Estuve hoy, miércoles, a la mañana en el Ameghino, centro de salud mental de la ciudad de Buenos Aires. Participé de una asamblea de varios cientos de hombres y mujeres. ¿El motivo? Hacerle el aguante a los trabajadores de la institución agredidos por el autoritarismo y la persecución ideológica del gobierno de Macri. Ante todo, pedimos, mejor dicho EXIGIMOS QUE SE DEJE SIN EFECTO LA CESANTÍA DE RUBEN SLIPAK, que fue director del Ameghino y a quien quieren echar con absurdas acusaciones y a través de un sumario “express” que no puede disimular la persecución política. Y esto es la punta de un iceberg de la política macrista para el desmantelamiento del hospital público.
Les transmito mi profunda emoción por lo que escuché en esa asamblea. No solamente se denunció el atropello macrista, sino que se lo conectó con una política dirigida a favorecer la psiquiatrización del tratamiento de la salud mental, el silenciamiento de las condiciones sociales que alimentan el malestar subjetivo, las políticas que favorecen a los centros privados y a los laboratorios farmacológicos.
Estuvieron, entre muchos otros, compañeros queridos como Eduardo Jozami, Tito Nenna, María Elena Nadeo y Vilma Ripoll. Gustavo López, subsecretario de la Presidencia de la Nación, arrancó aplausos al decir que los despachos de la Rosada estaban abiertos para Slipak y sus compañeros, “para que se sepa claramente de qué lado estamos”.
En este café no nos bancamos que ataquen a un tipo noble y un profesional ejemplar como es Ruben. Sabemos que los tiempos que estamos viviendo no son para quedarse sentados frente a la persecución política. Como dijo María Elena, ni Menem se atrevió a usar las cesantías contra quienes pensaban diferente. Los tipos no quieren entender que el país va en otra dirección a la que ellos querrían.
Muchachos, por favor a difundir esto. Los parroquianos de este boliche tenemos que contribuir a detener las canalladas macri-macartistas.
Salute
Anacrónico
Les transmito mi profunda emoción por lo que escuché en esa asamblea. No solamente se denunció el atropello macrista, sino que se lo conectó con una política dirigida a favorecer la psiquiatrización del tratamiento de la salud mental, el silenciamiento de las condiciones sociales que alimentan el malestar subjetivo, las políticas que favorecen a los centros privados y a los laboratorios farmacológicos.
Estuvieron, entre muchos otros, compañeros queridos como Eduardo Jozami, Tito Nenna, María Elena Nadeo y Vilma Ripoll. Gustavo López, subsecretario de la Presidencia de la Nación, arrancó aplausos al decir que los despachos de la Rosada estaban abiertos para Slipak y sus compañeros, “para que se sepa claramente de qué lado estamos”.
En este café no nos bancamos que ataquen a un tipo noble y un profesional ejemplar como es Ruben. Sabemos que los tiempos que estamos viviendo no son para quedarse sentados frente a la persecución política. Como dijo María Elena, ni Menem se atrevió a usar las cesantías contra quienes pensaban diferente. Los tipos no quieren entender que el país va en otra dirección a la que ellos querrían.
Muchachos, por favor a difundir esto. Los parroquianos de este boliche tenemos que contribuir a detener las canalladas macri-macartistas.
Salute
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