Si en las elecciones de octubre se repite un resultado similar al de las primarias abiertas, la agrupación juvenil La Cámpora conseguiría ocho bancas de diputados dentro del espacio del Frente para la Victoria.
El trasvasamiento generacional es casi un hecho. Si la presidenta Cristina Fernández de Kirchner repite la elección de las primarias obligatorias en las presidenciales de octubre, la juventud tendría al menos ocho representantes de la agrupación La Cámpora en el Congreso. Hace falta un Congreso fuerte que defienda los intereses populares con la juventud como protagonista, aseguran en la agrupación kirchnerista.
Casi como un mantra, los integrantes de La Cámpora repiten convencidos que la profundización del modelo que comenzó en 2003 se va a dar en el próximo período presidencial. Por eso hace falta un Congreso fuerte que defienda los intereses populares con la juventud como protagonista. La definición de las listas en todo el país corrió por cuenta de la Presidenta y sus colaboradores, en algunos casos más allá de las estructuras partidarias tradicionales del Partido Justicialista (PJ).
Las primarias obligatorias en las que Cristina Fernández logró el 50,1 por ciento de los votos dejaron el panorama legislativo un poco más despejado. Si el Frente para la Victoria (FpV) realiza una elección similar el 23 de octubre, posibilitaría a los jóvenes ingresar a la Cámara de Diputados con no menos de ocho legisladores.
En la Ciudad de Buenos Aires, el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, se postula en el tercer lugar, mientras que en la provincia de Buenos Aires son tres los candidatos camporistas que ingresarían a la Cámara baja.
Otro integrante de la mesa nacional camporista, Eduardo De Pedro, engrosaría las filas en el Congreso al posicionarse en el cuarto lugar del listado bonaerense, junto a Mayra Mendoza y Santiago Aragón. Además, Leonardo Grosso, dirigente de la también cristinista JP Evita, y el líder de la Juventud Sindical, Facundo Moyano, también integrarían la partida en el recinto legislativo.
Los candidatos del interior le sumarán federalismo a la identidad del bloque. En Mendoza, Anabella Fernández Sagasti va en el segundo lugar y, en La Pampa, María Luz Alonso es cabeza de lista. Los pampeanos tuvieron fuertes chisporroteos en el cierre de listas por la presencia de militantes de La Cámpora en los lugares con expectativas reales de ingresar al escenario legislativo. El entonces candidato a gobernador de La Pampa por el PJ, el senador Carlos Verna, renunció a su postulación por los candidatos impuestos desde la Casa Rosada. Con la decisión tomada por la Presidenta de ir hacia un trasvasamiento generacional, la renuncia no amilanó al kirchnerismo, que finalmente impuso a sus candidatos en la lista de diputados y el gobernador justicialista Oscar Jorge debió aceptar presentarse con nueva candidatura para gobernar la provincia.
La Presidenta es la que tiene los votos y es ella la que tiene que decidir quién la acompañará desde el Congreso, señaló una fuente camporista, poniendo como ejemplo los votos que se fugaron durante el conflicto con el campo en 2008. Por eso, en Tucumán, Marcelo Santillán irá en tercer lugar y, en Santa Fe, Marcos Cleri ocupará el mismo puesto. Así se completarían los ocho escaños para la organización que conduce Máximo Kirchner, con la posibilidad de que la performance de Fernández de Kirchner en octubre sea mejor que en las primarias y se sumen más diputados que integrarán el bloque del FpV, pero con identidad propia.
El trasvasamiento generacional es casi un hecho. Si la presidenta Cristina Fernández de Kirchner repite la elección de las primarias obligatorias en las presidenciales de octubre, la juventud tendría al menos ocho representantes de la agrupación La Cámpora en el Congreso. Hace falta un Congreso fuerte que defienda los intereses populares con la juventud como protagonista, aseguran en la agrupación kirchnerista.
Casi como un mantra, los integrantes de La Cámpora repiten convencidos que la profundización del modelo que comenzó en 2003 se va a dar en el próximo período presidencial. Por eso hace falta un Congreso fuerte que defienda los intereses populares con la juventud como protagonista. La definición de las listas en todo el país corrió por cuenta de la Presidenta y sus colaboradores, en algunos casos más allá de las estructuras partidarias tradicionales del Partido Justicialista (PJ).
Las primarias obligatorias en las que Cristina Fernández logró el 50,1 por ciento de los votos dejaron el panorama legislativo un poco más despejado. Si el Frente para la Victoria (FpV) realiza una elección similar el 23 de octubre, posibilitaría a los jóvenes ingresar a la Cámara de Diputados con no menos de ocho legisladores.
En la Ciudad de Buenos Aires, el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, se postula en el tercer lugar, mientras que en la provincia de Buenos Aires son tres los candidatos camporistas que ingresarían a la Cámara baja.
Otro integrante de la mesa nacional camporista, Eduardo De Pedro, engrosaría las filas en el Congreso al posicionarse en el cuarto lugar del listado bonaerense, junto a Mayra Mendoza y Santiago Aragón. Además, Leonardo Grosso, dirigente de la también cristinista JP Evita, y el líder de la Juventud Sindical, Facundo Moyano, también integrarían la partida en el recinto legislativo.
Los candidatos del interior le sumarán federalismo a la identidad del bloque. En Mendoza, Anabella Fernández Sagasti va en el segundo lugar y, en La Pampa, María Luz Alonso es cabeza de lista. Los pampeanos tuvieron fuertes chisporroteos en el cierre de listas por la presencia de militantes de La Cámpora en los lugares con expectativas reales de ingresar al escenario legislativo. El entonces candidato a gobernador de La Pampa por el PJ, el senador Carlos Verna, renunció a su postulación por los candidatos impuestos desde la Casa Rosada. Con la decisión tomada por la Presidenta de ir hacia un trasvasamiento generacional, la renuncia no amilanó al kirchnerismo, que finalmente impuso a sus candidatos en la lista de diputados y el gobernador justicialista Oscar Jorge debió aceptar presentarse con nueva candidatura para gobernar la provincia.
La Presidenta es la que tiene los votos y es ella la que tiene que decidir quién la acompañará desde el Congreso, señaló una fuente camporista, poniendo como ejemplo los votos que se fugaron durante el conflicto con el campo en 2008. Por eso, en Tucumán, Marcelo Santillán irá en tercer lugar y, en Santa Fe, Marcos Cleri ocupará el mismo puesto. Así se completarían los ocho escaños para la organización que conduce Máximo Kirchner, con la posibilidad de que la performance de Fernández de Kirchner en octubre sea mejor que en las primarias y se sumen más diputados que integrarán el bloque del FpV, pero con identidad propia.