El 47º Coloquio Anual de IDEA resultó ser una sorpresa en muchos aspectos. En principio, la organización planeó el programa con el objetivo de mostrar pluralidad en todos los paneles. Y la premisa parece haberse extendido también a morigerar el habitual espíritu crítico del empresariado para con el gobierno. Quienes expusieron en el salón Vélez Sarsfield del Sheraton de Mar del Plata evitaron mostrarse abiertamente opositores al gobierno, lo cual fue toda una novedad. Pero más llamativo todavía fue el hecho de que tampoco mostraron su habitual desconfianza para con la administración Kirchner en los pasillos del 5 estrellas. Es evidente que la casi certeza de que la presidenta Cristina Fernández renovará su mandato por cuatro años más exacerbó el pragmatismo del empresariado, que fue más permeable a adoptar conceptos de heterodoxia económica. Así, por ejemplo, en el panel en el que se habló de la articulación público-privada no solo se admitió la intervención del Estado en la economía sino que se lo solicitó. La amenaza de los embates de la crisis que viven las principales economías del mundo parece haber obligado a más de uno a poner las barbas de la ortodoxia en remojo. Entre las sorpresas también se encontró lo que dijo un entrepeneur a los más de 500 empresarios asistentes desde el estrado. “Basta de fugar capitales”, les espetó el creador de Cardón, Gabo Nazar a sus pares. A pesar de haber exhortado implícitamente a los hombres de empresa a defender el modelo y a comprometerse con el país, fue una de las exposiciones más aplaudidas. La encuesta de expectativas que tradicionalmente se realiza entre los asistentes confirmó que el clima que se respiraba era efectivamente menos opositor que años anteriores. Para los próximos seis meses, más de un 80% de los encuestados informó que estará igual, mejor o mucho mejor que en el semestre anterior. En la encuesta, por otro lado, también se expresaron preocupaciones como la inflación y la pelea por los salarios. Todos estos gestos –más marcados por la conveniencia que por la convicción– de los hombres del establishment empresario que esperaban tener un eco que se tradujera en alguna presencia oficial en Mar del Plata. Muchos guardaban la secreta esperanza de que algún funcionario del gobierno asistiera al cónclave. Pero eso no ocurrió. No faltaron a la cita algunas concepciones empresarias que ratifican que los asistentes a IDEA son lo que siempre fueron. Por ejemplo, no tuvieron empacho en asegurar que la inversión social en planes asistenciales contribuye al clientelismo y reiteraron que quienes reciben planes sociales se alejan de la cultura del trabajo. Fueron muchos los asistentes al coloquio que expresaron esta idea, aunque de diferentes maneras. Tal fue el caso del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri; del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, del empresario vitivinícola, Alberto Arizu y el vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja.
La crisis que atraviesan Europa y Estados Unidos fue la gran protagonista del encuentro empresario y las consecuencias de lo que ocurra en Brasil una de las principales preocupaciones. Sin embargo, en los paneles quedó claro que, aunque sin blindaje que repela completamente la onda expansiva, la crisis también es oportunidad y hay que aprovecharla.<
La crisis que atraviesan Europa y Estados Unidos fue la gran protagonista del encuentro empresario y las consecuencias de lo que ocurra en Brasil una de las principales preocupaciones. Sin embargo, en los paneles quedó claro que, aunque sin blindaje que repela completamente la onda expansiva, la crisis también es oportunidad y hay que aprovecharla.<