Hay buenas y malas noticias para el Gobierno. La buena es que, a un año del ballottage que le dio la llave de la Casa Rosada a Mauricio Macri, la aprobación de la gestión de Cambiemos se mantiene en números elevados, incluso más arriba de lo que se podría esperar tras un año de recesión y de medidas poco felices para el bolsillo. La mala es que el porcentaje de desaprobación también es alto, casi igual al número de quienes ven al Gobierno con buenos ojos.
Respaldo y expectativas.
Según diversos encuestadores que siguen de cerca el humor social, la percepción de la administración macrista oscila entre el 40% y el 50%, dependiendo de quién lo mida. Los números representan una caída en comparación con los primeros meses de la gestión, que comenzó con una aprobación cercana al 50% y subió hasta casi 70% en marzo. Hoy, la valoración se mantiene en una meseta.
Sin embargo, lo que resulta llamativo para los analistas consultados por LA NACION es que la suba de tarifas en los servicios públicos, la inflación que se mantiene alta y el retroceso de la economía no afectaron tanto los números positivos.
«Los niveles de aprobación se mantuvieron muy elevados durante todo el año. A pesar de que la sociedad es realista y entiende que la situación no es buena, se mantienen altos los niveles de expectativas y confianza en que Macri va a lograr mejorar las condiciones el año que viene», sostuvo Alejandro Catterberg, consultor de Poliarquía.
«Para las medidas que tomó el Gobierno, es poco lo que ha perdido. La gente mantiene la expectativa», agregó Mariel Fornoni, de Management & Fit. Para ponerlo en perspectiva, la consultora comparó la poca reacción de la sociedad ante las medidas de Macri con la pérdida de apoyo que sufrió Cristina Kirchner cuando impuso el cepo al dólar, en 2011, que estimó en 20 puntos.
Según el último informe de esa encuestadora, de septiembre, el Gobierno posee un 43,6% de aprobación, levemente mayor que en agosto y julio, y bastante menor que en marzo, cuando rozó el 50,7%.
«Todavía hay una tolerancia muy alta», señaló en la misma línea Raúl Aragón, de Aragón y Asociados. Según sus números, la aprobación de la gestión de Cambiemos «está entre el 45% y el 50%».
Hugo Haime no opina igual. Si bien según sus últimas mediciones la aprobación del Gobierno ronda el 45%, el macrismo perdió el apoyo que tenía cuando llegó a la Casa Rosada. «Es un gobierno que cuando asumió tenía una alta aprobación y expectativa hasta de quienes no lo votaron. Hoy está por debajo de quienes sí lo votaron», afirmó.
Los analistas también coincidieron en que el gran desafío para las elecciones de 2017 es lograr apropiarse de las expectativas que aún conserva la población.
La socióloga Graciela Römer señaló que gran parte de la «relativamente buena» imagen positiva del Gobierno se justifica en las altas expectativas, a pesar de que los resultados aún son escasos. A eso se le suma, según indicó, que aún no hay una alternativa de gobierno consolidada y que la mayoría rechaza un regreso del kirchnerismo.
«Se mantiene un nivel de expectativas que está diez puntos por encima de cómo se percibe la situación. Esas expectativas deben ser depositadas en algún lado en 2017. Si la ciudadanía dice «pasó un año y esto no mejoró», va a depositarlas en una propuesta que le parezca mejor», sostuvo, por su parte, Fornoni.
En cuanto a valoración personal, Macri también supera el 40%, aunque hay disenso entre los encuestadores. Según Management, por ejemplo, la imagen positiva está en el 40,7%, mientras que para Haime roza el 53%. La funcionaria con mejor imagen a nivel nacional es la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que supera el 60%. La siguen en la lista los diputados nacionales Sergio Massa, Margarita Stolbizer y Elisa Carrió.
En tanto, la valoración del adversario de Macri en la segunda vuelta, Daniel Scioli, quedó más atrás. Según Fornoni, la imagen positiva cayó fuerte desde 2015, de casi el 50% al 28,3% en septiembre. La negativa, en tanto, ascendió al 38,1%.
Si algo quedó claro desde la ajustada segunda vuelta es que la grieta sigue intacta. Los números de rechazo a la gestión son muy similares a los de apoyo. Para Management, el 42,5% de la población no es favorable al Gobierno, mientras que el 43,6% sí lo es. Según Haime, la desaprobación alcanza el 50%, sobre el 45% de aceptación.
Aragón señaló que «para el Gobierno debería ser más preocupante la imagen negativa que una positiva por debajo del 50%», porque el rechazo «es difícil de revertir».
Respaldo y expectativas.
Según diversos encuestadores que siguen de cerca el humor social, la percepción de la administración macrista oscila entre el 40% y el 50%, dependiendo de quién lo mida. Los números representan una caída en comparación con los primeros meses de la gestión, que comenzó con una aprobación cercana al 50% y subió hasta casi 70% en marzo. Hoy, la valoración se mantiene en una meseta.
Sin embargo, lo que resulta llamativo para los analistas consultados por LA NACION es que la suba de tarifas en los servicios públicos, la inflación que se mantiene alta y el retroceso de la economía no afectaron tanto los números positivos.
«Los niveles de aprobación se mantuvieron muy elevados durante todo el año. A pesar de que la sociedad es realista y entiende que la situación no es buena, se mantienen altos los niveles de expectativas y confianza en que Macri va a lograr mejorar las condiciones el año que viene», sostuvo Alejandro Catterberg, consultor de Poliarquía.
«Para las medidas que tomó el Gobierno, es poco lo que ha perdido. La gente mantiene la expectativa», agregó Mariel Fornoni, de Management & Fit. Para ponerlo en perspectiva, la consultora comparó la poca reacción de la sociedad ante las medidas de Macri con la pérdida de apoyo que sufrió Cristina Kirchner cuando impuso el cepo al dólar, en 2011, que estimó en 20 puntos.
Según el último informe de esa encuestadora, de septiembre, el Gobierno posee un 43,6% de aprobación, levemente mayor que en agosto y julio, y bastante menor que en marzo, cuando rozó el 50,7%.
«Todavía hay una tolerancia muy alta», señaló en la misma línea Raúl Aragón, de Aragón y Asociados. Según sus números, la aprobación de la gestión de Cambiemos «está entre el 45% y el 50%».
Hugo Haime no opina igual. Si bien según sus últimas mediciones la aprobación del Gobierno ronda el 45%, el macrismo perdió el apoyo que tenía cuando llegó a la Casa Rosada. «Es un gobierno que cuando asumió tenía una alta aprobación y expectativa hasta de quienes no lo votaron. Hoy está por debajo de quienes sí lo votaron», afirmó.
Los analistas también coincidieron en que el gran desafío para las elecciones de 2017 es lograr apropiarse de las expectativas que aún conserva la población.
La socióloga Graciela Römer señaló que gran parte de la «relativamente buena» imagen positiva del Gobierno se justifica en las altas expectativas, a pesar de que los resultados aún son escasos. A eso se le suma, según indicó, que aún no hay una alternativa de gobierno consolidada y que la mayoría rechaza un regreso del kirchnerismo.
«Se mantiene un nivel de expectativas que está diez puntos por encima de cómo se percibe la situación. Esas expectativas deben ser depositadas en algún lado en 2017. Si la ciudadanía dice «pasó un año y esto no mejoró», va a depositarlas en una propuesta que le parezca mejor», sostuvo, por su parte, Fornoni.
En cuanto a valoración personal, Macri también supera el 40%, aunque hay disenso entre los encuestadores. Según Management, por ejemplo, la imagen positiva está en el 40,7%, mientras que para Haime roza el 53%. La funcionaria con mejor imagen a nivel nacional es la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que supera el 60%. La siguen en la lista los diputados nacionales Sergio Massa, Margarita Stolbizer y Elisa Carrió.
En tanto, la valoración del adversario de Macri en la segunda vuelta, Daniel Scioli, quedó más atrás. Según Fornoni, la imagen positiva cayó fuerte desde 2015, de casi el 50% al 28,3% en septiembre. La negativa, en tanto, ascendió al 38,1%.
Si algo quedó claro desde la ajustada segunda vuelta es que la grieta sigue intacta. Los números de rechazo a la gestión son muy similares a los de apoyo. Para Management, el 42,5% de la población no es favorable al Gobierno, mientras que el 43,6% sí lo es. Según Haime, la desaprobación alcanza el 50%, sobre el 45% de aceptación.
Aragón señaló que «para el Gobierno debería ser más preocupante la imagen negativa que una positiva por debajo del 50%», porque el rechazo «es difícil de revertir».