La crisis económica global ya tocó al mercado del empleo argentino pero no infringió un daño estructural en el tejido laboral como ocurrió en otras coyunturas complejas, particularmente durante la década de los ’90.
Estas conclusiones pueden desprenderse de un informe elaborado por el Ministerio de Trabajo correspondiente al segundo trimestre de 2012 respecto del período enero-marzo del mismo año .
Según este paper denominado «Evolución del empleo asalariado registrado privado en el actual contexto económico», entre abril y junio, la Argentina perdió 15 mil empleos, lo que representa alrededor del 0,2% del empleo formal.
«El impacto de la crisis internacional en el nivel de empleo formal es muy moderado, a pesar de que era inevitable que el contexto global adverso condicionara en cierto modo la dinámica laboral de nuestro país», subraya el estudio elaborado por la Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales de la cartera que está a cargo del ministro Carlos Tomada.
Los sectores que expulsaron mano de obra fueron los que más sintieron la desaceleración que sufrió la actividad económica en el primer semestre del año.
«En este terreno se ubican la construcción, los servicios inmobiliarios, comercio, agricultura (particularmente por el efecto de la sequía y la industria frigorífica», explicó una fuente del Ministerio de Trabajo.
De acuerdo a la información que las propias empresas le brindaron al sistema de seguridad social y que contempla las bajas y altas en el sector formal, el nivel de empleo recuperó el ritmo de crecimiento desde el segundo trimestre de 2009 y se mantuvo en alza continua hasta el último tramo del año pasado.
No obstante, a partir del primer trimestre de este año, se observa un parate, y ya en el segundo trimestre empieza a percibirse una ligera caída que se traduce en una pérdida de los 15 mil empleos a los que hace referencia el mencionado trabajo.
Sin embargo, hay un dato que no puede pasar desapercibido. Pese a esta declinación, la economía argentina generó –siempre tomando como base el mismo informe– 86.400 empleos netos en el segundo trimestre de 2012 en relación al mismo período del año pasado. Desde el punto de vista estadístico, esta comparación resulta la más adecuada porque en el mercado laboral la estacionalidad resulta un factor determinante, pues existen diversas actividades económicas que reverdecen o se opacan según el período del año, como ocurre con el turismo. Otro dato positivo determinante que puntualiza el informe es que algunos segmentos determinantes siguieron traccionando el empleo. Entre ellos vale la pena destacar al sector de radio y televisión (23%), la industria textil (5%), la actividad informática (5%), los servicios sociales y de salud (5%), lácteos (4%), productos químicos (4%) y la estratégica industria automotriz (7%). Es decir que más allá de la preocupación por la desaceleración en la creación de empleo que se nota en los primeros seis meses del año, la Argentina aún mantiene intacta la columna vertebral de su mercado de trabajo en un contexto global complejo en el que algunos países europeos como España y Grecia tienen una tasa de desocupación superior al 25 por ciento. «
Estas conclusiones pueden desprenderse de un informe elaborado por el Ministerio de Trabajo correspondiente al segundo trimestre de 2012 respecto del período enero-marzo del mismo año .
Según este paper denominado «Evolución del empleo asalariado registrado privado en el actual contexto económico», entre abril y junio, la Argentina perdió 15 mil empleos, lo que representa alrededor del 0,2% del empleo formal.
«El impacto de la crisis internacional en el nivel de empleo formal es muy moderado, a pesar de que era inevitable que el contexto global adverso condicionara en cierto modo la dinámica laboral de nuestro país», subraya el estudio elaborado por la Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales de la cartera que está a cargo del ministro Carlos Tomada.
Los sectores que expulsaron mano de obra fueron los que más sintieron la desaceleración que sufrió la actividad económica en el primer semestre del año.
«En este terreno se ubican la construcción, los servicios inmobiliarios, comercio, agricultura (particularmente por el efecto de la sequía y la industria frigorífica», explicó una fuente del Ministerio de Trabajo.
De acuerdo a la información que las propias empresas le brindaron al sistema de seguridad social y que contempla las bajas y altas en el sector formal, el nivel de empleo recuperó el ritmo de crecimiento desde el segundo trimestre de 2009 y se mantuvo en alza continua hasta el último tramo del año pasado.
No obstante, a partir del primer trimestre de este año, se observa un parate, y ya en el segundo trimestre empieza a percibirse una ligera caída que se traduce en una pérdida de los 15 mil empleos a los que hace referencia el mencionado trabajo.
Sin embargo, hay un dato que no puede pasar desapercibido. Pese a esta declinación, la economía argentina generó –siempre tomando como base el mismo informe– 86.400 empleos netos en el segundo trimestre de 2012 en relación al mismo período del año pasado. Desde el punto de vista estadístico, esta comparación resulta la más adecuada porque en el mercado laboral la estacionalidad resulta un factor determinante, pues existen diversas actividades económicas que reverdecen o se opacan según el período del año, como ocurre con el turismo. Otro dato positivo determinante que puntualiza el informe es que algunos segmentos determinantes siguieron traccionando el empleo. Entre ellos vale la pena destacar al sector de radio y televisión (23%), la industria textil (5%), la actividad informática (5%), los servicios sociales y de salud (5%), lácteos (4%), productos químicos (4%) y la estratégica industria automotriz (7%). Es decir que más allá de la preocupación por la desaceleración en la creación de empleo que se nota en los primeros seis meses del año, la Argentina aún mantiene intacta la columna vertebral de su mercado de trabajo en un contexto global complejo en el que algunos países europeos como España y Grecia tienen una tasa de desocupación superior al 25 por ciento. «