El salto que le permitió el titular el Banco Central al dólar mayorista durante la semana pasada (subió 18% en cinco ruedas) alivió la presión que estaba generando la caída de reservas sobre su capacidad de respaldo del circulante.
Según cálculos de Federico Muñoz & Asociados, la llegada a $ 8 del dólar mayorista mejoró los guarismos monetarios. Las reservas representaban en diciembre apenas 55% de la Base Monetaria y 41% del M2 Privado; en ambos casos, bien por debajo de los anteriores mínimos históricos registrados tras la salida de la convertibilidad, señaló el reporte. Claro que la situación ha cambiado tras la fuerte devaluación reciente del Peso. Con el dólar a $8, estos ratios se han elevado a 62% y 46%, respectivamente, agregó.
Aún así, tanto Muñoz como otros especialistas señalan que la debilidad de las reservas persiste. Si a las reservas contabilizadas por el BCRA (u$s 29.100 millones, aproximadamente) le restamos lo que tiene físicamente en oro, los depósitos privados y la deuda de corto plazo (u$s 1.300 millones), las reservas líquidas serían de menos de u$s 15.500 millones, sólo 2,9% del PBI, alertó la consultora ACM.