Tinelli vuelve con un minué mediático e ideológico

Ayer fue la noticia del día, pero se hablará sobre ella semanas enteras. La incorporación de Florencia Peña a la competencia del «Bailando 2012» dejó al resto de la comidilla televisiva por un buen tiempo en segundo plano.
Ante todo, esta jugada es una nueva demostración del talento y la astucia de Marcelo Tinelli para mover el tablero con habilidad, aun a la distancia. Que se hable tanto de un programa que está todavía lejos de su vuelta al aire es el reconocimiento implícito de que el año televisivo se mueve en gran medida al compás de lo que ocurra con Showmatch .
Todos lo saben y todos obran así en consecuencia. El Trece sabe que en lo que va de 2012 casi todo le salió mal en materia de programación y depende más que nunca de su comodín para torcer la historia. Enfrente, Telefé esperó su momento y disfruta de las mieles de un rating sostenido en la mayoría de las franjas horarias, pero a la vez sabe que su liderazgo actual en las mediciones de audiencia sólo puede quedar amenazado por la vuelta de Tinelli y sus escandaletes mediáticos maquillados como sueños solidarios.
Se concretó hasta aquí mucho menos de todo lo que se dijo alrededor del «Bailando 2012» y del perfil que finalmente tendrán sus participantes. Sólo quedó claro en los últimos días que el gesto de lucidez de un ex combatiente de Malvinas impedirá que un tema tan sensible termine aligerado y subordinado a las necesidades de un concurso que condiciona aleatoriamente sus reglas a la conformación del jurado. Y, según los trascendidos, no es improbable que una distanciada pareja que ventila sus enojos a través del prisma mediático comparta este año la función de juzgar a los bailarines, con el riesgo cierto -y deliberadamente buscado- de perder completamente el juicio en discusiones públicas sobre temas de entrecasa. Cosas parecidas ya ocurrieron en la historia del «Bailando…»
El otro tema de debate, curiosamente, trasciende a priori cualquier frivolidad. Es sabido que Peña, kirchnerista confesa y convencida, lanzó dardos muy fuertes sobre el Grupo Clarín -que integra El Trece- y hasta llegó a denunciar que su nombre aparecía en una supuesta «lista negra» que la realidad se encargó de desmentir casi inmediatamente. También es cierto que las antiguas y muy fluidas relaciones entre Peña y el aparato mediático oficial quedaron resquebrajadas tras la muy fallida experiencia de Sr. y Sra. Camas en Canal 7.
Las redes sociales reaccionaron ayer con comentarios y apuntes cargados de suspicacias sobre los potenciales intereses que cada uno de los actores pondría en juego a partir de este sorpresivo acuerdo. Se hablará mucho de él -¿en detrimento de otros temas más importantes?- mientras queda en claro que Tinelli pesa como nunca en ciertas decisiones estratégicas ligadas a la programación de El Trece.
Por lo demás, hay que decir que la protagonista de Sweet Charity tiene suficiente talento como para llegar a las últimas instancias del certamen si lo de Showmatch se acercara a cualquiera de las experiencias de «Bailando con las estrellas» que recorren el mundo. Lamentablemente para ella, lo más probable es que aquí se pongan en juego otras cuestiones..

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