conflicto que mantienen con la Argentina por los títulos defaulteados que tienen en su poder y con sentencia firme de la Justicia de Estados Unidos para que el país les pague todo lo que reclaman.
Según publicó hoy el New York Post, el millonario Paul Singer contrató para que haga lobby a su favor a la firma consultora de Madeleine Albright, quien fue secretaria de Estado de los Estados Unidos durante la presidencia de Bill Clinton.
El mismo periódico reveló que, según distintas fuentes, también el ex secretario de Comercio durante la presidencia de George Bush Carlos Gutiérrez estuvo en la Argentina para intentar impulsar la oposición al Gobierno.
La nota del Post menciona el proyecto de ley con el que el Gobierno busca reemplazar como agente de pago (“trustee”) al Banco de Nueva York (BoNY) por Nación Fideicomisos y abrir un nuevo canje para que los bonistas con títulos de deuda reestructurados en 2005 y 2010 de ley Nueva York por otros similares de diferente jurisdicción, como una forma de sortear el bloqueo a los pagos de esos títulos que impuso el juez de Nueva York Thomas Griesa.
Y recuerda que ayer mismo el jefe de Gabinete Jorge Capitanich había cuestionado las campañas políticas de los fondos buitre y los había vinculado a gremios y dirigentes opositores, aunque el funcionario hoy dio una parcial marcha atrás al aclarar que lo que quiso decir no fue que los holdouts financiaban a esos sindicalistas y políticos sino que las acciones de éstos eran funcionales a los reclamos de los buitres.